Durante la mañana estuvo floja la jornada electoral en las parroquias Coche, El Valle y Santa Rosalía

32 centros se habilitaron en esta parroquia, donde votan 52.233 personas. A las 10:00 a. m., de acuerdo con la versión de los coordinadores de mesa, la participación no llegaba a un tercio de los electores.

Caracas. Los cohetones sonaron a las 5:00 a. m. en el suroeste capitalino, donde ya a las 6:30 a. m. empezaban a instalarse las mesas en los centros de las parroquias El Valle, Coche y Santa Rosalía. Por cuentagotas llegaron los miembros de mesa, y ya a las 7:00 a. m. estaban instalados.

A diferencia de los comicios de diciembre de 2017, en esta oportunidad los grandes ausentes no fueron los miembros, sino los votantes.

En centros como el Pedro Emilio Coll, de Coche —el piloto de la zona y donde deberían sufragar 7320 ciudadanos— a las 9:00 a. m. la cifra no llegaba a 200 personas, muchas de ellas se vieron haciendo la cola en el “punto rojo”, ubicado al cruzar la avenida y no a 200 metros del plantel, como indicó el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Lo visto en el Pedro Emilio Coll se repitió en todos los planteles de la zona.

32 centros se habilitaron en esta parroquia, donde votan 52.233 personas. A las 10:00 a. m., de acuerdo con la versión de los mismos coordinadores de mesa, la participación no llegaba a un tercio de los votantes.

Otro con baja afluencia en horas matutinas fue el colegio Carlos Delgado Chalbauld, cuyos pasillos y salones estaban vacíos. Los miembros de mesa, de las seis instaladas, tenían tiempo de sobra para hablar por teléfono.

Un promedio de 636 personas debían pasar por las máquinas, que se activaron a las 6:50 a. m. Pero a dos horas de abierto el proceso ese derecho no lo habían ejercido más de 200 personas.

Las caras de los cuidadores del proceso hablaban por sí solas de su estimación: muy poquita gente.

En la unidad Fe y Alegría de La Rinconada, en esta oportunidad el evento se realizó en los salones de educación inicial. Lo que se informó fue que debido al robo de equipos ocurrido en diciembre pasado, la directora no habilitó el plantel completo. Igual allí esperaban la asistencia de 4095 electores.

En la parroquia El Valle, que durante la última década se autodenominó chavista, el panorama no favorecía a la convocatoria hecha a principios de año por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

Centros electorales pilotos como el Urbaneja Achelpohl y el Pedro Emilio Coll, en Los Rosales y Coche, a las 10:00 a. m. tenían más personal de la milicia y de la FANB que electores.

Los centros con gran población de votantes estaban con una actividad relajada, tanto que hasta los mismos funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) rendían declaraciones y hacían denuncias. Un caso fue en el liceo Fray Pedro de Ágreda, donde uno de los uniformados señaló que se lo estaban “comiendo los zancudos”.

Ojalá no nos dé dengue. No sé cómo hacen los estudiantes para soportar esto. Aquí hasta las cloacas están colapsadas, relató el efectivo castrense.

Pese a los controles y restricciones que suelen caracterizar un evento de corte presidencial, este 20 de mayo los militares permitieron el acceso a la prensa en varios centros del suroeste capitalino dada la baja actividad.

Los que trabajaron a sus anchas fueron los encargados de los puntos rojos. Se instalaron, en muchos casos, a una o dos cuadras de los colegios. Pero igual tenían a su gente desplegada en los alrededores. Con carpetas en mano y con los celulares para escanear el carnet de la Patria.

Ya en el toldo les tomaban los datos incluso de la carga familiar. Otros preguntaban “usted recibe este Clap, pase por aquí entonces”, refiriéndose al punto. En varias partes había más personas organizando los puntos rojos que votantes.

En El Valle se agolparon algunos votantes a las puertas de los colegios, pero se trató de vecinos de los barrios altos que esperaban transporte.

Muy pocas unidades trabajaron en la mañana. En el barrio Negro Primero, en la calle 18 de El Valle, había tres jeeps. Tampoco hubo un despliegue de las llamadas “perreras”.

Se observó que en muchos planteles se hacía la cola, en caso de existir, en las afueras. Las personas pasaban de 20 en 20. Sin embargo, esto no tuvo relación con colapso de mesas.

Ni los grupos musicales ni los motorizados que solían instalarse estuvieron en los alrededores de la Unidad Educativa Padre Mendoza, donde votan Jorge Rodríguez y Delcy Rodríguez.

En los centros electorales había más presencia de la milicia como parte del Plan República en comparación con otros procesos.

Santa Rosalía 

En esta parroquia, hay instalados 55 centros que para este primer corte del día no tenían ninguna eventualidad, salvo por un elector que rompió una boleta.

En Santa Rosalía el ambiente que reinó era el de un domingo cualquiera. En el centro de mayor población, la Gran Colombia —con 12.064 electores registrados— también se contaba que apenas un tercio de los votantes había acudido a las urnas.

Lo mismo que el Urbaneja Achelpohl, donde no llegaba a 150 la participación de 2596 a media mañana. Las vías estaban despejadas. Muy pocos comercios abiertos y las iglesias repletas de feligreses.

Fotos: Mabel Sarmiento.


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