El niño salió a jugar con sus amiguitos sin permiso de su mamá. Sus padres advierten que entra en estado de shock cuando se le habla en voz alta, y piden a los cuerpos de seguridad de la entidad mayor atención al caso.
Barinas. Un niño de 11 años de edad no ha llegado a casa en Ciudad Tavacare, en Barinas. Tras 20 días desaparecido, desde el 17 de junio, el temor y la desesperación se apoderan de sus padres.
Un día después, les informaron a los padres, que fue visto en la Redoma de Barinas comprando un perro caliente de 1 dólar y de acuerdo con esa versión, allí pasó toda la noche durmiendo junto con un grupo de migrantes que pernoctaban para seguir su travesía fuera del país.
Karelys Manzano junto con su esposo, Ángel Mora, llegaron hasta el sitio pasadas las 12:00 de la noche, pero no había señas de su hijo. Los funcionarios policiales que estaban de guardia esa noche lo vieron jugar en horas de la madrugada con un perrito, según otra información aportada por un testigo.
En ese momento, su madre no dudo en reclamar con rabia a los agentes. ¿Por qué si vieron a un menor de edad a esa hora no lo retuvieron hasta dar con sus padres?
Luego de obtener esta información, Manzano se dirigió, velozmente, al Cuerpo de Investigaciones Civiles, Penales y Criminalísticas, (Cicpc), en el que hicieron enlace con todas las alcabalas del estado Barinas para evitar que sea sacado del país.
Hay gente que se cohíbe de dar información. Si está en alguna casa que lo entreguen”, pidió.
17 de junio, el día que comenzó todo
Ese día, la madre estaba haciendo un dictado a su hijo mayor, para luego tomarle una lectura a su otro hijo, el que está desaparecido, estudiante del cuarto grado en la escuela Cacique Guaicaipuro, ubicada en el sector B de Ciudad Tavacare, donde han vivido desde siempre.
Afuera un grupo de niños jugaba y él quería salir a distraerse con ellos, pero no contaba aún con la autorización de su madre.
Mi hijo siempre ha tenido buen comportamiento en la escuela, aunque su rendimiento no ha sido el más óptimo. Es un niño muy bien portado, sin vicios y sin malas mañas. Él es muy colaborador, especialmente, con la gente mayor”.
Manzano y el menor desaparecido comparten el entusiasmo por los deportes. Ella practica kickingball y el niño, béisbol. “Siempre jugamos en el mismo campo”, dice.
El día de su desaparición, a las 10:40 a. m., justo cuando se encontraba en las faenas de atender las tareas de sus hijos, comenzó a llegar el agua, una razón que siempre genera ansiedad, especialmente en aquellas familias que viven en hogares donde el servicio falla con regularidad.
“Me puse a llenar los tobos y la lavadora, el niño aprovechó el descuido, se puso las chancletas y se fue a jugar, eran las 10:40 a. m. Cuando el hermano grande le pegó un grito para que regresara a la casa, salió corriendo”, relató su madre.
Al culminar la faena se dirigió a la trocha que sirve de enlace entre los urbanismos, Ciudad Tavacare y Ciudad Varyná.
“No lo veo y me digo: a lo mejor llega para el almuerzo”. A las 4:00 p. m. le lleva lo necesario para sus prácticas deportivas, el guante, la pelota y los zapatos. Cuando entra al campo, el profesor le informa que el niño no ha llegado a entrenar.
A las 6:00 p. m. se reúne con sus compañeras del grupo de kickingball y les pide apoyo para buscarlo. Y pasaron tres horas en la búsqueda. A las 9:00 p. m., le dice a su esposo y salen a recorrer la urbanización. Su mayor preocupación, era que, al escuchar el ruido de la moto de su padre, se asustara y temiera ser castigado.
Esa noche recorrieron todos los edificios de Ciudad Tavacare, desde el sector A al C. Es un urbanismo ejecutado por la Gran Misión Vivienda Venezuela, integrado por 338 edificios, de 16 apartamentos cada uno y donde se albergan alrededor de 5360 familias.
Regresaron a la trocha, comenzaron a compartir mensajes a través de las redes sociales. Algunas personas manifestaban haberlo visto cerca de Trago Express y otros, por los lados de La Arenosa. Ese 18 de junio hicieron un rastreo por todo el casco de la parroquia Alto Barinas, sin ningún rastro del hijo.
¿Quién es el menor desaparecido?
El niño desaparecido es el tercero de cinco hermanos, 14, 13, 7 y 3 años de edad. Sus padres son Karelys Manzano y Ángel Mora, esposos desde hace 15 años. Su progenitor es maestro de obra y su madre, ama de casa.
Esta es la primera vez que el niño se ausenta del hogar.
El día de su desaparición se encontraba jugando con otros dos menores con quienes lo vieron salir del sector. “Sin embargo, al interrogarles, no saben dar mayor explicación”, dice Manzano.
Hace un año, luego del fallecimiento de su tío, hermano de su madre, la criatura entró en shock, es algo que suele ocurrirle a menudo, cuando le hablan fuerte o piensan que le van a pegar.
“Él es muy dócil, muy sensible y humilde. Es un niño muy querido en la comunidad”.
Hasta el momento, tampoco ha intentado comunicarse con otros de sus familiares como su abuela o tíos, que residen en el municipio Obispos; y una tía en la urbanización La Castellana.
Tanto Manzano como su esposo mantienen la fe de que su hijo regresará al hogar sano y salvo.
“Sé que debemos orar mucho para que así sea”.
Protesta y clamor
El 29 de junio, la madre del niño y un grupo de vecinos de sector se acercaron con pancartas y fotografías hasta la Plaza del Estudiante, ubicada en pleno centro de la ciudad de Barinas. Allí hizo un llamado a los cuerpos de seguridad del estado Barinas, especialmente, a la Policía Nacional Bolivariana y a la Guardia Nacional Bolivariana para que no desatiendan su caso.
Para el próximo fin de semana se ha organizado otra jornada de rayado de carros y entrega de volantes y esperan ser acompañados por un importante número de vecinos de Ciudad Tavacare.
Esta desaparición se une a la del joven productor Anderson García, plagiado el 20 de enero de 2022. Hasta los momentos, tampoco se sabe si han solicitado rescate por la liberación del joven.
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