Los viejos problemas siguen presentes en las conversaciones de la población. Una joven de 19 años cuestiona las cifras del Banco Central de Venezuela –que reportan un crecimiento en el PIB de 17 % en el primer trimestre de este año. “No ha mejorado, eso es mentira, con el precio del dólar qué va a estar mejorando aquí”.
Caracas. Inflación, dólar y bajos salarios. Los viejos problemas de la población siguen presentes en sus conversaciones. Para la gente aún es demasiado pronto para hablar del crecimiento de la economía, incluso si lo dice el Banco Central de Venezuela (BCV).
Años de férreos controles y de un discurso antimercado han calado en la sociedad. El alza del dólar de las últimas horas, que este miércoles superó los ocho bolívares, se sigue asociando entre la gente a la manipulación de una cuenta en redes sociales o que el aumento de precios de los productos se debe a la mano de los comerciantes.
A pesar de nuevos negocios, uso de dólares o sitios más concurridos, en la calle todavía no se percibe que la economía creció 17,04 % en el primer trimestre de 2022. O el repunte del tercer y cuarto trimestre del año pasado que registra el BCV.
No ha mejorado, eso es mentira, con el precio del dólar qué va a estar mejorando aquí. En cuanto a lo del comercio yo siento que tienen chance de vender bastante porque ahorita hay más empleo que antes, pero seguimos con lo mismo del dólar, si el dólar sigue subiendo todo va pa’ abajo”, dice Génesis Crespo, una joven de 19 años.
Al igual que Génesis, otras personas consultadas por Crónica.Uno manifiestan que persisten problemas como la inflación o lo impredecible que puede ser el precio del dólar, necesario no solo para fijar precios en el caso de los comerciantes, sino también para el pago de bienes y servicios en una economía dolarizada de facto desde 2019.
Algunas cosas cambiaron tras la reforma de las políticas económicas del gobierno de Nicolás Maduro. Se relajó el control de precios que rigió durante la escasez de alimentos y productos básicos y se benefició la entrada de bienes terminados para llenar los anaqueles. Hoy la gente dice que hay más productos, que hay más movimiento en el comercio, pero no necesariamente más dinero para gastar o invertir.
Milagros, una comerciante que percibe una mejora en la economía en lo que va de 2022, dice que en su local las cosas van mejor, pero al mismo tiempo agrega que le da para “vivir al día”.
“Por lo menos este año logramos adquirir un punto de venta de nuestro bolsillo, de contado. El año pasado lo trabajamos alquilado, un señor nos lo alquilaba y este año también pudimos meter mercancía nueva”, explica.
La comerciante menciona que decidieron cambiar de ramo debido a que la mayoría de los locales están abarrotados con alimentos y ya no genera las mismas ganancias. Ella y su hermana decidieron meter bisutería, maquillaje y convertir el local en una quincallería.
Un vendedor ambulante con dos termos de café en cada mano percibe que la economía mejoró un poco si la compara con la experiencia de años anteriores. Solo en 2018 el país experimentó un ciclo hiperinflacionario de 130.060 %. El deterioro de los servicios y de las pensiones también repercuten en altos niveles de desnutrición y de pobreza extrema.
Lo más preocupante para la gente es la subida del dólar, pues indican que una vez que este sube también lo hacen los servicios.
Todo está igual, pero en lo que aumenta el dólar cada día es peor. Me afecta cada vez que aumenta, por ejemplo, la guardería sube, los gastos diarios, igual la luz, el agua, el gas, todo sube”, explica Yulianny.
Para Glenys Chirinos su mayor dolor de cabeza es la inflación. En junio y julio la nación experimentó las tasas más altas de inflación en lo que va de año. Solo los alimentos y las bebidas no alcohólicas aumentaron 12,6 % en junio. “Hay una inflación muy grande. Para mí ha empeorado (la economía) el comerciante pone el dólar al precio que le parece y nadie hace nada, entonces afecta mucho en el tema de la comida”.
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