Una multitudinaria marcha de estudiantes en Puerto Ordaz fue dispersada en el punto de llegada, la Plaza Monumento, el lugar en el que hace una semana se concentró sin contratiempos el oficialismo.

Ciudad Guayana. El oficialismo quiere convertir a la Plaza Monumento CVG en su bastión. No porque en las tardes los fieles a Hugo Chávez se reúnan en ella para estudiar documentos, analizar frases y venerar la memoria del fallecido mandatario.

Pues no. En las tardes corrientes, la Plaza Monumento es el punto de encuentro de transeúntes que, en sus alrededores, esperan los autobuses del precario sistema de transporte para ir a sus casas.

La Plaza Monumento CVG, en Alta Vista, Puerto Ordaz, es un bastión del chavismo solo los días del año —que son pocos— en los que hay una marcha oficialista. Como ocurrió el jueves 1° de junio, cuando una caminata a favor de la Constituyente encabezada por el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, y por el gobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez, partió de allí sin contratiempos y con el resguardo de la Guardia Nacional y de la Policía de Bolívar.

Menos de una semana después cambió el panorama: este miércoles, la Monumento y sus alrededores estuvieron atestadas de guardias nacionales. Pero no para escoltar a Cabello y compañía, sino para que la oposición no llegara a ella.

Estudiantes en la calle

La oposición que este miércoles marchó hasta la Monumento tenía un grueso en su representación: estudiantes.

La primera concentración fue en frente de la UCAB Guayana. Antes de partir, una asamblea de estudiantes —que encabezó la presidenta de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, Rafaela Requesens— recalcó el propósito: llegar a la plaza y rechazar de plano la propuesta constituyente de Nicolás Maduro.

“Hoy vamos a demostrar que la plaza Monumento es de la gente. No de ellos: es de la gente, de los guayaneses”, repetían al micrófono los líderes de la manifestación.

La primera marcha se unió, luego, con una segunda de sociedad civil y de partidos en la urbanización La Churuata. A su vez, estas dos se empalmaron con una tercera, proveniente de Unare: todo en Alta Vista, a pocos metros de la plaza.

Ni cinco minutos duraron los manifestantes en la plaza —por cierto, protagonistas de una de las caminatas más grandes de las que ha habido en Ciudad Guayana, comparable con la del 1° de septiembre: los guardias, apenas comenzaron los empujones, dispararon gases y perdigones. Hubo, luego, una lluvia de piedras y botellas y un correteo de tanquetas a los manifestantes. Una media hora, a lo sumo, antes de que una lluvia pertinaz dispersara finalmente a los pocos manifestantes que quedaron.

Foto: Marcos Valverde


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