Solo 100 unidades de transporte público atienden a los habitantes de la Gran Valencia. Transportistas piden que el pasaje sea calculado en dólares y tasado en 10 centavos de dólar. Los ciclistas no utilizan las ciclovías al sur de Valencia, porque se encuentra repleta de basura y representa un riesgo para ellos. Usuarios de transporte público denuncian que son maltratados por los choferes y no respetan el pasaje preferencial a adultos mayores y estudiantes.

Valencia. La crisis del transporte público se presenta en el estado Carabobo desde mediados de 2018. En aquel entonces era solo por la falta de unidades, en la actualidad pese a que hay pocos autobuses, los carabobeños prefieren caminar o pedalear usando sus bicicletas y así estirar sus ingresos económicos.

En la mayoría de los casos, los usuarios toman un solo transporte público que los acerque al lugar más cercano a su destino. Uno de los más concurridos es en la avenida Cedeño de Valencia, punto céntrico para casi todas las rutas de la Gran Valencia, comprendida por los municipios Naguanagua, Libertador, Guacara, Los Guayos y la capital carabobeña.

Yoni Carrizales es licenciado en Química y da clases particulares a estudiantes de bachillerato, de lunes a viernes. Debe salir desde el municipio Los Guayos hacia Valencia. En la avenida Cedeño hace su parada y desde allí emprende una caminata de 30 minutos hasta el sector Prebo, donde se encuentra su sitio de trabajo. La razón por la que hace este esfuerzo es para ahorrar dinero.

Yo camino para poder ahorrar algo, para que me alcance el dinero. A veces no quieren aceptar 1000 bolívares que es el costo que tienen en gaceta, sino que te dicen que son 1800 bolívares, relató el hombre con su vestimenta desgastada.

El profesor de Química también denunció el maltrato de los conductores hacia los pasajeros. “No reciben el medio pasaje a los adultos mayores. Montan a niños y mujeres embarazadas con el autobús repleto. La música a alto volumen. No hay respeto para los usuarios”.

Además, aseguró que el servicio de los Transdrácula, no es óptimo y fue apoyado por las personas que permanecían en cola para subirse a un colectivo. Indicó que estos laboran hasta las 6:00 p. m. y hay un solo bus para cada ruta. Estos al parecer tampoco respetan las normas de cortesía para tratar a los pasajeros.

En junio de 2018 Rafael Lacava, gobernador de Carabobo, aseveró que había traído 130 autobuses de un total de 200, con una capacidad entre 50 y 60 puestos. Incluso, algunos traían aire acondicionado.

Ernesto Lazzaro es un joven de 21 años. Reside en el sector Las Trincheras, municipio Naguanagua, aunque no tiene hijos debe trabajar para ayudar económicamente a su madre y tres hermanos menores. Todos los días camina 13 kilómetros por plena autopista para llegar a su puesto de trabajo en el sector Manantial.

Con sus zapatos desgastados, con poco peso corporal, Ernesto comentó a Cronica.Uno que prefiere caminar porque ahorra algo de dinero, pero también porque en Las Trincheras no hay suficiente transporte público.

El alcalde chavista Gustavo Gutiérrez prometió durante la campaña electoral que optimizaría los servicios públicos, en especial el de transporte, por tratarse de una zona potencialmente turística. A dos años de estas promesas, nada ha cambiado en la cuna de las aguas termales más conocidas en la región central de Venezuela.

Bicicletas salen al ruedo

En la actualidad es común ver ciclistas en las principales vías de La Gran Valencia. Algunos carabobeños las desempolvaron y las ajustaron, para hacer frente a la crisis de transporte público, que golpea el bolsillo de los usuarios por no tener una tasa fija de cobro.

Jesús Guevara recorre cada día 8,5 kilómetros en bicicleta desde la Ciudadela José Martí hasta Plaza de Toros, al sur de Valencia, para poder trabajar vendiendo víveres en el mercado a cielo abierto de esa zona.

El hombre que iba pedaleando por la Romana indicó que prefirió empezar a utilizar su bicicleta para ahorrar dinero. Iba por plena vía: “No utilizo la ciclovía porque tiene mucho vidrio y me puede espichar un caucho y ahorita, un parcho cuesta 30.000 bolívares”.

caminan y desempolvan bicicletas
Las ciclovías están llenas de basura. Foto: Leomara Cárdenas

En 2007 durante el último periodo Francisco “Paco” Cabrera se anunció la creación de la primera etapa de la Ciclovía Sur, que comprende las avenidas Libertador –Sesquicentenaria, Este-Oeste y Henry Ford– Las Agüitas, del municipio Los Guayos.

Se trataba de una iniciativa del proyecto Promoción de un Sistema Ambientalmente Sostenible en la Ciudad de Valencia, patrocinada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (PNUD-GEF) y parte del Plan de reordenamiento urbano Valencia 2020.

A 12 años de esta iniciativa, la ciclovía permanece abandonada. Sirve como depósito de basura de los habitantes de la zona.

Pasaje debe ser dolarizado

Cerca de 5000 unidades de transporte público atendían a la Gran Valencia en 2014, en la actualidad unos 100 autobuses brindan el servicio a los pasajeros de esta zona metropolitana. La merma de unidades obedece a la falta de repuestos, aceites y cauchos.

Itzban Rivero, secretario de reclamo del Sindicato de Transporte del estado Carabobo, manifestó que en la actualidad se hace imposible mantener operativas las unidades, pues todos los insumos son ofertados en dólares. Por lo cual, considera que el pasaje debe estar estipulado con base en esta moneda extranjera. “El pasaje debería estar tasado en 10 centavos de dólar, porque es la única forma de que podamos afrontar esta crisis”.

Indicó que el pasaje preferencial para adultos mayores y estudiantes no puede ser soportado por los transportistas, por lo que insistió en que el Gobierno debe asumir su responsabilidad y cancelar el subsidio. “Hace año las autoridades acabaron con el ticket estudiantil, porque dejaron de pagar lo correspondiente a eso”.

El sindicalista detalló que ya en las calles no se ven los camiones estacas o transbarandas, porque se percataron de que mantenerlas resulta cuesta arriba. “Cuando les empezó a faltar el aceite y los cauchos, se dieron cuenta de que no podían soportar esa carga”.

Rivero también aseguró que la falta de repuesto está afectando a los Transdrácula, prestan su servicio, pero ya ven que no es rentable el negocio porque no pueden cubrir los gastos operativos.


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