El Metro jugó adelantado y salió al paso al llamado a paro

A las 6:20 a. m. de este lunes 11, el ministro de Transporte, general Carlos Osorio, y el presidente del Metro, César Vega, hicieron acto de presencia en la estación de transferencia Plaza Venezuela. Hablaron de una situación “normal” y de la operatividad al 100 %, cuando la realidad del sistema evidencia otro panorama: adolece de mantenimiento preventivo, tiene fallas en los aires acondicionados, en las escaleras mecánicas, tiene liberados los torniquetes y una baja oferta de trenes.

Caracas. Contrario a lo que se esperaba —un colapso total en el sistema Metro de Caracas— este lunes 11 a primeras horas del día no se registraron retrasos, no hubo bululú ni exceso de pasajeros en las estaciones de transferencia como Plaza Venezuela y La Rinconada y las casetas de servicios, en su mayoría, tenían operadores activos.

Desde hace más de una semana por las redes sociales y grupos de Whatsapp rodó la información de un paro para este 11 de junio.

La acción se haría extensiva no solo en las 48 estaciones del Metro de Caracas, sino que además cubriría Metro de Los Teques y el Ferrocarril de Los Valles del Tuy. Quizás ello promovió que bajara el flujo de usuarios en las horas pico.

A las 8:00 a. m. la estación de transferencia La Rinconada presentaba poca congestión.

El grupo de trabajadores que promocionaba la protesta —que siempre se mantuvo anónimo— estuvo motivado por “la grave situación de la empresa y el riesgo que esto implica para el personal y los usuarios”.

En el comunicado que hicieron público, responsabilizaban de esta situación a la directiva sindical presidida por Edison Alvarado, “pues colocó en los puestos de gerencia y coordinaciones a familiares y amigos incompetentes que son los causantes del grado de deterioro de la compañía”.

Citaron que no hay dispensadores de boletos, que los torniquetes están liberados, las escaleras mecánicas están dañadas, las estaciones están sucias, los trenes tienen fallas a diario, la vía férrea sufre deterioro, al igual que los equipos de seguridad asociados a ella.

Los funcionarios uniformados y civiles plenaron las estaciones.

Además, los trabajadores se quejan de que les irrespetan los beneficios contractuales como el HCM, el uniforme, el servicio médico, los comedores, el centro de entrenamiento, así como también no les están cumpliendo con la entrega de material de oficina, no tienen agua potable, ni productos de limpieza.

Los empleados se muestran molestos, a su vez, por la caída de los sueldos, lo que ha traído la renuncia de 40 % del personal en lo que va de año.

Operatividad bajo amenaza

La desmejora en el sistema Metro está a la vista de los usuarios, que a diario expresan sus quejas, principalmente por el retraso de los trenes en llegar a los andenes y por la falta de aire acondicionado.

No obstante, este lunes 11 ocurrió que, aun ante el disgusto sostenido de los trabajadores por las fallas que arrastra la empresa, hubo un servicio en funcionamiento, por lo menos en envío de trenes y con casetas operativas.

En el caso del Metro de Caracas, los trenes pasaron con una frecuencia de 5 a 8 minutos; mientras que en el Ferrocarril del sistema Tuy, circulaban cada 15 minutos.

Lo que llamó la atención de los usuarios fue el despliegue dentro y fuera de las estaciones de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Guardia Nacional Bolivariana (GNB), reserva y personal de civil con chalecos del Metro, lo que se presume obedeció a las presiones de los trabajadores.

El ferrocarril llegó cada 15 minutos.

Incluso este llamado a paro movilizó al ministro de Transporte, general Carlos Osorio, y al presidente del Metro, César Vega, a dar declaraciones pasadas las 6:00 a. m. desde Plaza Venezuela. “Estamos garantizando la operatividad del sistema, y la movilidad del pueblo venezolano”, llegó a decir Osorio. “Al sistema Metro no lo para nadie. El llamado es a trabajar”, completó Vega.

Según información que sale de los operadores, que pidieron reservar sus identidades, previo al 11 de junio, se desarrolló una campaña de amedrentamiento.

La gerencia —situación que se repitió en el ferrocarril— llamó a los que tenían guardia este lunes, para “recordarles” que no debían faltar, so pena de investigación y despido.

También fue público y notorio —pues así se promocionó en la cuenta de Twitter del Metro de Caracas— la entrega de electrodomésticos a un grupo de funcionarios.

Fotos: Luis Morillo


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