En este quirófano son atendidos niños con patologías como leucemia linfocítica aguda, aplasia medular o talasemia. El impacto de su paralización es importante porque, por lo general, los padres no tienen otro centro de salud donde llevar a sus hijos para que se hagan estos procedimientos.
Caracas. Tres semanas tuvieron que pasar para que se reparara el aire acondicionado del quirófano de Hematología del hospital J. M. de los Ríos, en Caracas. Esto impidió que niños, niñas y adolescentes pudieran tener acceso por esos días a procedimientos de gran importancia como las punciones lumbares, aspirados medulares o biopsias.
Esta no es la primera vez que se suspenden este tipo de procedimientos. Una trabajadora del servicio, que prefirió mantenerse bajo anonimato, explicó a Crónica.Uno que, durante el año 2020, en al menos cuatro ocasiones tuvieron que parar sus actividades por fallas en el aire acondicionado en el quirófano o en la unidad de mezclas, que es donde se preparan las quimioterapias.
Según informó la trabajadora, el aire fue reparado este 4 de febrero y esperan que la próxima semana retomen las punciones lumbares y quimioterapias intratecales que están pendientes. Cabe resaltar que tienen un flujo de entre 15 y 20 pacientes pediátricos semanales.
Katherine Martínez, directora de la ONG Prepara Familia, explicó que, al igual que en el resto de servicios del J. M. de los Ríos, no existe mantenimiento preventivo y correctivo de ningún equipo desde hace más de dos años, y destacó que es una obligación del Estado y de la dirección del hospital para poder ofrecer un servicio de calidad.
En el quirófano de Hematología son atendidos pacientes pediátricos con patologías como leucemia linfoblástica aguda, aplasia medular o talasemia. Martínez destacó que el impacto de su paralización es importante porque, por lo general, los padres no tienen otro centro de salud donde llevar a sus hijos para que reciban estos procedimientos.
Igualmente, en enero de 2020, los trabajadores de la salud del hospital de niños denunciaron que había más de 40 punciones lumbares atrasadas por problemas con el quirófano. Tampoco podían hacer análisis de laboratorio como hematologías, exámenes de coagulación, química sanguínea y test para la detección de hemoglobinopatías.
Martínez agregó que las transfusiones de sangre también estuvieron suspendidas por tres semanas. Para estos pacientes, además de tener que padecer la odisea de conseguir una bolsa de sangre debido a la dificultad de hallar donantes, también deben afrontar la falta de agua potable en el hospital.
En una ampliación de medidas cautelares otorgada el 21 de agosto de 2019 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) aparecen los niños del Servicio de Hematología del J. M. de los Ríos, una acción que se dio luego de que otorgaran las primeras medidas en febrero de 2018 para el Servicio de Nefrología, donde murieron 12 pacientes pediátricos.
Katherine Martínez resaltó que la mayoría de los servicios del J. M. de los Ríos que siguen en pie es porque el personal de salud, pese a los bajos sueldos que reciben, se han mantenido firmes para no dejar que se pierdan más vidas.
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