El deterioro de los ingresos deja a los venezolanos sin la capacidad de costear artículos esenciales. El rápido aumento de los precios de los alimentos es otro de los problemas que agobia a la población. La Comisión de Finanzas de la AN asegura que en junio la inflación fue de 19,5 %.

Caracas. La pobreza se extiende por todo el país. La Encuesta Sobre Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi 2019-20) revela que en 1 de cada 4 hogares la inseguridad alimentaria es severa. Siete años de recesión económica y tres en hiperinflación hacen que la población sobreviva con bajos ingresos. El peso de ambas cosas deja a los venezolanos sin capacidad para cubrir siquiera una alimentación balanceada.

Apenas 3 % de los hogares encuestados no tiene ningún tipo de inseguridad alimentaria. Los indicadores muestran que en los últimos seis años la población entró condiciones de pobreza solo comparables con países de África. En la región Venezuela pasó a convertirse en la nación más pobre y la segunda más desigual después de Brasil.

El estudio elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) advierte que 74 % de los hogares tiene un grado de inseguridad alimentaria entre moderada y severa. “Crece el porcentaje de hogares en inseguridad alimentaria moderada porque más allá de la preocupación por la falta de alimentos también hay ajustes en la disponibilidad de recursos que afectan la calidad de la dieta”, se lee en el informe.

A finales de 2017 el país entró en hiperinflación desde entonces las medidas adoptadas por el gobierno de Nicolás Maduro no han logrado frenar el indicador. La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN) informó esta semana que la inflación en junio se ubicó en 19,5 %, la acumulada en 508 %, mientras que la interanual en 3524 %.

El poder adquisitivo se pulverizó en los últimos años. La Encovi asegura que el ingreso promedio diario de los venezolanos es de $0,72. El grueso de la población no puede costear alimentos: 79,3 % dijo no poder cubrir la canasta alimentaria.

La dieta de la población está basada en carbohidratos y es similar entre los diferentes estratos. La desigualdad también se acentúa. La población en el quintil más rico consume cinco veces más alimentos que el quintil más pobre.

La calidad de vida se deteriora mientras continúa la emergencia humanitaria compleja, así como el conflicto político. Los servicios fallan diariamente en el país. Los reportes por falta de agua, gas o luz inundan las redes sociales y ni la cuarentena por el nuevo coronavirus ha frenado las protestas.

La situación de la población es dramática y el único programa de alimentos el Clap es cuestionado por los venezolanos debido a la mala calidad de los productos y la poca variedad en la oferta. La encuesta señala que 93 % de los hogares dijo estar preocupado porque los alimentos se acabaran, mientras que 52 % manifestó quedarse sin alimentos.

La encuesta expone que las transferencias del Estado solo han reducido en 1,5 % la pobreza extrema. El aumento de la pobreza ha sido sostenido desde 2014, cuando se publicó la primera edición. Hoy los indicadores muestran que 96,2 % de la población está en pobreza por ingresos y 79,3 % en pobreza extrema.


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