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Hasta el mediodía de este martes, 25 de octubre, se registraban 162 familias desalojadas de La Ladera. Sin embargo, el número podría aumentar debido a que Protección Civil y Bomberos del Distrito Capital siguen la evaluación la zona
Caracas. Cándida Soto fue desalojada de su casa, en La Ladera II, en la parroquia 23 de Enero. Es una mujer de 75 años de edad, con hipertensión y osteoporosis. Vive con dos nietos adultos en una casa que está llena de grietas. La vivienda se está hundiendo.
Por ahora Cándida pasa las noches en casa de uno de sus hijos, mientras sus nietos se quedan durante el día al cuidado de la casa y a la espera de sacar los últimos corotos. No está negada a ir a un refugio, pero tampoco es una idea que la convenza.
“Nos dijeron que si queríamos ser reubicados de inmediato nos podían mandar fuera de Caracas y el que se quiera quedar en Caracas, tiene que irse a un refugio o irse a casa algún familiar”.
La casa de La Ladera fue un espacio que le cedieron a uno de los hijos de Cándida hace más de un año. Y decidió mudarse porque antes vivía alquilada, en la misma zona, junto con otro hijo y dos nietos. “Sentimos que al menos de ese lugar no nos podían correr”.
Sin certeza
Ninguna familia desalojada del barrio La Ladera II tiene certeza de dónde serán reubicadas. Sus viviendas están sobre un terreno que comenzó a ceder desde hace una semana y que terminó por deslizarse el lunes, 24 de octubre.
Ese día colapsaron 12 casas durante las fuertes lluvias que se registraron en horas de la tarde, en Caracas.
Los desalojos preventivos iniciaron hace una semana y continuaron durante la mañana de este martes, 25 de octubre. Muchos de los afectados bajaban por las escaleras principales con televisores, ropa, bolsos, colchones e incluso matas. La idea era salvar todo lo que pudieran.
La mayoría llevó sus pertenencias a casa de familiares o amigos cercanos, en donde algunos también han encontrado un techo para pasar las últimas noches, mientras las autoridades gubernamentales les dan una solución definitiva.
Un grupo de damnificados fue reubicado provisionalmente en los espacios de un Centro de Atención Integral (CDI) del 23 de Enero y otros fueron llevados a hoteles. Pero hasta ahora no hay solución definitiva.
Más casas en riesgo
Las paredes de la casa de Gladys Cáceres tienen un sonido particular cuando las tocan. Esto es producto de las filtraciones que se han empeorado con las lluvias de este año 2022.
La pintura y el cemento de las paredes están carcomidos y hay grietas en el piso, otras pruebas de que la casa está en malas condiciones. Además la casa de Gladys es una estructura sin columnas.
Gladys vive en La Ladera I junto a sus tres hijas, una de ellas con síndrome de down, y tres nietos. Por los momentos, los funcionarios de PC que inspeccionaron la casa, le pidieron que desalojaran uno de los cuartos debido al peligro de derrumbe.
En la casa todos están sin empleo. Una de las hijas de Gladys vende aguacates y por ahora es el único ingreso económico dentro del hogar. Su otra hija se quedó sin empleo recientemente. La ayuda que reciben es a través de dos comedores sociales que están en la zona.
Me da miedo de que se me vaya a caer la casa. Yo lo que pido es que me den materiales para arreglar la casa”.
162 familias afectadas
El ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos 60 viviendas están en riesgo y 162 familias afectadas aproximadamente, en La Ladera.
Sin embargo, Sergio Santo, oficial de Protección Civil (PC) del Municipio Libertador, explicó que aún siguen las inspecciones de la zona, ya que el terreno sigue en desplazamiento. Por eso no descarta que las cifras de afectados pueda aumentar.
No hubo heridos ni muertos. Las viviendas (más afectadas) fueron desalojadas con anticipación”, precisó el oficial de PC.
Refugios
La casa de Enderlyn Guerrero no ha terminado de ceder porque hay un árbol de aguacate que sostiene parte de la estructura, pero las paredes ya tienen grietas muy profundas.
Por la casa de la mujer hicieron un censo la mañana del martes, 25 de octubre, cuando finalmente fue desalojada junto con su familia.
Me dijeron que esperara. Me dicen que vamos para un refugio, pero pienso mucho porque tengo tres niños”.
Enderlyn y su esposo tienen tres hijos de 10 meses, tres años y ocho años de edad. Su esposo tampoco sabe qué pueden hacer, ni está seguro de irse si aceptan la propuesta del refugio. Por ahora, la familia duerme en casa de un familiar.
Como el resto de los desalojados, Ederlyn tampoco tiene la seguridad de a cuál refugio serán enviados. “A mí simplemente me dijeron que estuviera pendiente, que nos van a enviar para un refugio a esperar por una casa”.
El comentario que se repite entre los afectados es que una vaguada en el año 2010 también provocó deslizamientos en La Ladera.
“Esa vez tampoco nos dieron solución y ahora volvió a pasar”, comentó Lilia Pacheco, otra de las afectadas.
Según una publicación del 2010 del portal web Aporrea, entre las zonas más afectadas por la vaguada de ese año estuvo La Ladera.
Punto de control
Desde el lunes, 24 de octubre, hay un punto de control instalado cerca de la zona en riesgo donde está una carpa de PC y Bomberos del Distrito Capital, otra para la atención médica primaria y otra para el censo de las familias afectadas. También hay custodia de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.
En la carpa de atención primaria, la médico pediatra Rosalía Chavasquer, explicó que entre los desalojados han atendido a personas con hipertensión y dificultades para respirar. En la carpa también hay dotación de agua potable y han repartido alimentos para los afectados.
Este martes en la La Ladera también hubo presencia de funcionarios de la alcaldía de Libertador, Hidrocapital, Pdvsa Gas y del plan gubernamental 1×10 del Buen Gobierno.
Las fuertes lluvias registradas en el país han causado estragos en Caracas. La semana del 19 de octubre al menos ocho familias se quedaron sin vivienda en el sector Maca de Petare.
También en Colinas de Bello Monte un grupo de vecinos fue desalojado de una quinta, tras un deslizamiento. Y en Cotiza un hombre resultó lesionado, luego de que le cayera el techo de su vivienda encima,
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