El proceso, que permite al comercio dar cambio al cliente cuando paga en efectivo, pierde atractivo al involucrar bolívares que se devalúan o pierden poder adquisitivo al poco tiempo. Si bien es práctico, el cliente requiere teléfono celular y señal suficiente para recibir SMS y completar la operación.

Caracas. Entre dos y tres veces cada dos semanas Cristian Vivas frecuenta un local de comida en el centro de la ciudad donde, cuando no tienen como darle vuelto, anotan el monto adeudado en un cuaderno para sumarlo a una próxima compra. “Es eso o comprar de más cuando no es necesario”, explica.

Apenas retomó su rutina laboral en enero, Cristian notó que, en contraste con el período prepandemia, la dolarización avanzó a tal ritmo que “es imposible conseguir cambio”, según relata. Donde suele almorzar venden platos que no superan los dos dólares, por lo que el problema del vuelto se ha agravado en los últimos meses.

A los clientes más frecuentes les anotamos el saldo, normalmente son personas que trabajan por esta zona. A otros les ofrecemos unos tiques, como última opción, si no tenemos nada de cambio”, explica Zaida*, encargada del local de comida.

¿Solución viable?

Cuando a mediados de marzo la Superintendencia para las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) dio a conocer el nuevo método de pago C2P, ya se habían popularizado, tanto en comercios grandes como pequeños, los tiques, vales y hasta sistemas automatizados que mantenían el vuelto en billeteras virtuales.

Pero Sudeban y el Ministerio de Comercio Nacional salieron al paso: “Los comercios no son bancos, no está permitido que se queden con los vueltos”, señaló Sudeban en nota de prensa, al tiempo que el Ministerio fiscalizaba cadenas como Beco o Excelsior Gama por ofrecer vales y wallets al no tener dólares en sencillo.

El sistema de pago C2P (acrónimo de “comercio a persona”) “permite a los comercios realizar cobros de bienes y servicios a los clientes”, explicó en marzo Sudeban. En teoría, el nuevo mecanismo agilizaría los procesos de compra en los comercios y, a diferencia del pago móvil P2P, el procedimiento lo hace cada negocio al momento de facturar.

El problema es que, si yo hoy compro mi almuerzo con un billete de cinco dólares y la señora Zaida hace el C2P, salgo perdiendo, porque esos tres dólares ingresan como bolívares a mi cuenta y en la próxima compra podrían ser dos dólares”, dice Cristian.

Sistema práctico, en teoría

Venezuela vive un proceso hiperinflacionario desde 2017 que le ha quitado valor al bolívar, sometido constantemente a la devaluación frente al dólar. Si bien en 2020 la inflación calculada por el BCV (2959,84 %) fue menor a la de 2019 (9585,5 %), los venezolanos al recibir bolívares optan entre dos opciones: gastarlos rápidamente o comprar divisas o activos para resguardar sus ingresos.

Zaida señala que ofrece la modalidad desde que se empezó a implementar, “pero son pocos los que acceden, prefieren el vale o seguir buscando dónde les puedan dar vuelto”, dice.

Además, para concretar el pago C2P el cliente o comprador debe tener a la mano un teléfono celular con suficiente señal para que reciba un código por mensaje de texto, que debe proporcionárselo al comercio para completar la operación.

El proceso es rápido dependiendo de si el cliente tiene conocimiento previo de cómo es y si su línea telefónica funciona en la zona. Nosotros, por ejemplo, hemos tenido inconvenientes cuando la persona usa Movilnet porque el código tarda en llegar o nunca llega”, dice Angela, encargada de una óptica en El Paraíso.

Sin bolívares, no hay C2P

De igual forma, algunos comercios, principalmente pequeños o con poca facturación diaria, se enfrentan a la falta de suficientes bolívares como para dar vueltos solo con el método C2P.

En una tienda de ropa de vestir ubicada en la avenida Urdaneta, uno de los vendedores, que prefirió resguardar su identidad, explica que, sumado a las pocas ventas que se realizan, la mayoría de los compradores llevan dólares por los altos montos de algunos productos.

Un traje puede costar entre 80 y 100 dólares, es decir, hasta 270 millones de bolívares, y cuando compran casi siempre es con billetes de 20, 50 o 100 dólares, así que es difícil tanto tener vuelto en divisas como en bolívares por C2P, porque no es común que se facturen”, señala.

De manera que, si un cliente decide comprar dos corbatas con un billete de 20 dólares, en la tienda, explica el vendedor, se las tienen que ingeniar buscando cambio para no perder la venta. “Ese nuevo pago móvil es poco práctico y casi nadie lo conoce”.

Sudeban exhortó a la banca nacional, pública y privada, a adecuar sus plataformas al nuevo método de pago C2P antes del 15 de abril. Hasta mediados de marzo, 12 bancos ya contaban con el servicio.

Entre los principales bancos que hacen alusión al sistema C2P en sus páginas web se encuentran Venezuela, Mercantil, BOD, Provincial, Bancaribe, Banco del Tesoro, Plaza, Bancamiga y Venezolano de Crédito. En su mayoría, cuentan con apps especiales para que los comercios hagan los pagos.


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