Por el cierre de la frontera en el estado Táchira, las personas que necesitaban volver al país el pasado fin de semana tuvieron que ingeniárselas
Mayela Armas/@mayearmas
Caracas. El 20 de agosto el Gobierno ordenó el cierre de la frontera y la vida de muchos se trastocó. Esteban es un profesor que para llegar a San Cristóbal desde Puerto Santander gastó más de 20 mil bolívares en transporte, porque tuvo que trasladarse en taxi, mototaxi y hasta en canoa.
Esteban (nombre ficticio para preservar su identidad) cuenta que salir y entrar al país fue una odisea. El drama comenzó el jueves cuando partió de San Cristóbal con destino a Cúcuta, porque desde allí tenía que tomar un vuelo para Bogotá. El motivo: acompañar a su hijo, que se ganó una beca para estudiar en el extranjero, y quien el viernes debía viajar desde el aeropuerto de la capital colombiana.
Relata que cuando llegó a San Antonio el paso ya estaba cerrado. “Con urgencia tenía que ir a Bogotá. No podía dejar que mi hijo perdiera el vuelo, porque eso implicaba que perdería la beca que con esfuerzo ganó. Y por ser menor de edad yo debía ir con él hasta el aeropuerto”.
Por el atraso del Gobierno en la entrega de divisas a las aerolíneas, hay restricciones con los vuelos y los venezolanos tienen que adquirir boletos en dólares y usar diferentes rutas para salir del país, siendo Bogotá una de ellas. Pero para llegar allá, Esteban y su hijo tuvieron que padecer. Dice que “en el taxi nos tuvimos que trasladar de San Antonio a Ureña a ver si podíamos pasar, allí se nos acercó un funcionario de la Guardia Nacional que nos dijo que tampoco había paso, porque el Presidente (Nicolás Maduro), dio la orden”.
El profesor no descartó irse por alguna trocha para llegar al lado colombiano, pero los guardias le advirtieron que “eso estaba más peligroso de lo normal”. Luego de indagar, le dijeron que por Boca de Grita había un paso hacia Puerto Santander. “Yo tenía que irme, y tenía que buscar las maneras de pasar, y pude hacerlo a través de un pequeño paso peatonal”.
Después del largo recorrido, llegó a Bogotá. Esteban había planificado regresar a San Cristóbal el domingo 23 de agosto, sin embargo, decidió volver el sábado. Ese fin de semana el jefe del Estado declaró el estado de excepción en seis municipios del Táchira con lo cual las restricciones se ampliaron.
El retorno del profesor universitario fue una odisea mayor. Al llegar a Cúcuta vio que la gente estaba molesta, porque necesitaba trasladarse y no podía.
Ante lo que sucedía en ese lado de la frontera optó por tomar la ruta del jueves. Expresa que “un trayecto que no pasa de dos horas, lo tuve que hacer en 11 horas. Para poder llegar a San Cristóbal agarré taxi, mototaxi, canoa y autobús, y además gasté más de 20 mil bolívares”.
Detalla vía telefónica que “un taxi me llevó de Cucutá a Puerto Santander y de ahí quería pasar a Boca de Grita, pero ya no había paso peatonal, todo estaba cerrado. Entonces decidí buscar a los canoeros. En canoa me fui hasta la playa del río cerca de Boca de Grita. Cuando llegué tomé un mototaxi. En esa zona hay mototaxistas, que te llevan hasta el terminal de autobuses, donde tomé uno para San Cristóbal”.
A Cucutá llegó a las 10 de la mañana del sábado y a su casa en San Cristóbal arribó a las 9 de la noche del mismo día.
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