Luego que los trabajadores del centro asistencial denunciaran las precarias condiciones de la emergencia y del riesgo que representa un poste de alto voltaje dentro de las instalaciones, varios miembros del personal han sido objeto de acoso laboral y de procedimientos administrativos.
Maracay. “Por denunciar las condiciones en las que estamos trabajando, se me abre un procedimiento administrativo”. El testimonio pertenece a Yuly Castellanos, enfermera en la emergencia del ambulatorio del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) en Caña de Azúcar, municipio Iragorry del estado Aragua.
Castellanos forma parte del personal de salud que se ha atrevido a denunciar públicamente, las condiciones precarias y de riesgo en la que laboran más de 40 trabajadores en el referido ambulatorio del IVSS.
Su reclamo ocasionó que las autoridades del centro asistencial, encabezadas por la directora Nelly Pérez, abrieran un procedimiento administrativo en su contra.
“Bajo amenaza, se me abre un procedimiento administrativo, por un supuesto abandono de la jornada laboral”, refiere la enfermera.
Durante la pandemia, en el ambulatorio se acordó un plan interno de jornada laboral, en el que el personal trabajaba una semana y libraba otra. Desde hace cuatro meses, cuando las condiciones de la emergencia se agravaron, Castellanos decidió abordar a la directora para que solucionara.
Esas exigencias hicieron que me pusiera el ojo y me suspendieran el plan de horario solo a mí, sin notificación escrita”, refirió
Tras reintegrarse de su semana libre, contó que le informan en un oficio, de un procedimiento administrativo basado en un supuesto abandono del trabajo, sancionado en el artículo 85 de la Ley del estatuto de la función pública y causal de destitución.
Fui la única enfermera a la que le aplicaron esta sanción, porque estoy exigiendo un baño para los pacientes, quienes deben hacer sus necesidades en el área del estacionamiento y muchas veces tenemos que cederles el único baño del personal”, detalló la enfermera.
Pero a pesar de ello, Castellanos reitera sus reclamos y le suma a sus denuncias, la inexistencia de personal de seguridad para la emergencia, necesario para resguardar las instalaciones y la integridad física de pacientes y personal.
“Estos reclamos le causaron furia a la directora Nelly Pérez y arremete contra mí, solo por exigir soluciones para el ambulatorio, para que siga brindando un servicio a la comunidad”, señaló.
Otros procedimientos
Y no ha sido solo ella. El abogado Alexis Goatache, señala que el acoso laboral emprendido por la directiva del centro asistencial, ha estado dirigido a todo el personal, aún cuando solo algunos, se han atrevido a denunciarlo, inclusive ante los tribunales.
Entre las violaciones presentadas por el abogado Goatache, ante el Tribunal Superior Contencioso Administrativo del estado Aragua, se incluye la asignación de cargas horarias superiores a 50 horas semanales, que contradicen lo previsto en la contratación colectiva suscrita por la Federación Nacional de Sindicatos Regionales, Sectoriales y Conexos de Trabajadores del Sector Salud (Fenasirtrasalud).
“Para la jornada asistencial diurna, el empleador y los trabajadores, convienen en reconocer tres (3) tipos de jornadas semanales asistenciales diurnas: De treinta horas (30) semanales, de treinta y seis horas (36) semanales y de cuarenta horas a cuarenta y dos horas (40-42) semanales, todas calculadas en base al promedio semanal de horas laboradas en ocho (8) semanas consecutivas”, refiere el acuerdo sindical.
En las peticiones hechas ante el tribunal, también se solicita para el personal de salud del ambulatorio, la garantía de óptimas condiciones de seguridad, higiene y ambiente de trabajo adecuado.
Como ya es del dominio público, el personal de salud del ambulatorio del IVSS en Caña de Azúcar, que atiende a los habitantes del municipio Iragorry y parte de Costa de Oro, viene denunciando las precarias condiciones de la estructura física en donde funciona la emergencia, al punto de solicitar inspecciones a Corpoelec, Inpsasel, y Bomberos, que fueron obstaculizadas e impedidas en varias oportunidades por la directora del centro.
La semana pasada, una comisión del cuerpo de bomberos, encabezada por el Capitán Edgar Espinoza, fue amedrentada por funcionarios de la Policía de Aragua y de la PNB, quienes fueron llamados por la doctora Nelly Pérez, para impedir que se realizara la inspección técnica.
Pese al amedrentamiento, los bomberos emitieron un informe preliminar que corrobora, entre otras deficiencias estructurales, el riesgo inminente que representa un poste de 13.800 voltios que literalmente, atraviesa por dentro a la emergencia y que constituye un peligro para el personal y los pacientes.
La inspección determinó igualmente que en la emergencia del ambulatorio hay desprendimiento del techo raso, por lo que las tuberías de aguas servidas y de electricidad están expuestas. Carece de lámparas de emergencia, de extintores portátiles y de señalizaciones de salida, entre otras deficiencias estructurales.
La emergencia del ambulatorio del IVSS en Caña de Azúcar, funciona en un área improvisada desde hace cuatro años aproximadamente. Los trabajadores suponían que sería provisional, mientras se ejecutaban y culminaba los trabajos de reparación de la verdadera emergencia.
Pero han pasado más de cinco años-explica la licenciada Miriam Garcia-sin que las remodelaciones y reparaciones concluyan.
Pide la salida inmediata de la directiva completa del ambulatorio, a quien califica de inhumana y de hostigar, amenazar y sancionar a quienes en el ejercicio de sus derechos, siguen exigiendo mejores condiciones laborales.
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