En Maracaibo la COVID-19 está campante entre falta de agua, colas de gasolina, buhoneros y precariedad económica

Maracaibo - Venezuela supera

Durante la segunda semana de cuarentena radical del año los zulianos continúan enfrentándose a focos de contagio como mercados y estaciones de servicio. La precariedad de la economía obliga a los trabajadores informales a lanzarse a las aceras o vender en mercados improvisados.

Maracaibo. Los marabinos cierran la segunda semana de cuarentena radical entre restricciones de horario y poco respeto por el distanciamiento físico y el uso de tapabocas. Según el reporte emitido el pasado miércoles 20 de enero, el estado reportó 92 nuevos contagios de COVID-19. El gobernador del estado, Omar Prieto, dijo este jueves 21 que, actualmente, la entidad tiene 929 casos activos del virus.

La aglomeración de personas en los mercados populares improvisados, desde el cierre del mercado Las Pulgas el año pasado, como el sector Cuatricentenario, al oeste de Maracaibo, continúa pese a las restricciones impuestas por las autoridades regionales.

Luis Bolívar se mudó a la acera del Colegio La Chinita desde que los desalojaron de Las Pulgas en 2019. Confiesa que no creía en la mortalidad del virus hasta que perdió a su hermana hace un par de meses. 

Ahora tengo más miedo, sé que me puedo morir o peor aún, que uno de mis cuatro hijos se contagie por mi culpa, pero si no salgo a trabajar, no comemos”, dice Bolívar.

El calor sofocante de Maracaibo hace que de vez en cuando Luis use su tapaboca de tela en la barbilla y seque el sudor de su rostro con las manos. “Sé que no se debe hacer, pero este calor es arrecho”, dijo el padre de familia.

Al llegar a casa la historia es otra. Cuenta que a veces se va a la cama sin bañarse, porque en el sector donde vive no llega agua por tubería desde hace cuatro meses.

Lo que hago es lavarme las manos y ya”. Otro de los factores es el alto costo de los productos de aseo personal. Un jabón de baño cuesta entre 800.000 y dos millones de bolívares.

“Prefiero comprar harina, arroz o mantequilla, que gastar en eso. Lo más barato es jabón líquido industrial y con eso nos bañamos, lavamos platos y ropa. Así se hace un solo gasto”, soltó el hombre mientras acomodaba unos cuantos kilos de yuca en una carretilla.

Economía en picada

Raquel, un ama de casa del norte de Maracaibo, contó que solo sale una vez al mes a comprar comida.

Uso tapabocas, sombrero, suéter manga larga y guantes. Siempre llevo alcohol y antibacterial, pero los demás no se cuidan. Esto que nos está pasando es falta de conciencia, porque la mayoría de la gente que veo en la calle no se protege”.

El año pasado Raquel lograba agilizar sus compras porque pagaba en divisas, pero ese panorama cambió desde diciembre de 2020.

“Ahora pagar con dólares es un dolor de cabeza, porque nunca hay sencillo. Trato de no tener billetes grandes porque tengo que consumir todo, si no, no puedo comprar”.

Según el más reciente estudio de la Cámara de Comercio de Maracaibo (CCM), las familias marabinas consideraron que la economía en sus hogares empeoró un 87 %. 

Los resultados de la encuesta sobre la Situación Económica en los Hogares de Maracaibo, realizada en diciembre pasado a través de la Unidad de Información y Estadística para medir el impacto socioeconómico de la COVID-19, especifica que 93 % de los ciudadanos calificaron la economía local como “peor” en comparación con tres meses anteriores.

La encuesta expone que 90 % de los habitantes de la capital zuliana afirmaron que las posibilidades de encontrar o mejorar un puesto de trabajo están totalmente afectadas, mientras que en cuanto a la situación económica de la ciudad, 78 % opina que “empeorará”.

Foco en las estaciones de servicio 

Las colas kilométricas en las estaciones de servicio de Maracaibo continúan. Pese al control que ejercen los cuerpos de seguridad del estado para hacer cumplir las normas de bioseguridad, en muchos casos estas no se cumplen.

Mujeres con niños, embarazadas, pocas personas con tapabocas y cero distanciamiento social son comunes en las colas. 

Rafael Núñez, un distribuidor minoritario de comida por bulto, hace cola dos veces a la semana. Cuenta que por previsión evita salir del vehículo para no tener contacto con la gente, pero a veces es necesario.

Antes de bajarme me encomiendo a Dios, porque sinceramente en cualquier momento uno se puede contagiar. Incluso hay policías que te hablan sin llevar puesto el tapabocas. Salir del carro es inevitable porque estar en una cola tantas horas no es fácil, además hay que estar pendiente del colado o de la maraña. Yo no sé cómo se traen a los niños a pasar esta calamidad”, dijo el hombre de 51 años de edad.

El gobernador del estado Zulia, Omar Prieto, dijo este miércoles que los vehículos solo podrán permanecer en las colas para surtir gasolina hasta las 4:30 de la tarde. “Después de esa hora las vamos a dispersar. No pueden pernoctar porque son un foco de contagio de COVID-19”. 

En Maracaibo no hay cómo moverse

El 60 % del transporte público de Maracaibo sigue inoperativo por falta de combustible y repuestos, según las cifras de los sindicatos del transporte en la ciudad.

El pasado martes, las autoridades regionales del estado sostuvieron una reunión con los transportistas de Maracaibo y San Francisco. Evaluaron la activación de más estaciones de servicio para garantizar transporte público durante las semanas de flexibilización. Además de fortalecer las medidas de bioseguridad contra el virus dentro de las unidades debido al repunte de infectados en la región.

Entre los acuerdos se tiene previsto incrementar el llenado de gas natural y de gasoil para vehículos, organizando las rutas que prestarán servicio. Para ello, transformarán los carros en coordinación con el Metro de Maracaibo.

Erasmo Alián, presidente de la Central Única de Transporte del Estado Zulia, dijo que en la región solo están activas 40 % de las rutas.

“No tenemos cómo comprar los repuestos ni insumos y tampoco tenemos gasolina. Por eso le pedimos al gobernador la asignación de dos estaciones más para Maracaibo y una más para San Francisco, porque actualmente tenemos una sola y ya está colapsada, se atienden más de 400 carros al día”.

Alián enfatizó que es necesaria la reactivación del transporte público que está inoperativo como: Ruta-2, Ziruma, Micro-9, Barrio San José, 14 de Noviembre, La Limpia, Socorro, San Jacinto, Ruta-6 y Las Veritas.

“Necesitamos poner en la calle de nuevo todas las rutas que quedaron abandonadas por falta de insumos y atención, por eso necesitamos el apoyo de los tres niveles de gobierno”.

Los choferes están a la expectativa del llamado de las autoridades para ser incluidos en la modalidad del pago del pasaje digital, medida anunciada por Nicolás Maduro ante la falta de bolívares en efectivo.


Participa en la conversación