En Mérida la apuesta es por involucrar a todos los actores -desde operadores, posaderos y las comunidades- en productos turísticos que impulsen su cultura y tengan valor agregado atractivo para los visitantes. En Nueva Esparta apuntan a visitantes interesados en turismo de aventura y contacto con la naturaleza, sin dejar a un lado su oferta playera y de relajación.

Caracas. Siete años consecutivos de contracción económica, junto con dos en pandemia, golpearon fuertemente al sector turístico venezolano, aunque fueron momentos de reflexión que permitieron a todos sus actores idear nuevas estrategias para agarrar un nuevo impulso.

Sin dejar a un lado las experiencias e iniciativas que funcionaron durante varios años (como en épocas de boom económico), los operadores buscan impulsar -con alianzas- nuevos atractivos y áreas menos promocionadas como el turismo de aventura, el gastronómico y el sustentable, que ocupan el centro de sus ofertas.

Son nuevos tiempos y, viendo este renacer del turismo a nivel mundial, dejamos atrás esa práctica de que cada quien andaba por su lado y decidimos trabajar en equipo para promover el estado y sus atractivos a través de nuestras marcas y alianzas”, explicó a Crónica.Uno el guía turístico del estado Mérida y gerente de la agencia Green Travel, Ramón Molina.

Impulso a cultura local y nuevas opciones

Molina, junto con más de 20 operadores y empresarios turísticos de la entidad, participaron en la XXVIII Exposición de la Asociación Venezolana de Viajes y Turismo (Avavit), primera que se organiza en dos años de paralización por la pandemia y que contó con la participación de 103 empresas del sector turístico.

En el caso del estado Mérida, participaron operadores de servicios como alojamiento, transporte turístico, sus conocidos parques temáticos (con entradas en $10) y agencias de viajes. Molina explica que en los últimos cuatro años -y con más ahínco desde 2021 cuando el Gobierno comenzó a flexibilizar la actividad económica- trabajan en desarrollar nuevas opciones para los visitantes.

Entre los proyectos nuevos se encuentran los recorridos o rutas hacia pueblos del sur de Mérida, que involucran tanto a posaderos y hoteleros como empresas de transporte, restaurantes y miembros de las comunidades que se visitan, lo que contribuye a que las poblaciones locales generen ingresos y se impulsa su cultura.

Esto hace que mejore la calidad del producto turístico, porque todos los involucrados -en mayor o menor medida- le agregan más valor a lo que le ofrecemos a los clientes”, explicó Molina.

En Nueva Esparta apuestan por el turismo nacional

El turismo nacional siempre ha sido el principal y más importante de la isla, dijo a Crónica.Uno la presidente de la Cámara de Turismo de Nueva Esparta, Viviana de Vetencourt, al abordar el tema de la invasión de Rusia a Ucrania y su efecto en las visitas que recibieron hasta marzo de turistas rusos.

Por la entidad, conformada por las islas Margarita, Coche y Cubagua, participaron 10 empresas entre hoteles, agencias y mayoristas para promocionar Nueva Esparta como destino, que durante el confinamiento comenzó a desarrollar senderismo, actividades de recreación y contacto con la naturaleza como opción turística alternativa a sus playas y actividad comercial.

El senderismo sí se venía dando pero a raíz de la pandemia y esa búsqueda de conectar con la naturaleza comenzó a profundizarse, dice De Vetencourt, quien añade que -para aprovechar y explorar aún más el auge de esa y otras modalidades turísticas- en la entidad se están impulsando cátedras de turismo sostenible en la formación de guías y anfitriones.

Los cambios del contexto económico también han obligado al sector a innovar y, si bien siguen resaltando a Margarita como opción para el descanso y la relajación, “se le da prioridad a lo que busca el cliente y en este momento vemos que lo que busca el visitante es el contacto con la naturaleza en grupos reducidos”.

Los desafíos para impulsar la reactivación

La crisis de los servicios sigue siendo el principal obstáculo para el desarrollo del turismo tanto en Mérida y Nueva Esparta como en otras regiones del país. Los estados andinos, por ejemplo, están a merced de constantes apagones que limitan el flujo turístico en la zona y la falta de combustible es una constante en gran parte de la nación.

Vialidad, iluminación, limpieza en las calles y mejoras en las vías de acceso son otras de las deudas pendientes del Estado con el turismo nacional, aunque herramientas como la creación de alianzas de operadores turísticos les han permitido elevar sus quejas a ministerios y gobernaciones correspondientes.

La poca conectividad aérea, por su parte, impide que el turismo nacional se desarrolle como esperan sus miembros. Operadores turísticos merideños consultados confían en que se reactive el Aeropuerto Alberto Carnevalli, donde afirman que se están reubicando negocios y haciendo trabajos de arreglos y remoción de pintura, aires acondicionados y baños.

Mientras que las frecuencias actuales que conectan Porlamar con el resto del país, además de que siguen siendo pocas, se concentran en días poco atractivos para los turistas y para quienes se encargan de planificar los viajes, ya que el mayor movimiento se da entre jueves y domingo.


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