En Cumaná se las ingenian para respetar la abstinencia de carne en Semana Santa

abstinencia de carne

Por la dificultad para cumplir la tradición de comer pescado durante la Semana Mayor, los cumaneses sustituirán el fruto del mar por platos especiales preparados con chayota, berenjena, calabacín, granos y hasta tortillas. El desabastecimiento de gasolina ha impedido la faena de pescadores artesanales y hasta el zarpe de embarcaciones de la pesca industrial, lo cual ha afectado la oferta y, por ende, el consumo de pescados y mariscos para estas fechas.

Cumaná. El ayuno y la penitencia en Semana Santa están entre las creencias más arraigadas en los fieles católicos, y cumplir con la abstinencia de carne es lo habitual en esta época del año.

No comer carne y reemplazarla por pescado ha sido habitual en Semana santa por años, pero “al sol de hoy, no está fácil”, aseguran varios de los consultados para conocer cómo se las ingeniarían en esta oportunidad.

En este 2020 en muchos hogares venezolanos será difícil respetar esta tradición si tomamos en cuenta que en Venezuela, para el mes de febrero de este año, según el informe de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, se registra un índice inflacionario de 22,4 %.

Los datos de este informe revelan que para este momento se requieren 18.382.068 bolívares soberanos para la compra de alimentos de una familia de cinco miembros, mientras el salario mínimo de 250.000 bolívares solo cubre 2 % de la canasta alimentaria.

De la inflación no escapa el sector pesquero en el estado Sucre. Esta actividad económica se ha visto amenazada en estos momentos ante la agudización del desabastecimiento de gasolina, factor que ha incidido en la oferta y consumo de pescado.

La falta de combustible ha impedido la faena diaria de los pescadores artesanales, así como el zarpe de las embarcaciones de pesca industrial, advirtieron los mismos pescadores.

A toda esta crisis económica se suman las medidas preventivas para evitar la propagación del COVID-19 y la cuarentena social decretada por el Gobierno, que imposibilita al ciudadano común salir como de costumbre a hacer el recorrido por mercados y expendios de alimentos para cumplir con los hábitos religiosos de la Semana Mayor y honrar la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Lo que importa es la nuestra fe

Para la mayoría de los consultados para conocer cómo remplazarían el pescado en virtud de la escasez del producto, en estos momentos de crisis “lo que importa es la fe con la que realicemos nuestros actos de ayuno y penitencia”.

Rosana Gil, maestra de primaria, se preguntaba: ¿De verdad importa si comemos pescado o no? A lo que ella misma respondió: “Creo que Dios ve lo que hay en nuestros corazones, aquí todo el mundo que resuelva como pueda”.

Mientras Aralis Marín, paciente oncológico, confirmó que prepararía un pastel especial con chayota y berenjenas, y que mantendría su dieta y cumpliría con la abstinencia de comer carnes rojas.

Entretanto, Mariela Gómez, un ama de casa y experta en sanconchos, según sus familiares, reveló que hace un sancocho de pescado sin pescado.

Puede sonar raro ―dijo― pero al final sabe a sancocho de pescado. Nos contó: “Agarro mi gran olla, le pongo todos sus ingredientes con suficiente vitualla, yuca, ocumo blanco, zumbi o plátano verde, bastante cebolla, ají dulce, ajo y, por supuesto, zumo de limón. Y quién dice que no es un sancocho de pescado”.

Aseguró que será el mejor sancocho que podamos probar en medio de la crisis.

Para Rodolfo Serrano, mecánico de profesión, “a cambio de pescado, buenos son los huevos”: “Están caros, pero entre varios en la familia podemos comprarlos y hacer unas buenas tortillas o pastel de vegetales, y así cumplimos con nuestra tradición católica”.

Por su parte, la señora Amada Cortez, de 74 años de edad, dijo que no le preocupa no tener pescado porque es una proteína que puede sustituir por unas buenas caraotas o un pastel de calabacín y berenjena”.

Otra opción que es viable son las famosas croquetas de lentejas. Al final lo que importa es el valor que le des a esa comida especial que preparemos estos días, agregó.

Aun cuando en ningún pasaje de la Biblia se alude directamente a esta prohibición, hay quienes guardan la abstinencia de carne toda la Cuaresma, pero en su mayoría los fieles cumplen con el hábito religioso el Jueves y el Viernes santos.


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