Al instalar la 106 asamblea ordinaria de los obispos, monseñor Diego Padrón afirmó que los saqueos ocurridos en Cumaná y Tucupita podrían repetirse a menos que el Gobierno comience a combatir la crisis.
Caracas. Para la jerarquía católica, que el país sufra un estallido social similar al de 1989 debido a la escasez de alimentos y medicinas, ya no es una posibilidad sino una realidad. Así lo dejó en claro el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Diego Padrón, al instalar hoy la 106 asamblea ordinaria plenaria del Episcopado.
“La ingobernabilidad, a parte de la brutal represión y la carencia de respuestas serias y estables que superen la improvisación y la provisionalidad, generan la percepción de que la crisis global se agudiza y prolonga sin límites. Percepción que genera al mismo tiempo incertidumbre, desesperanza, depresión, rabia y violencia social. Las ciudades de Cumaná y Tucupita, entre otras, han experimentando los efectos de las políticas sociales y económicas equivocadas y de la indolencia de las autoridades, pareciera entonces que una nueva edición del Caracazo se realiza por capítulos”, alertó el también Arzobispo de Cumaná.
Hasta mayo, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) había contabilizado 254 saqueos o intentos de saqueos en el país, cifra casi igual a los 287 que registró a lo largo de 2015.
Para el prelado, la solución a esta situación no pasa por la represión sino por reconocer los errores y por corregirlos; y por ello, en un primer término, pidió al Gobierno que reciba la ayuda humanitaria que gobiernos e instituciones extranjeras han ofrecido.
“La capilaridad de Cáritas (la organización social de la Iglesia) y la cooperación de instituciones privadas, no gubernamentales y personas capacitadas nos hacen capaces de recibir y distribuir adecuadamente las muchas ofertas que a diario recibimos del exterior”, afirmó Padrón, quien agregó: “No es la solución definitiva pero sí un paliativo que no debería esperar más”.
Desde abril, Cáritas ha distribuido medicamentos a cerca de 2.000 personas en todo el país, gracias a aportes que ha recibido del exterior mediante envíos puerta a puerta, aseguró su presidenta, Janeth Márquez, quien dijo: “Esto ayuda en algo, pero no es suficiente, porque Venezuela necesita son containers y containers”.
[irp posts=”28663″ name=”Episcopado alerta que impedir el revocatorio “pone en peligro la estabilidad del país””]Sobre el diálogo
El presidente de la CEV no desaprovechó la ocasión para referirse al tema del diálogo entre las autoridades y la oposición y puso en duda que el primer mandatario esté en condiciones de ponerlo en marcha.
“Un Gobierno que no ha podido derrotar la guerra económica ni dar alimentos y medicinas al pueblo, aún más negado a permitir que instituciones religiosas o sociales presenten su concurso para aliviar las penurias y dolencias del pueblo carece de autoridad moral para llamar al diálogo y la paz”, soltó, al tiempo que acusó a las autoridades de simplemente aferrarse al poder.
Tras aseverar que el primer paso para cualquier diálogo pasa por el reconocimiento del otro, el prelado sentenció: “Un diálogo político sin metas precisas, sin fases definidas y sin objetivos concretos es inútil”.
Padrón también reiteró que la CEV considera que la mejor vía para solucionar la actual crisis es el referendo revocatorio, el cual dijo “en la práctica comenzó el 6 de diciembre” con las elecciones parlamentarias que el chavismo perdió; y por esa razón abogó porque se permita su celebración para así evitar que “caigamos en una espiral de odio y muerte”. Habrá que esperar si sus ruegos son escuchados en el cielo y en Miraflores.
Foto referencial
Participa en la conversación