El día de la Virgen de La Candelaria no pasó por debajo de la mesa. Centenares de feligreses pasearon por su templo durante todo este martes 2 de febrero.
Caracas. Dos personas por banco. Así estaban dispuestos los devotos de la Virgen de La Candelaria que oraban frente a su pedestal, ubicado en la nave norte de la iglesia que lleva su mismo nombre. Desde antes de las 8:00 a. m. ya estaban haciendo colas en los alrededores del templo diocesano, declarado así durante la misa de Acción de Gracias con motivo de los 101 años de la muerte del venerable José Gregorio Hernández, celebrada en junio pasado.
La Iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria fue elevada a Santuario Diocesano por ser centro de constante peregrinación de hombres y mujeres de todo el país.
Y este 2 de febrero los creyentes católicos cumplieron con su cita mariana. En esta fecha la iglesia universal celebra la fiesta de la Presentación de Jesús en el templo, donde se realiza el encuentro con Simeón y Ana, que se entiende como el encuentro del Señor con su pueblo, y además se realiza la purificación ritual de la Virgen María.
Con tapabocas, guantes y algunas con máscaras que protegían sus rostros se dispusieron a visitar la figura que representa a la virgen madre. Tomaron fotos, hicieron videos y alabaron con cantos entre los espacios de las misas ofrecidas.
Vengo todo los años y este no podía dejar de asistir, pido por mi familia, por el país y ahora para que se acabe la pandemia”, decían los feligreses mientras esperaban su ingreso al recinto, donde solo se permitían sentadas 120 personas.
De cinco en cinco eran pasados. Funcionarios de la PNB, los bomberos y Protección civil, conjuntamente con el grupo de colaboradores de la iglesia, mantenían el orden y garantizaban que se cumplieran las medidas de seguridad: control de temperatura y gel para la limpieza de las manos.
Una vez dentro de la instalación, eran ubicados con una separación de más de un metro y medio de distancia.
No hubo aglomeraciones en los nichos de los santos, pues fueron retirados de los pedestales. Incluso el acceso a la tumba de José Gregorio Hernández se restringió para centrar toda la atención y los honores a la “virgen negra”.
Cuando nacía el primogénito era llevado a los cuarenta días al templo para su presentación, así como lo describe la Ley de Moisés, por eso desde el 25 de diciembre que se celebra el nacimiento de Jesús, a los 40 días (el 2 de febrero) José y María cumplieron con llevarlo a consagrar.
Este martes se hicieron cinco misas para los devotos de la Virgen: a las 8:00 a. m., a las 10:00 a. m., a las 12:00 m., a las 3:00 p. m. y a las 5:00 p. m., esta última oficiada por el cardenal Baltazar Porras, administrador Apostólico de Caracas.
Al final de la tarde está previsto sacar el pedestal hasta la puerta para que adoren libremente a La Candelaria, así como se hizo con la figura de José Gregorio Hernández en junio pasado.
Esto emociona mucho. Le tengo mucha fe a la virgen. Nos tiene que ayudar a mejorar el país”, dijo Luisa Díaz, mientras esperaba su turno para entrar.
En las homilías se insistió mucho a los devotos de la Virgen en la oración, para mantener la esperanza en medio de la crisis por la que atraviesa el país.
La adoración mariana de la Virgen de La Candelaria tuvo su origen en Tenerife, España. Según la tradición, se le apareció en 1392 a dos aborígenes que pastoreaban su rebaño.
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