Los bigleaguers venezolanos sacan a relucir su lado más humano al ayudar a comunidades dentro y fuera del país.

Caracas. No es una novedad el carácter solidario de los peloteros venezolanos que hacen vida en las Grandes Ligas.

Como muestra tan solo un par de ejemplos: el año pasado el camarero de los Astros de Houston, José Altuve, hizo un cuantioso donativo al Centro de Atención Nutricional Infantil (Cania) en Antímano y su compañero de los Indios de Cleveland, Carlos González, es conocido por sus millonarios aportes y dotación de insumos para hospitales y centros de salud en el estado Zulia.

En tiempos de pandemia, el espíritu solidario de los bigleaguers venezolanos se mantiene. Y como prueba de ello está el donativo que hizo el ligamayorista de los Piratas de Pittsburgh, José Osuna, a las comunidades de escasos recursos en su natal Boconó, en el estado Trujillo.

Osuna inició una campaña en las redes sociales para saber quiénes necesitaban más ayuda por la llegada del COVID-19 a Venezuela y las dificultades económicas que implica mantenerse en cuarentena.

“Para mi gente de Boconó, estos días será muy importante quedarse en casa. Sé que vienen días difíciles para quienes no puedan trabajar y llevar el pan de cada día a sus familias. Por favor, háganme saber los casos que sepan que se puede ayudar para así ayudar”, expresó Osuna, quien organizó una jornada de ayuda el pasado 4 de abril, donde donó alimentos, tapabocas e insumos.

“En estos momentos fuertes donde no todos están trabajando, por razones que ya sabemos, pueden contar con mi ayuda. Estoy organizando una jornada para la gente que ya no tiene comida”, escribió antes de la actividad Osuna.

Más al centro del país, el maracayero Eduardo Escobar tuvo una iniciativa similar el Miércoles Santo y a través de la fundación que lleva su nombre en el estado Aragua organizó el donativo de más de 500 bolsas de comida para ayudar a familias de La Pica -de donde es nativo Escobar- Los Hornos, Palo Negro, Santa Ana y 10 de diciembre, entre otros sectores populares.

Ya en diciembre, la Fundación Eduardo Escobar realizó aportes en La Pica al preescolar Luisa Cáceres de Arismendi, además de ayudar en los trabajos de recuperación de un parque infantil y una cancha deportiva de la zona del municipio Libertador.

Las ganas de echar una mano de los criollos también se reflejan en las ciudades donde residen y son conocidos por formar parte del equipo local. Altuve donó 60.000 comidas para los niños de escasos recursos en Texas, quienes suelen alimentarse en los centros educativos, pero, a causa del coronavirus, las escuelas permanecen cerradas y esa posibilidad ya no existe.


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