Los vendedores dicen que la gente “está obsesionada con los globos” y que las ventas son buenas. En la mayoría de las tiendas estos artículos cuestan entre $0,50 y $2. Las cortinas de colores metálicos también están entre lo más llevado.
Caracas. Lo que está de moda fácilmente puede encontrarse en cualquier puesto de buhoneros de la ciudad. Si no lo tienen ellos no lo tiene nadie. En este caso lo último que ha acaparado la atención de comerciantes y de los consumidores son los globos de cumpleaños, que se esparcen como confeti por las vitrinas y tarantines de Caracas.
Algunos vendedores dicen que el boom empezó hace dos años con la pandemia. La restricción a la movilidad, a juicio de los comerciantes, hizo que la gente se fijara más en cómo agasajar a sus afectos y qué sorpresas dar ante la imposibilidad de salir a un parque o ir a comer.
La crisis económica ha dejado desoladas las tiendas tradicionales o centros comerciales, pero a excepción de esta realidad, en los puestos con artículos para fiestas sobran quienes pasan a curiosear o comprar algún globo, arreglo o banderín. Además, los precios de los globos en la mayoría de las tiendas van desde los $0,50 a $1.
Doraima Marín es una de las vendedoras que sostiene que el auge empezó con la pandemia por COVID-19. “La gente no podía salir y no podía tener otros detalles con sus familiares, entonces creo que por eso empezaron a ver estas opciones”, cuenta a Crónica.Uno. Para ella la competencia ha hecho que el negocio no sea tan rentable, pero apunta que aún se mantiene el boom.
En la tienda Fantasía Brillante C. A. las velas cuestan entre $1 y $1,50. Hay ofertas de cuatro globos por un dólar, paquetes de 25 globos satinados por $1,30, set de látex de corazón en $1,20, cortina inflable y cortina lisa en $1 y kit de guirnalda de globos en $7.
Angely, cajera de Fantasía Brillante C. A., dice que llevan cuatro años dedicados a esto. “Las ventas siempre son buenas, la gente está obsesionada con los globos”.
El florecimiento de estos negocios ha llevado a algunos a cambiar de rubro. El jefe de Nérida, quien tiene un puesto en el mercado San Jacinto, decidió dejar de vender ropa en febrero de este año para ofrecer globos.
Nos cambiamos porque la ropa estaba estancada; la ropa se vende es en diciembre, en cambio esto se vende todos los días. Todos los días se celebra un cumpleaños. El sábado de Semana Santa las ventas estuvieron buenísimas”, cuenta Nérida.
En el puesto donde trabaja Nérida los globos de 16 pulgadas se venden en dos por un dólar. Los de 32 pulgadas en $1 y los globos de 40 pulgadas en $2. La vendedora indica que la mayoría lleva los de 32 pulgadas.
En el mercado San Jacinto es palpable el cambio de nicho. Los pasillos brillan con los colores metálicos de las cortinas que la gente usa para decorar las paredes. Globos de distintos tamaños y formas se exhiben y cuelgan de los techos. En algunos puestos los arreglos de 50 centímetros se consiguen entre 5 y 7 dólares, paquetes de 50 globos en $2 y cortinas en $1 y $2.
Jean, tiene un puesto en ese mismo mercado, desde hace un año se dedica a hacer arreglos. Un arreglo con varios globos y con cesta pequeña de madera sin dulces lo vende en $5, este mide unos 50 centímetros aproximadamente. El joven también ofrece globos desde $0,50.
“Yo invierto $5 en un arreglo y lo vendo en $10 porque yo trabajo como los chinos: me gusta vender barato, pero en cantidad”, dice Jean.
Elianny, una trabajadora informal, que vende en plena calle entre las esquinas Doctor Paul y La Marrón cuenta que se dedica a esto desde hace un año. Lo que más llevan los consumidores son las cortinas, los banderines y los globos de feliz cumpleaños. La mujer vende en dos dólares los banderines y en $3 los globos de feliz cumpleaños.
Doraima Marín considera que el aumento de estos negocios no es lo único que les ha afectado, sino también la comercialización de “los chinos”. “Los colombianos traían siempre esta mercancía, pero ahora la están empezando a vender los chinos a precio regalado porque ellos no pagan los mismos impuestos que uno, ellos traen en mayor cantidad”, indica.
Wilmer, quien tiene un kiosco de papelería frente a la plaza El Venezolano, igualmente percibe que este ramo despegó luego de la pandemia. “Nosotros siempre hemos vendido globos, más o menos desde hace tres años, pero en la pandemia agarró vuelo, la gente empezó a comprar y a vender”. Allí venden el paquete de 50 globos en $2.
En tiendas de cualquier otro rubro es habitual conseguir paquetes de globos en los estantes. Incluso los vendedores ambulantes de cigarrillos incluyen este tipo de artículos en su mesa. En algunos lugares los globos pueden conseguirse hasta en menos de cincuenta centavos de dólar.
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