Comunidad Sabana de Catuaro en el estado Sucre suma 16 años sin recibir agua potable

Sabana de Catuaro

La comunidad de Sabana de Catuaro exigió a las autoridades la rehabilitación de acueducto Clavellinos-Catuaro. Aseguran que desde hace cuatro meses no llega un cisterna y la laguna se ha secado.

Cumaná. “Señores este es un llamado de auxilio… es una ayuda que pedimos de corazón porque en Sabana de Catuaro no tenemos agua, estamos secos. El líquido que tomamos aquí es oscuro”. La frase corresponde a Milagros Rodríguez, una madre del sector Sabana de Catuaro, ubicado en el municipio Ribero del estado Sucre.

En Sabana de Catuaro habitan 400 familias que desde hace 16 años, no han podido abastecerse del acueducto Clavellinos-Catuaro, porque el tanque que surte a la comunidad, de ocho anillos, solo almacena medio anillo, debido al deterioro provocado por el cloro.

El tanque tiene una altura de 550 metros y el agua cae por gravedad. Además, el mismo reservorio abastece a comunidades vecinas como Tarpaz, Santa Cruz, Quebrada de Piedra mientras sectores como: La Talla, El Toro, La Horqueta, Marutón, Catuaro y Sabana de Catuaro se quedan sin servicio.

“Cuando no hay luz, todos los sectores nos quedamos sin agua de ese medio anillo, porque el sistema se paraliza”, dijo Eulises Quijada, agricultor de la zona.

Al consultarle sobre la manera en que se abastecen de agua para sobrevivir, explicó que todos los días, las familias se desplazan hacia una laguna creada para saciar la sed de los animales y atender los sembradíos.

Sin embargo, la situación es más compleja de lo que parece, porque la sequía también ha afectado la laguna y la comunidad no tiene ningún otro afluente.

El agua con la que la población se hidrata, cocina, lava y satisface sus necesidades, está llena de lodo.

Vecinos aseguran que desde hace cuatro meses, la Alcaldía del municipio Ribero no envía cisternas de agua potable, por falta de camiones y gasolina. Aprovecharon la oportunidad para solicitar apoyo de la Alcaldía de Mejía para atender la contingencia.

Nos abastecen cada vez que protestamos y cerramos la vía Casanay-Maturín, pero ese servicio no se extiende por más de un mes”, dijeron.

Educación paralizada

Como medida desesperada, la población de Sabana de Catuaro, decidió cerrar la escuela indígena “Adrián Quijada”, para presionar a las autoridades por la garantía del derecho al agua y la salud. Aseguran que la institución educativa tampoco recibe agua y con ello se afecta el desempeño de más de 100 niños que integran la matricula escolar. 

Al menos 20 niños se encuentran en educación inicial, el resto está repartido en todos los niveles, ven clases en un mismo espacio y eventualmente, reciben suministro del Programa de Alimentación Escolar (PAE).

La protesta solo captó la atención de representantes de la Zona Educativa del estado Sucre, con una visita a la comunidad para conocer la situación y defender el derecho a la educación de los niños de la zona. 

Los afectados reiteraron el llamado a las autoridades estatales y nacionales, especialmente al Almirante en Jefe Remigio Ceballos, como padrino de la entidad para que garantice una solución a la población vulnerable. 

Salud en riesgo

Habitantes de Sabana de Catuaro indicaron que niños, jóvenes y adultos, presentan dolencias estomacales y afecciones en la piel por falta de agua potable. Mientras el centro asistencial se quemó hace 15 años y no fue reactivado para garantizar la atención medica de la población.

Lamentaron que la comunidad de Sabana de Catuaro, destacada por la agricultura y la producción de naranjas, tampoco cuente con asistencia técnica y apenas quede 10 % de las plantaciones, por falta de reforestación y créditos.

Las condiciones productivas también han mermado debido a las fallas de electricidad. La comunidad permanece hasta 10 horas sin servicio, mientras la vía de acceso no está iluminada ni asfaltada y solo la voluntad ciudadana ha logrado tapar los huecos.

Escasez general

La deficiencia del suministro de agua potable es una constante en los 15 municipios del estado Sucre. 

En sectores como: El Rincón de la Península de Araya, los habitantes no reciben el servicio desde hace 10 años. Daniel Ruiz, alcalde del municipio Cruz Salmerón Acosta, anunció en febrero pasado, la llegada de tres kilómetros de tubería para beneficiar a la comunidad.

En Cumaná, residentes han alertado sobre las fallas y la disminución de la presión de agua. En zonas como el centro histórico y la calle Bolívar, deben recoger agua de las Plazas Pichincha y Chiclana e incluso, tomar agua de una tubería adyacente a una alcantarilla del Hospital Antonio Patricio de Alcalá, (Huapa).

El gobernador del estado Sucre, Gilberto Pinto, expresó su compromiso con la garantía del agua a las comunidades que se benefician de acueductos como El Carupanero en el eje Carúpano- Paria, en los que según indicó han corregido 14 averías.


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