Aunque no se les obliga formalmente, trabajadores de las diversas entidades gubernamentales guaireñas indican que desde sus sitios de trabajo se les invita a asistir a los actos proselitistas en las distintas zonas de la entidad federal. En los recorridos, la distancia social es una quimera y el uso de tapabocas es prácticamente inexistente.

La Guaira. Al son de tambores, música de Alí Primera y la movilización permanente de empleados públicos, los candidatos del oficialismo a la Asamblea Nacional, encabezados por Nicolás Maduro Guerra, recorren calles, avenidas y barriadas del Litoral Central.

Tras iniciarse la campaña electoral a principios de la semana pasada, en las caminatas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) sobresale el colorido rojo en las prendas de vestir de sus participantes, en su gran mayoría funcionarios de las distintas dependencias de la Gobernación de La Guaira, la Alcaldía del municipio Vargas y otros entes públicos.

No nos obligan directamente, pero nos hacen ver que hay que cumplir el horario de trabajo acompañando a los candidatos en sus actos y recorridos por las diferentes parroquias. También nos recuerdan que debemos votar el 6 de diciembre”, admitió un funcionario de la Dirección de Salud, que solicitó la reserva de su nombre.

En los últimos días han circulado audios por la plataforma de mensajería de Whatsapp, en los cuales jerarcas de las diversas instituciones gubernamentales del Litoral Central insisten en que los empleados públicos guaireños vayan a las actividades políticas del partido de gobierno.

Soportando incomodidades

A algunos empleados públicos no les importa que los lleven en autobuses, les ofrezcan comidas e incluso, tengan que soportar el calor a la espera de los aspirantes a diputados. “Yo voy, los escucho para ver qué dicen, a ver si mejora la cosa porque todo está muy difícil”, comentó Luis Esparza, obrero del Instituto Aeropuerto Internacional de Maiquetía.

En los actos proselitistas, a Maduro Guerra se le ha visto sonriente y sin dudar sobre su propósito de calificar como corrupto al presidente de la actual Asamblea Nacional, el guaireño Juan Guaidó Márquez.

Otro candidato nominal del PSUV, el ex comandante general de la Armada, Giuseppe Alesandrello, pasa más inadvertido entre la gente, que sabe que no es oriundo de esta entidad federal.

Asimismo, en los recorridos y los contactos casa por casa no faltan los volantes, trípticos informativos, afiches de los candidatos, la música de Alí Primera, el repique de tambores y, por supuesto, los refrigerios. Se ha observado que la distancia social no se practica y tampoco abundan los tapabocas entre los asistentes.

Los visitados suelen pedir empleos para sus familiares y vecinos, sin olvidar las ayudas económicas que permitan solventar apremios de alimentación y salud.

Le dije a Nicolasito que tienen que escucharnos más, que hay muchos jóvenes, como mi nieto, desempleados y sin estudios técnicos o universitarios”, dijo Raúl Camacho, que estrechó la mano del aspirante a la curul minutos antes del acto en la urbanización Hugo Chávez, en Playa Grande, cerca de Catia La Mar.


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