En la Gran Maracay colapsó el sistema de aguas residuales

Gran Maracay

En casi todas las comunidades de la Gran Maracay y municipios vecinos, el colapso de las aguas negras es una constante. El fin de la vida útil de los sistemas de drenajes, la falta de mantenimiento, la inconsciencia ciudadana, aunado al crecimiento del lago de Valencia, son las causas que inciden para que la ciudad se haya convertido en una gran cloaca.

Maracay. En Aragua, 93,6 % de las viviendas están conectadas al servicio de cloacas, de acuerdo con el segundo informe de seguimiento de la Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela durante la pandemia de COVID-19, realizado por HumVenezuela.

Pero el fin de la vida útil de los drenajes, la falta de mantenimiento y el crecimiento del lago de Valencia, entre otros factores, hacen inminente el colapso del sistema de aguas residuales en la región y, sobre todo, en la Gran Maracay, donde ya hay urbanizaciones y barrios cuyo sistema está inoperativo.

Así lo sostiene el ingeniero Jesús Castillo, director de la ONG Agua Sin Fronteras. “La mayoría de las tuberías y colectores de aguas residuales cumplieron su vida útil. Es un sistema con más de 40 años que ya no soporta la descarga de grandes caudales de aguas negras y que representan un grave problema de salud pública”.

Cada vez es más recurrente el reclamo y la denuncia de los ciudadanos del Área Metropolitana de Maracay, que comprende ocho municipios del estado Aragua, como Santiago Mariño, Mario Briceño Iragorry, Libertador, Linares Alcántara, Sucre, José Ángel Lamas, Zamora y el Girardot, capital, y los cuales integran, lo que también se conoce como la Gran Maracay.

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Al sur de Maracay, las aguas negras se han mezclado con las del lago de Valencia. Foto: Gregoria Díaz.

Castillo detalló que, de todos estos municipios, Lamas y Libertador son los que presentan mayores problemas con el sistema de aguas cloacales o residuales, ya que ambas localidades se han construido sobre terrenos y suelos lacustres con poca resistencia mecánica, que a su vez genera el deterioro de las tuberías, particularmente, las de concreto.

La capital de Aragua tampoco escapa a este diagnóstico. En Maracay existen comunidades con más de 40 años de fundación y en las que el desbordamiento de las aguas negras en calles y avenidas e inclusive dentro de las viviendas, es cada día más frecuente y también de vieja data. En algunas barriadas y urbanizaciones, el colapso del sistema de aguas residuales lleva décadas, como en el barrio Libertador, en donde sus habitantes conviven con aguas negras desde hace 10 años, por ejemplo.

En mayo pasado, por lo menos 10 comunidades, barrios y urbanizaciones de Maracay presentaban problemas de esta índole, tales como San Ignacio, San José, La Esmeralda, Santa Ana, Libertador, Montaña Fresca, La Lagunita, Las Acacias, entre otras, de acuerdo con el monitoreo de la organización comunitaria Fuerza Vecinal.

En los últimos meses con el fuerte período de lluvias, surge el desbordamiento de ríos que arrastran sedimentos y confluyen en las redes cloacales y drenajes, lo que reduce la capacidad de circulación de las aguas negras y de lluvia”, explica Castillo.

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Tres años tienen en Montaña Fresca con la descarga de aguas servidas en un canal de aguas de lluvias. Foto: Gregoria Díaz.
Nuevos urbanismos inundados de aguas negras

Pero también los nuevos urbanismos que se han construido recientemente padecen el desbordamiento de los desagües. Particular situación es la que se presenta en urbanizaciones como Montaña Fresca, Base Sucre, Arsenal, por ejemplo, construidas durante la era chavista y, últimamente, a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela.

En la urbanización Montaña Fresca, los habitantes del sector Los Jabillos llevan más de tres años con un desbordamiento de aguas negras que fueron desviadas a un canal de aguas de lluvia, como única salida al colapso del sistema de drenaje que afecta incluso a una escuela y un preescolar.

Los afectados remitieron comunicación a la empresa Hidrocentro, mientras intentaban solventar la situación, al contratar maquinaria para el destape de las cañerías. Pero se determinó que es una fractura de la tubería matriz en la avenida principal que debe ser sustituida por la Alcaldía de Maracay, de acuerdo con la respuesta emanada por la hidrológica.

Similar situación se vive en la Urbanización Base Sucre. Al igual que Montaña Fresca, fue construida durante el primer gobierno de Hugo Chávez, sin embargo, ya sus calles se asemejan más a un río, pero sucio y fétido que se mete en las viviendas.

Ustedes recorren todas las poligonales y en todas van a conseguir las aguas servidas desbordadas. Esto se agudizó desde que se construyeron esos edificios”, asegura Arelis Ayala, vecina del sector 2 de Caña de Azúcar, municipio Iragorry, al hacer referencia al Urbanismo Arsenal, edificado hace menos de 10 años.

Para Piero Mora, presidente del Colegio de Ingenieros del estado Aragua (CIEA), pareciera prevalecer en estas nuevas unidades habitacionales una falta de planificación urbana, como la que evidencia el ingeniero Castillo en el urbanismo de Base Libertador, en el que conectaron los colectores de aguas residuales a los del sector La Pica en Palo Negro.

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En Aguacatal, las familias cohabitan entre aguas negras y las del Lago de Valencia. Foto: Gregoria Díaz.

“En los nuevos urbanismos, además de conectarse el sistema de aguas fluviales con el de aguas residuales, se han colocado tuberías de ocho pulgadas que resultan insuficientes para que circule todo ese caudal de aguas mezcladas”, explica el presidente del CIEA.

El ingeniero Jesús Castillo insiste en señalar que con el crecimiento demográfico desordenado que se ha registrado en la entidad en los últimos 25 años, muchas de las conexiones de los sistemas de drenajes de aguas de lluvia y de aguas residuales que se han construido con los nuevos urbanismos no soportan el gran caudal que circula por ellas.

La Gran Misión Vivienda ha conectado estos urbanismos a colectores diseñados para una determinada cantidad de agua, que ya no soportan”, dice Castillo.

Inconsciencia ciudadana

Mora también le atribuye este colapso del sistema de aguas residuales a la inconsciencia de los ciudadanos, así como a la falta de mantenimiento constantes de los drenajes y alcantarillados por parte de las alcaldías.

Reconoce que, al menos en Maracay, el mantenimiento de los canales de aguas de lluvia es “medianamente” constante. Pero no es suficiente. La municipalidad debe realizar estas tareas siempre y no solo antes y durante el período de lluvias.

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Las aguas negras se desbordan en los baños de las casas de Piñonal. Foto: Gregoria Díaz.

Pero las alcaldías y la principal empresa hidrológica de la región, Hidrocentro, no cuenta con personal suficiente y mucho menos con los recursos e insumos para adelantar los trabajos de reparación, sustitución de drenajes y de mantenimiento continuo.

30 % del personal de Hidrocentro ha renunciado o ha emigrado y la empresa apenas posee un solo camión hidrojet para atender las emergencias de colectores obstruidos de todo el estado”, refiere Jesús Castillo.

En muchas viviendas —explica Mora— también existe la mala práctica de lanzar por los inodoros y cañerías, papel y toallas sanitarias, entre otros desperdicios. Y si los drenajes de aguas de lluvia están conectados a los colectores de aguas residuales, como es frecuente, el sistema se obstruye y colapsa.

A ello se le suma, que mucha gente lanza desechos a los ríos y no hay un adecuado sistema de recolección de estos. La basura que se acumula por días y semanas en calles y avenidas, posteriormente, es arrastrada por las aguas de lluvia hasta colectores y alcantarillas.

La gran cloaca de Aragua

El desbordamiento de aguas negras o residuales en zonas del área metropolitana es de vieja data. Particularmente, en la zona sur de Maracay y la comunidad de Paraparal del municipio Linares Alcántara. Ambas colindan con el lago de Valencia.

El crecimiento permanente de este reservorio es el resultado de la descarga de una buena parte de los efluentes cloacales de las poblaciones ubicadas dentro de la región hidrográfica, que caen directamente al lago en grandes volúmenes de aguas, lo que genera una elevación progresiva del nivel que, a su vez, causa la inundación de zonas pobladas y sembradíos.

“Más de 80 % de las aguas cloacales de Maracay y 20 % de las de Carabobo caen al lago de Valencia sin ningún tipo de tratamiento”, ha denunciado desde hace años Edison Durán, director del Movimiento por la Calidad del Agua del estado Carabobo.

Debajo de esas aguas contaminadas del lago de Valencia se encuentra un sistema de descarga de aguas residuales que ya no tiene hacia dónde circular.

Miles de familias cohabitan con aguas residuales que no tienen a dónde llegar. Las comunidades al sur de Maracay dependen de unas bombas de achique para disminuir las aguas servidas de las viviendas que están por debajo del nivel del lago. Pero muchas veces esas bombas no funcionan por falta de combustible”, explica el director de Aguas sin Fronteras.

Hay que recordar que tanto la zona sur de Maracay como la de Aguacatal y Paraparal, se encuentran en la cota 408 y además fueron amuralladas para evitar inundaciones del lago de Valencia, que en la actualidad se encuentra sobre los 414 metros sobre el nivel del mar.

“Debido al retraso de las obras de saneamiento del lago, que debieron acometerse años atrás, las descargas de aguas servidas están sumergidas y no circulan hasta su destino final, sino que se mezclan con las aguas del lago”, refiere Castillo.

Pese a la gravedad en el colapso del sistema de aguas residuales en la Gran Maracay, no impide que las autoridades competentes avancen en las soluciones inmediatas, tal y como lo plantea la arquitecto Margarita Rivero, que fue directora de Obras Públicas estadales tiempo atrás y ha sido concejal en Maracay.

Ciertamente, tenemos una topografía plana que dificulta que las descargas de aguas negras circulen. Pero eso no impide que se haga un diagnóstico real de todo el sistema para avanzar en las soluciones”, señala quien, por cierto, aspira ser alcalde de Girardot por la Alianza Democrática.

El mantenimiento, la reparación y sustitución de colectores, son parte de las alternativas que, a corto plazo, podrían llevar a cabo los organismos oficiales, mientras se diseña y ejecuta un plan urbanístico para determinar fallas y corregirlas y, además, se concrete finalmente el saneamiento del lago de Valencia.


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