En La Guaira, Monagas, Sucre y Bolívar son constantes las limitaciones en el bombeo, así como la turbidez del líquido. Este panorama hace que los habitantes de las zonas marginales y rurales sean los que más sufren por el poco acceso al agua.

Regiones. En un recorrido por las regiones de Venezuela se obtiene un retrato de la desigualdad del acceso al agua para los venezolanos. El suministro no llega a los estándares más conservadores de 100 litros de agua al día por persona en pequeñas ciudades. Muchos venezolanos en esos casos subsisten con apenas lo necesario (3,7 litros per cápita).

Habitantes de oriente, occidente, el centro, el sur y las fronteras padecen a diario las deficiencias del servicio. Nadie los escucha. Las causas de la crisis del agua son diversas: poca inversión, cero mantenimiento, contaminación y fallas del sector eléctrico nacional. Pero todas tienen en común una causa: la falta de atención del Estado para resolver el problema.

La Guaira
Hace más de cuatro décadas que en el Litoral Central el suministro de agua por tuberías ha sido deficiente. Antes de la tragedia de 1999, era de 900 litros por segundo, cuando se necesitaban 1700 litros.

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La Guaira es el único estado que no tiene un embalse. Foto: Cortesía Diario La Verdad.

En la actualidad, no solo no se alcanzan los 800 litros por segundo —de acuerdo con la versión de trabajadores de Hidrocapital—, el bombeo general tampoco favorece el flujo por las tuberías en urbanizaciones y barriadas, la mayoría en terrenos inclinados. El déficit de distribución de agua es de casi 50 %.

El suministro de agua ha sido problemático, pero ahora es peor porque no hay un bombeo adecuado por la falta de mantenimiento de las máquinas en las estaciones y subestaciones de Hidrocapital”, explicó un técnico del área, que labora en la estación principal ubicada en Maiquetía, y solicitó a Crónica.Uno la reserva de su identidad.

La solución a este drama cotidiano se había proyectado en 1998 por Hidrocapital, bajo el mando de José María de Viana: construir el embalse de Puerto Maya, en el extremo oeste de la región, límite con el estado Aragua. Sin embargo, aquel estudio técnico, que ya contaba con el aval de la población de la zona, quedó relegado por el deslave y el advenimiento de los gobiernos locales del chavismo.

Miembros de los consejos comunales instaurados por el partido de gobierno reconocieron que en la decisión de paralizar la obra hubo más motivaciones políticas que razones de ingeniería hidráulica.

“Nos perjudicaron, este es el único estado de Venezuela que no tiene un embalse para recolectar las aguas de lluvia para luego usarlas en temporadas de sequía”, admitió vía WhatsApp Rómulo Correa, dirigente vecinal de Puerto Maya.

El agua que llega al Litoral Central proviene de la aducción Maya-Picure, algunos pequeños diques como el de Petaquire (en Carayaca) y Migueleno (en Camurí Grande), y un aporte que se distribuye desde el embalse de La Mariposa, en el estado Miranda.

Maturín
La planta potabilizadora del Bajo Guarapiche en Maturín ofrece un servicio intermitente, la mayoría de las parroquias reciben agua de manera interdiaria e incluso pasan más de cuatro días sin el servicio.

La empresa Aguas de Monagas asegura que las constantes paralizaciones de la planta de tratamiento obedecen a los altos niveles de turbidez en el río Guarapiche, como consecuencia de las lluvias.

Sin embargo, la falta de agua en parroquias como Altos de Los Godos data de hace más de 15 años. Los ciudadanos sostienen que esto no tiene que ver con factores climáticos, pues carecen de este servicio tanto en temporada de lluvias como en sequía.

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En Maturín el servicio es intermitente. Foto: Cortesía.

Luis Díaz, coordinador del Observatorio de Gestión Pública, precisa que los cierres recurrentes de la planta del Bajo Guarapiche están asociados a la falta de químicos para potabilizar el agua.

Cuando hay lluvia hablan de turbidez y cuando es verano dicen que no bombean agua por la sequía. Hemos hecho varias encuestas y en 80 % de las comunidades que se abastecen de la planta no llega el agua, presumimos que los constantes cierres tienen que ver con la falta de aditivos para tratar el agua”, dice Díaz.

Hasta ahora no hay confirmación sobre un racionamiento o limitación del servicio de agua, sin embargo, el bombeo en el casco central de Maturín y zonas aledañas no es regular.

Sucre
El suministro de agua potable en algunos municipios del estado Sucre es realmente “dramático”, según expresiones de los habitantes afectados en comunidades como Araya, Cumanacoa, Carúpano, Marigüitar, Santa Fe y hasta en Cumaná.

En sectores de Cumaná y Santa Fe en el municipio Sucre, residentes denuncian que pasan hasta más de una semana sin recibir agua potable por tuberías o en su defecto, como es el caso de Santa Fe, “el agua que llega no es apta para el consumo. Está tan sucia que no se puede ni lavar”.

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En el estado Sucre al igual que en otars entidades son frecuentes las protestas por la falta de agua. Foto: Cortesía.

Los habitantes de la península de Araya reciben agua potable cada 28 días. “Aquí se sobrevive con agua almacenada en pipotes porque ni siquiera se garantiza el abastecimiento por cisternas”, dicen.

Igual denuncian los vecinos de Marigüitar, Cumanacoa y Carúpano. “El suministro de agua potable por tubería es irregular y las paradas de la hidrológica por manteniendo se convierten en cortes prolongados. La cotidianidad es un verdadero suplicio”.

Los sucrenses también advierten que “el agua está llegando sucia y hasta maloliente”.

La investigadora de la Universidad de Oriente, Ivis Fermín, jefe del Departamento de Oceanografía, participó en 2019 en el más reciente estudio de medición de la calidad de agua en Sucre. Aseguró que la potabilización de este recurso cumple con los estándares de las condiciones de uso establecidos en el decreto 883 de 1995 del Ministerio de Ambiente y los parámetros Covenin que condicionan las Normas Sanitarias de Calidad del Agua Potable.

En atención a las denuncias de los habitantes de Cumaná, la experta estima que probablemente la falta de mantenimiento de la infraestructura, averías, fugas y roturas en algunos tramos del sistema pudieran provocar la mezcla de agua potable con contenido de materiales disueltos y suspendidos en algunas zonas de la ciudad.

Con todo, asegura que el agua potable que recibe la ciudadanía a través de las tuberías es totalmente apta para el consumo por cuanto durante el diagnóstico del estudio de la calidad de agua del 2019, “80 % de la muestra aseguró que consumía el agua directamente del grifo sin pasar por algún sistema de filtración u ozonización”.

Aunque el equipo de Crónica.Uno insistió en la consulta a representantes de Hidrocaribe en Sucre, estos alegaron que no podían declarar por no estar autorizados por el nivel central de la hidrológica.

En las redes sociales de Hidrocaribe el organismo da cuenta de las maniobras para presurizar y estabilizar el sistema Turimiquire, sector Punta Baja, que abastece de agua potable a sectores de Sucre y Nueva Esparta. Para ello realizaron la reparación en las válvulas de 36 pulgadas en la Aducción Turimiquire (ramal oeste) y corrección de fugas en válvula de compuerta de 20 pulgadas y descarga de 12 pulgadas en Punta Baja, asimismo, se atendió la fuga submarina frente a la costa de Salazar (comunidad de la península de Araya) en el ramal oeste.

Bolívar
Desde 2018, Hidrobolívar anunció la redistribución de zonas de los acueductos de Ciudad Guayana para mejorar la calidad del servicio, luego de que toda la ciudad estuviera sin agua por varios días.

Han pasado los años y la situación empeora. Constantemente, la hidrológica atribuye las fallas a una caída de tensión.

La idea de este plan es desvincular del acueducto Toro Muerto (Puerto Ordaz) a los sectores Lomas del Caroní, Las Peonías, Terrazas del Atlántico, Caujaro y Curagua, para vincularlos al acueducto industrial, el cual es subutilizado ya que surte a las empresas básicas y algunas zonas residenciales. Con ello se aprovecharían 500 litros por segundo de agua.

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Hidrobolívar atribuye las fallas a la falta de tensión. Foto: Cortesía.

Hidrobolívar también ha admitido en varias oportunidades el colapso del acueducto que surte a la mayor parte de Puerto Ordaz, específicamente a las parroquias Cachamay, Universidad y 60 % de Unare.

La estación de rebombeo en Toro Muerto, la cual alimenta a Golfo 7, está saturada. Su diseño es para 1850 litros de agua por segundo, y el consumo promedio en la ciudad es de más de 2600 Lts/Seg.

En el acueducto Suroeste hay dos bombas de 400 y 600 litros por segundo, mientras que en el de Macagua son de 730 y 500 litros por segundo. La falta de mantenimiento y de dotación de equipos dificulta la distribución de agua.

 Con información de Rafael Lastra, Natacha Sánchez, Mónica Salazar y Jhoalys Siverio.


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