Maira Cárdenas pasó por la enfermedad de su esposo y luego fue diagnosticada con la patología. Pero, a pesar de las vicisitudes, hoy en día forma parte de una red social que brinda apoyo emocional, tramita donaciones y alimentos a los niños del J. M. de Los Ríos.

Caracas. “Si tú o alguien cercano a ti es paciente oncológico y requiere nuestro apoyo escríbenos a nuestro correo”.

Con esas simples palabras un grupo de mujeres sobrevivientes del cáncer de mama inició hace un año una labor altruista, cuya bandera es luchar por la vida y la salud.

Maira Cárdenas, paciente de cáncer de mama, luego de batallar con su esposo con la misma enfermedad y soportar la dureza de las operaciones y los tratamientos, también fue diagnosticada con la patología.

Quedó estupefacta y destruida emocionalmente. Las personas a su alrededor le infundían ánimos: si ella había logrado mantenerse en pie durante la condición de su esposo, bien podría volcar esa fuerza sobre sí misma ahora.

Entonces inició su tratamiento y con una actitud positiva decidió que sus pasos, frente a esta nueva realidad, no serían otros sino ayudar a los que enfrentan las mismas vicisitudes de su familia.

Hace un año, y a raíz de su participación en las protestas por el derecho a la salud, se reunió con otras pacientes y comenzaron a visitar hospitales.

Maira dando una charla motivacional a las madres del J.M. de Los Ríos.

Un día luego del contacto con una madre y su hijo, ambos pacientes oncológicos, dieron forma a la Asociación Conquistando la Vida.

La idea era ser fieles testimonios de cómo sobrellevar la enfermedad. Así empezaron a replicar el concepto de la resiliencia: la capacidad de hacerle frente a las adversidades de la vida y convertirse en dueño de su propio destino.

Pero en este andar todo les vino junto. Ya no era solo ayudar en el dolor, sino que se sumó la escasez de medicinas y de alimentos.

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Fueron tantas las vivencias y se enfrentaron a tantas carencias que, de ser ese brazo de apoyo emocional de los pacientes, pasaron a organizar una red social que tramita donaciones de medicinas.

Junto con Maira están Mildred Varela, Beatriz Montes, Sara Cabrera y Susana Álvarez, todas padeciendo los estragos de la enfermedad y sin medicinas, pero ninguna para en su principio básico desde que crearon la asociación: la defensa de la vida.

Este miércoles, por ejemplo, participaron en una protesta frente a la farmacia de Alto Costo, y al salir ya estaban planeando la logística para recoger ropas para los niños del J. M. de Los Ríos, así como la sopa que llevan todos los martes a ese centro de salud.

Y aunque suene a cliché, pues las fundaciones y asociaciones sociales están a la orden del día, ellas no decaen y están seguras de que siendo pocas voces, están llegando a miles de personas.

Este es un trabajo que promocionan y que llega a todos los niveles de la sociedad por las redes sociales de @aconvida, sin fines de lucro, pues ellas también están enfermas y en condiciones críticas como Beatriz, quien tiene metástasis en el hígado. Estas mujeres son como el equipo de voleibol del barrio, pero juegan dentro de los hospitales y también salvan vidas.

Foto principal: Francisco Bruzco


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