El servicio del Cabletren de Petare, que fue inaugurado hace nueve años con solo tres estaciones de las cinco prometidas, se encuentra en aparente mantenimiento, aunque esta información no fue notificada a los vecinos. En el día se puede observar a técnicos y operadores del Metro de Caracas caminando por las vías del tren.

Caracas. Desde hace más de tres meses el Cabletren tiene las santamarías de sus estaciones cerradas. En lo que va del año 2021 tampoco son muchos los días en que ha prestado servicio de forma continua, según los testimonios de vecinos de los sectores aledaños al kilómetro uno de la carretera vieja Petare-Guarenas, quienes son los más afectados por la paralización de este transporte público.

Petare
Foto: Tairy Gamboa

Antes de que dejara de funcionar, el llamado Cabletren Bolivariano prestaba servicio desde su unidad de transferencia con la estación Petare del Metro de Caracas hasta la entrada del barrio 5 de Julio, un recorrido de un poco más de un kilómetro, que dura aproximadamente seis minutos y que evita que los usuarios tengan que caminar o gastar pasaje, por el cual actualmente los pocos conductores que trabajan en la zona cobran 800.000 bolívares, aunque en las noches la tarifa aumenta.

De noche cobran hasta 1.500.000 bolívares, y el que no tiene efectivo para pagar tiene que caminar. Y la parada de camioneticas es muy peligrosa. De noche roban mucho por aquí. Por eso después de las 7:00 p. m. todo el mundo pasa apuradito, contó Yolanda Mendoza, residente del barrio Vista Alegre, el cual tiene su entrada en las afueras de la estación 19 de Abril del Cabletren.

Foto: Tairy Gamboa

El Cabletren es un servicio que hasta antes de su paralización se mantenía gratuito. Yolanda contó que, a pesar de que este transporte, de tipo “People mover”, solo tiene tres estaciones (Petare II, 19 de Abril y 5 de Julio), es un servicio muy utilizado en la zona, por lo que, cuando estaba activo, era normal que se formaran largas colas para abordarlo, sobre todo después de las 5:00 p. m.

Todos aquí desean que vuelva a funcionar, porque de verdad que es una ayuda para nosotros”, subrayó Yolanda.

La última vez que Yolanda utilizó el servicio fue en 2019. Para ese momento trabajaba en La California y el Cabletren le ahorraba tiempo para llegar a su empleo. Sin embargo, dijo que ya para ese año las escaleras mecánicas de las estaciones no funcionaban. También mencionó que las instalaciones no tenían presencia de operadores del Cabletren ni de personal de seguridad.

Daba miedo montarse debido a lo solas que estaban las estaciones, cualquiera podía robarte”, expresó Yolanda.

En el día se puede observar a técnicos y operadores del Metro de Caracas caminando por el medio de las vías del tren. Los vecinos de la zona presumen que el servicio se encuentra en mantenimiento, pero a ellos no se les notificó el cierre completo de las estaciones.

Petare
Foto: Tairy Gamboa

“A veces solo abrían una estación, pero desde hace meses que está completamente paralizado. Allí adentro hay gente, pero nosotros no sabemos nada de qué pasó con el Cabletren, si es que está en mantenimiento o si están reparando alguna falla”, comentó Emerson Mata, habitante de barrio Sucre en Petare.

Antes de comprarse una moto, Emerson utilizaba con frecuencia el Cabletren. Como habitante y beneficiario del servicio, nunca estuvo de acuerdo con que no se pagara pasaje para utilizar este transporte, que costó al país 450 millones de dólares, un dato de la investigación del medio Armando.Info sobre la construcción de este tipo de transporte, muy parecido a los construidos en Venecia, Las Vegas y El Cairo.

“Todo lo gratis se termina dañando. Dejaron de cobrar pasaje y se volvió un caos y un desastre. Las instalaciones aún se encuentran medianamente bien, pero si sigue así no creo que duren mucho”, comentó Emerson.

Cada vez que Margarita González sale a hacer mercado debe caminar con las bolsas por toda la ruta del sector llamado “Fechas Patrias”. Este martes fue uno de esos días. Anteriormente el Cabletren le echaba un empujón hasta su casa, en el barrio San José. Pero ahora solo camina cargando las compras con ayuda de su hijo.

“En todo lo que va de año casi no ha trabajado. Lo abren por muy pocos días. Y cuando abre, ves las estaciones vacías y hay que subir un montón de escaleras porque las mecánicas no sirven. Yo lo usaba para ahorrarme una parte de la caminata”, expresó Margarita.

Foto: Tairy Gamboa

El proyecto del Cabletren de Petare incluía la construcción de cinco estaciones, de las cuales solo se inauguraron tres en 2013. Las otras dos (24 de Julio y Waraira Repano, esta última estaría conectada con el ferrocarril Guarenas-Guatire, que tampoco culminaron) solo quedaron en planes.

La construcción del Cabletren estuvo a cargo de las contratistas internacionales Odebrecht y Doppelmayr, las cuales también participaron en los proyectos del Metrocable de San Agustín y el de Mariche, el cual también quedó inconcluso.

Buhoneros en la zona y el matraqueo de la policía

Una de las promesas que venía incluida con la construcción del Cabletren era la reubicación de los comerciantes ambulantes de la zona en un minicentro comercial construido bajo los rieles del tren. Hoy en día, esta infraestructura se encuentra en paupérrimas condiciones y con muy pocos locales en funcionamiento. En cambio, las afueras del minicentro comercial lucen repletas de buhoneros.

Una de ellas es Yolanda Mendoza, quien lleva trabajando a las afueras del Cabletren desde comienzos de la pandemia. Allí vende ropa usada de mujer y de bebés, desde las 6:30 a. m. hasta as 2:00 p. m. Lo poco que gana al día se ve comprometido por el abuso policial. Yolanda denunció que diariamente funcionarios de la Policía de Sucre les piden a los comerciantes “una colaboración” de un dólar para dejarlos trabajar en la zona.

Si no se los das, te amenazan con llevarte preso o quitarte la mercancía. ¿Sabes lo que cuesta vender un dólar para que uno se los esté dando a ellos? Uno prácticamente está trabajando para ellos. Se aprovechan de la necesidad. Uno no hace esto porque quiere. A nadie le gusta estar trabajando en la calle”, lamentó.


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