No mejora nada el enfermo en el Servicio de Hematología del J. M. de Los Ríos

hematología j. m. de los ríos

Hasta el día lunes no había ni una gota de agua. Ese día no se limpió y el martes solo se hizo con el agua que recolectaron y sin cloro, insumo que les ofrecieron y no llegó oportunamente. No hay nada de reactivos para realizar las hematologías. El servicio de agua no ha sido regular desde hace un mes.

Caracas. Cuando se cumple una semana de la suspensión de las actividades de consulta externa del servicio de Hematología del hospital J. M. de Los Ríos (solo se están atendiendo las quimioterapias, las emergencias y los hemoderivados), únicamente han logrado que se asignen nueve enfermeras —que aún tienen que entrenarse—, y que el aire acondicionado funcione a medias.

Este 21 de enero a la directora de Hospitales, Mercedes Varela, le llegó un comunicado firmado por la jefa del Servicio, María Eugenia Rivero, en el cual se informa de las debilidades actuales.

Se cita que, aunque se activó el aire, lo que bota se siente polvoreado, por lo que los trabajadores ya están presentando ardor en la garganta, tienen tos seca y están usando tapabocas.

En el servicio no se recibió informe alguno acerca de si se hizo y cómo quedó el mantenimiento, no se conoce el estado de los filtros y de los ductos. Tampoco se sabe si están aptos para que se cumpla la quimioterapia, con el mínimo de riesgo para el personal, los enfermos y familiares. Además, destacan que tienen atrasados en su atención a 43 pacientes, 18 de la semana pasada y 25 de la que va corriendo.

Durante el fin de semana arreglaron la pared del pabellón del servicio, pero esa reparación —dicen en el informe— está mal hecha. El encamisado de la pared quedó mal y con la pintura de aceite chorreada, lo que va en contra de las normas de bioseguridad relacionadas con los quirófanos.

A los dos pacientes con brote de pseudomona de noviembre de 2019, quienes tienen meningitis crónica, se les cambió el antibiótico, pero no ha sido posible tenerlos juntos a fin de garantizarles el cumplimientos de los tratamientos y evitar que hagan resistencia a los mismos.

Según el parte médico, estos niños necesitan realizarse cada uno citoquímicos de líquidos cefatorraquídeo y tres cultivos del líquido cefatorraquídeo, los cuales no se hacen en el hospital y los padres no tienen dinero para pagarlos.

Hasta el día lunes no había ni una gota de agua. Ese día no se limpió y el martes solo se hizo con el agua que recolectaron y sin cloro, insumo que les ofrecieron y no llegó oportunamente. No hay nada de reactivos para realizar las hematologías. El servicio de agua no ha sido regular desde hace un mes.

Los trabajadores demandan, como necesidades inmediatas, la limpieza de los bajantes de agua de lluvias ubicados en el techo, impermeabilización de la placa, raspar la columna del pabellón, quitar el “pegoste” que le pusieron y encamisar correctamente la pared, para que quede lisa y pintar con pintura epoxica.

Además, exigen cambiar todo el techo del área y de los consultorios, poner tanques de agua en los tres baños, reja para la puerta con timbre y pulsor interno, con la finalidad de resguardar el material de trabajo del servicio.

Actualmente, no hay nada de reactivos para realizar las hematologías y la coagulación. Tampoco tienen material de laboratorio básico (láminillas, blufer…), cultivos y citoquímicos para la meningitis crónica, quimioterapia y medicamentos de soporte, sangre para los pacientes con genética y pobres en leucocitos, revolade para los que sufren aplasias severas y púrpuras crónicas, y deferasirox para la quelación del hierro de los politransfundidos.

Este servicio, desde agosto de 2019 cuenta —al igual que otros 13— con medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Garantías que no se cumplen, al estar suspendidas las consultas y al presentarse estas deficiencias que han sido reiteradamente denunciadas por los afectados.


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