Disputa en Mérida: Mocha del Tamarindo tiene más méritos que héroes chavistas

El bautizo de espacios con nombres de próceres revolucionarios genera una pelea en Mérida, donde consideran que ese estado tiene personajes que merecen ese reconocimiento

Hernán Lugo-Galicia /@HLGNapita

Caracas. La nomenclatura chavista genera discordia en Mérida. El bautizo de calles, corredores e instituciones con próceres de la “revolución del siglo XXI”, por parte de la gobernación o alcaldías, no es bien percibida por quienes creen que el estado andino tuvo, tiene y tendrá hombres y mujeres que merecen ser reconocidos, en lugar de recurrir a quienes no tienen vínculos territoriales o afectivos.

Las últimas disputas las provocan los nombres del diputado del PSUV, Robert Serra, y el concejal de Libertador, Caracas, Eliézer Otaiza, asesinados de manera brutal en la capital de la república, en hechos atribuidos al hampa común, aunque Miraflores responsabiliza a la “derecha violenta”.

La Gobernación anunció que bautizará el elevado de Iberia, en la ciudad de El Vigía, como “Robert Serra”, que será inaugurado a la mitad de septiembre. Ya, el nombre de “Comandante Otaiza”, compañero de armas de Hugo Chávez el 4-F, está en la sede del Inces, en Mérida.

“Se le rinde tributo a revolucionarios insignificantes del siglo XXI, por encima de la opinión ciudadana y en contra del gentilicio merideño”, afirmó Daniel García, secretario general del partido Independientes Progresistas Merideños (IPM).

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Chávez criticó a gobernadores y alcaldes que usaban el “socialismo”, a Simón Bolívar y a la patria para colocarlo en plazas, calles o avenidas, púes creía que no eran revolucionarios y que escondían su verdadera inclinación política.

García señaló que el gobernador no consultó a Los Vigienses sobre cómo llamar el elevado y que Serra “no significa nada para los merideños”.

“Más méritos –expresó- tiene La Mocha del Tamarindo. Esa mujer, humilde, es referencia tradicional en El Vigía”.

La historia relata que hace más de 90 años esa mujer fue descubierta por su esposo cuando le era infiel. “En respuesta por los celos y lleno de ira, el esposo les cortó los brazos. La desdichada mujer no le quedó otro camino que ser una prostituta que atendía a los jornaleros que llevaban en tranvía a El Vigía. Los alejaba de la pena, del trabajo duro de aquellos. Desde entonces hasta la fecha, permanece en la memoria los merideños. En cambio, Serra no le dice nada. Fue un joven que, lamentablemente murió en extrañas circunstancias sin mérito alguno más que ser un brabucón ‘revolucionario’”, relató García.

La semana pasada, la gobernación del estado colocó una placa en una obra con el nombre de Domingo Alberto Rangel, que causó polémica porque, a pesar de que fue un hombre de izquierda, fue respetado por su condición de escritor. “Exigimos la reconsideración a tamaño adefesio que ofende al gentilicio merideño”, demandó García, quien fue dirigente de Gente Emergente que apoyó a Chávez al inicio del proceso revolucionario.

Los reclamos de los merideños no se quedarán en las palabras, pues García reveló el plan que seguirán. “De no rectificarse esta situación y sabiendo la cultura autoritaria de este gobierno, estaremos atentos para simbólicamente, luego de consumada la propuesta revolucionaria, vamos a reinaugurarlo con las fuerzas vivas de la región con el nombre de quien califique y sea aceptado por todos los sectores de la sociedad vigíense. Este es otro ejemplo de cómo se pretende sembrar en la conciencia de los venezolanos los nombres de personajes héroes de la revolución del siglo XXI que destruyo al país moral, ética y económicamente y sembró la discordia entre los venezolanos”.


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