Familiares de pacientes con COVID-19 denuncian falta de atención médica en el Hospital Central de Maturín

Hospital Central

La falta de atención médica dentro del Hospital Central de Maturín ha obligado a los familiares a recurrir a médicos privados para garantizar el cuidado de sus parientes. Las denuncias explícitamente indican que la carencia de personal médico en los pisos cuatro y cinco dificulta el proceso de evolución de los pacientes. Una fuente interna del Humnt explicó que no se dan abasto, pues son dos médicos por guardia para la atención de 300 pacientes con COVID-19.

Maturín. Aunque el Hospital Central de Maturín Manuel Núñez Tovar (Humnt) cuenta con un área para la atención de pacientes con COVID-19, desde que empezó la segunda ola de contagios por la variante brasileña los casos en el estado Monagas han ido en aumento, por tal razón han sido habilitadas otras áreas de este centro de salud.

En principio se habilitó el área de emergencia infantil, en este espacio también serían hospitalizados pacientes con el virus, sin embargo, la cantidad de casos fue en ascenso y se destinaron otras áreas, como el cuarto y el quinto piso para la atención de estos pacientes.

Este anuncio fue hecho por la gobernadora de la entidad, Yelitze Santaella, el pasado 5 de abril de 2021. Santaella explicó que los pacientes con otras patologías internados en esas áreas serían trasladados a otros centros de salud, como el Hospital José Antonio Serres.

La incertidumbre reinó en la colectividad, pues ese anuncio hacía referencia a que los casos de COVID-19 habían aumentado en la ciudad; además, el Manuel Núñez Tovar es el único hospital tipo IV del estado, los maturineses se preguntaban adónde acudirían para atender otra patología diferente de la COVID-19.

Soy trabajador de Corpoelec y fui al hospital por un accidente que tuve reparando una falla. En el hospital no me quisieron atender y me dijeron que solo están atendiendo a la gente que tiene COVID-19. Fui a varios centros de salud públicos y no me atendieron; tuve que ir a una clínica y correr con todos los gastos”, comentó Arquímedes Tovar.

A este problema se suma la falta de atención médica, denunciada en los últimos días por familiares de pacientes internados en los pisos cuatro y cinco del Hospital Central de Maturín. Aseguran que desde que sus parientes fueron mudados a estas áreas no han recibido la atención de ningún médico.

“Mi primo aparece que fue dado de alta de allá abajo (Emergencia) el 8 de abril y desde ese día nos pasaron para esta área (quinto piso) y ningún médico ha venido a verlo. No entendemos por qué él aparece como que ya no estuviera internado aquí. Sigue aquí, pero, así como a nosotros, al resto de los pacientes de este piso tampoco los ha visto un médico, ellos no suben para acá”, afirmó Yenni Luzardo.

Luzardo ha seguido de cerca la enfermedad de su primo Miguel, y cuenta que sobrellevar la situación es cada vez más complicado, pues no solo se trata de gastos económicos sino de falta de asistencia y apoyo por parte del sistema de salud público.

Miguel tiene nueve días recluido en el Humnt y no ha evolucionado al tratamiento que sus parientes han costeado. Hoy, además de enfrentar la COVID-19, también enfrenta una severa depresión.

Nosotros le hemos costeado todo el tratamiento, todo ha salido de nuestro bolsillo, lo que nos ha garantizado el hospital ha sido la camilla. Ahorita tiene una severa depresión porque cuando estaba abajo vio a mucha gente pasar por momentos difíciles”, detalló.

Falta de personal

Fuentes internas del Hospital Central de Maturín, que prefirieron mantener su identidad en anonimato por temor a represalias, contaron que este centro de salud tiene solo seis médicos internos para atender a pacientes con COVID-19. Estos seis estudiantes de Medicina Interna cumplen guardias en parejas para la atención de 300 pacientes con el virus, distribuidos en las áreas de Emergencia de Adultos, Pediátrica y cuarto y quinto piso.

“Somos seis estudiantes de Medicina Interna y corremos con la responsabilidad de atender a 300 pacientes con COVID-19 en todo el hospital. Hacemos lo humanamente posible, pero en oportunidades termina una guardia y no hemos revisado a todos los pacientes. Tampoco hay suficientes enfermeras, pero específicamente no sé cuántas hay”, expresó la fuente.

Los familiares de Miguel han decidido contratar un especialista privado para que lo atienda de manera particular, pues temen por su salud.

Contrataremos un neumólogo para que nos ayude con el caso de mi primo. Porque hemos consultado con varios médicos y nos dicen que está en la etapa II del virus, pero sigue recibiendo tratamiento como si estuviera en la etapa I, entonces no evoluciona sino que está estancado, dependiendo del oxígeno. Sabemos que los médicos de aquí hacen lo que pueden, pero no dejaremos a mi primo a la buena de Dios”, sostuvo Luzardo.

Rifas y servicios públicos suplen al sistema de salud público

Lo costoso de los medicamentos para tratar la COVID-19 y la falta de garantías para acceder a ellos a través de la red de salud pública ha obligado a los familiares de los pacientes a buscar alternativas para salvar vidas. Emprendedores y comerciantes se suman a estas iniciativas en las que donan un producto para que se realice una rifa y poder juntar dinero para comprar parte de los medicamentos.

Han sido los servicios públicos en las redes sociales, las rifas y la buena voluntad del venezolano lo que ha ayudado a salvar a más de un paciente que ha contraído el virus.

Nosotros logramos comprarle a Miguel un flujómetro de pared en 110 dólares gracias a una rifa, porque en el hospital no hay. Y así hemos hecho para costear otras cosas de tratamiento, recurrimos a rifas, servicios públicos. Gracias a Dios nuestra familia y amigos han colaborado”, destacó Luzardo.

Estafas a la orden del día

A través de Whatsapp una serie de individuos se han dado a la tarea de ofrecer medicamentos contra la COVID-19. Estas personas se identifican como epidemiólogos pertenecientes al Ministerio de Salud.

El modus operandi consiste en contactar a los familiares de los pacientes a través de los números dispuestos en los servicios públicos difundidos en las redes sociales. De esta manera proceden a ofrecer el medicamento que solicitan para el enfermo alegando que donarán una parte y la otra la deben cancelar a un módico precio.

En Monagas se han ejecutado estas estafas. La más reciente ocurrió el sábado 10 de abril.

El coronavirus ha causado la muerte de más de dos millones de personas en el mundo. En Venezuela hasta el 12 de abril se reportaron 17 decesos debido al mortal virus.


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