Mientras muchos comerciantes y emprendedores del Litoral Central han decidido no cobrar el IGTF y tampoco han adquirido la máquina fiscal para estos fines, voceros de Fedecámaras aseguraron que crece el pago en bolívares en la entidad federal.

 La Guaira. A más de un mes de su entrada en vigencia, el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) aún no se aplica mayoritariamente en el Litoral Central, según pudo constatarse en un recorrido por las zonas comerciales de Maiquetía y Catia La Mar, las más importantes de la entidad federal y donde se concentra 70% de la población.

Uno no puede entender al gobierno que quiere vender una apertura económica y propaga por redes sociales que Venezuela se está arreglando, pero impone un impuesto regresivo y dañino como este”, comentó Amir Al Said, dueño de una tienda de electrodomésticos en la calle Los Baños, en Maiquetía.

Al Said es uno de los comerciantes del Litoral Central que no aplica el impuesto y tampoco ha adquirido la máquina fiscal recomendada por el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), para registrar 3% por compras de bienes y servicios cancelados en divisas.

En este sentido, los dueños o encargados de fondos de comercio expresaron sus dudas en cuanto a cómo exigir el impuesto a los compradores, para luego declararlo quincenalmente ante el Seniat.

IGTF
Comerciantes del Litoral Central prefieren no cobrar el tributo a las grandes transacciones. Foto: Cortesía Mirna Montemayor.

En los predios de Fedecámaras, se estima que 80% de los comerciantes de La Guaira prefiere no cobrar el IGTF, cuya reforma de ley de la Asamblea Nacional obligó a su aplicación desde el pasado 28 de marzo.

Eso va muy lento y no son pocos los que hacen el esfuerzo de pagar sus artículos en bolívares”, explicó Eduardo Quintana, presidente regional del gremio.

A principios de abril de este año, la presidente de Consecomercio, Titiana Polesel, informó sobre el resultado de una encuesta que adelantaba las dificultades técnicas de emprendedores, comerciantes y empresarios para cumplir con lo dispuesto por este tributo.

Desconsideración

En esta entidad federal, los comerciantes no solo se han abstenido de exigir el IGTF al que paga en divisas, sino que también manifestaron su inconformidad por el costo que supone adquirir una máquina fiscal.

“Seiscientos (Bs 2760) o 700 dólares (Bs 3220) es mucho dinero, es desconsiderado para un comerciante o pequeño emprendedor”, dijo Karla Morán, que lleva adelante un negocio de tortas y postres en el Centro Comercial Litoral, en Maiquetía.

La mujer de 27 años de edad cancela mensualmente la cantidad de 100 dólares (Bs 460) en alquiler por su local, ubicado en la planta baja del referido sitio. “Mi negocio es modesto, con las tortas no se gana tanto como se cree y por eso, lo que cuesta esa máquina fiscal es desproporcionado”, destacó.

Para Morán, “sería un suicidio” no aceptar la moneda extranjera en físico, pues dejaría de ser rentable la venta de sus tortas, gelatinas, quesillos, yogures, refrescos, maltas y agua mineral.

Eso no está planteado, definitivamente. Aquí, somos pequeños comerciantes en su mayoría y hay que seguir aceptando al que pague en divisas”, añadió la joven que quedó a medio camino en su carrera de Administración en la Universidad Central de Venezuela.

Otros comerciantes de Catia La Mar admitieron que, si el cliente insiste en pedir una factura legal y paga en dólares o euros, “entonces sí le cobramos el 3% por la compra”.

El impacto del IGTF no se circunscribe al Litoral Central. La molestia de los distintos sectores productivos se ha extendido a otros estados de Venezuela.

En Nueva Esparta, ya están preparando una propuesta para que el gobierno nacional acceda a la exoneración del tributo sobre la base de la Ley de Puerto Libre, que rige el desarrollo comercial en las islas de Margarita y Coche desde hace más de cinco décadas.


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