Dar clases en casa motiva a la maestra Haideé Pérez a crear un centro de tareas dirigidas para niños de Carapita

tareas dirigidas

Desde hace dos años la maestra Haideé Pérez da tareas dirigidas en su casa, en el callejón Mi Recuerdo de la parroquia Antímano. En su casita de tablas atiende a 31 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de su comunidad.

Caracas. En la casa número tres del callejón Mi Recuerdo, en Carapita, la maestra Haideé Pérez ha dedicado los dos años de pandemia de COVID-19 a dar tareas dirigidas. Fue una petición de sus vecinos, quienes no sabían cómo ayudar a sus hijos a hacer las actividades durante las clases virtuales.

Empezó su labor con 15 niños de la comunidad, en dos turnos. Y se dio cuenta de que algunos alumnos tenían deficiencias de aprendizaje, que traían de grados anteriores.

En total atiende a una población de 31 niños, niñas, adolescentes y jóvenes, entre cuatro y 15 años de edad, residentes del sector ubicado en el suroeste de Caracas. Los alumnos de educación inicial y primaria asisten entre la 1:00 p. m. y las 3:00 p. m. Mientras que los de educación media y diversificada van de 3:00 p. m. a 5:00 p. m. Algunos alumnos están exonerados del aporte semanal.

Los niños y niñas reciben clases en un espacio abierto, en la entrada de la vivienda, donde el piso de cemento está desnivelado.

Trabajan en tres mesas, entre ellas la del comedor de la casa de la maestra Pérez. Cuando llueve se les dificulta hacer las actividades, pero igual los alumnos llegan con sus paraguas o impermeables y unen las sillas para no mojarse.

“A ellos les gusta estar aquí, han hecho amigos. Las clases son hasta las 5:00 p. m. y a veces son las 6:00 p. m. o 7:00 p. m. y están aquí porque no se quieren ir”.

En medio de sus posibilidades, los padres apoyan en el acondicionamiento del lugar, han donado una mesa, un escritorio, una pizarra y hasta hojas de reciclaje.

El sueño de la maestra es ofrecer un mejor espacio, cómodo y agradable, y de esta forma recibir a otros niños que se encuentran en lista de espera para formar parte del grupo. “Más que un grupo, somos familia en mi pequeño hogar”.

El grupo

En este grupo de estudiantes hay ocho niños con condiciones diagnosticadas, como asperger, déficit de atención o hidrocefalia epiléptica. Para prestarle la mejor atención cuenta con el apoyo de la psicopedagoga Yorsys Porras, quien le facilita herramientas para la atención. Ella brinda apoyo de educación y terapias de lenguaje, cognitivas, de integración y conducta.

Durante la jornada educativa la maestra ofrece asesoría pedagógica en las actividades escolares, lectoescritura, herramientas tecnológicas como Internet y wifi, para realizar sus investigaciones o actividades.

“Mi labor es para beneficio de la comunidad y también para obtener ingresos para mi sustento, ayudando a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Y de cierta manera mantenerlos ocupados evitando el ocio. Los más grandes me han adoptado no solo como maestra y apoyo sino también como amiga”.

Proyecto

La docente envió una comunicación al jefe del Gobierno del Distrito Capital, Nahúm Fernández, para presentarle formalmente el proyecto socio comunitario, que desde hace dos años ha desarrollado en su hogar.

Pérez solicitó al funcionario la donación de útiles escolares como cuadernos, colores, pegas, tijeras, lápices, hojas blancas y de reciclaje, marcadores, pizarra y material educativo como cuentos y libros.

Maestra Carapita
Foto: cortesía.

También requiere ayuda para lograr mejorar el espacio, donde imparte clases, debido a que su hogar es un rancho construido con tablas deterioradas por el tiempo que tiene la construcción y las recientes lluvias.

“Me gustaría ampliar el espacio para el aprendizaje, que los niños estén cómodos, que no se mojen, que ellos pongan el nombre de ese proyecto, que no se llame tareas dirigidas. Espero por la pronta respuesta a mi solicitud para beneficiar y apoyar a los niños de mi comunidad, para continuar apostando al futuro de nuestro país forjando, por medio de la enseñanza de valores y aprendizaje, a niños, adolescentes y jóvenes que son los adultos del mañana”.

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