Desde 2006, una ola de secuestros y desapariciones forzosas azotó al estado Barinas, sin actuar de las autoridades. Familiares piden atención para que estos hechos no queden impunes y se de respuesta sobre el paradero de los desaparecidos.
Barinas. Han transcurrido varios años desde que el secuestro comenzó a hacer mella en los hogares barineses. Hasta el momento, familiares desconocen el destino de 48 personas entre secuestradas, desaparecidas y raptadas en el estado Barinas.
En 2006 se registró el primero de los casos. A partir de 2008, ocurrieron una serie de eventos en la entidad, en pleno apogeo de la campaña electoral para las elecciones regionales de ese año.
El rapto de dos niños, entre ellos el hijo de un reconocido comerciante de la comunidad asiática, provocó la protesta masiva del comercio barinés. Ambos menores fueron liberados.
Las noticias de sucesos reflejaban lo que iba aconteciendo. Secuestros, raptos, desapariciones, sin que nadie manifestara algún tipo de preocupación.
Oscar Pineda, jubilado, desconocido para entonces, irrumpió en escena a mediados de la época anterior y asumió como propia la lucha de decenas de familias.
Los casos fueron acompañados por el Comité Paz y Vida por los Derechos Humanos, creado por Pineda poco tiempo después. Hace cinco años, Pineda decidió retirarse y atender problemas de salud. Su corazón sigue conectado con la esperanza de que algún día se conozca el destino de estas personas.
Voces que no callan
¿Qué piden los familiares? Que ninguno de estos casos quede en el olvido. Nunca han perdido las esperanzas, dice Miletza Sosa, familiar de uno de los desaparecidos.
Las voces de las familias que esperan por sus seres queridos es firme. Su situación es un silencio que les ahoga y les quita el aliento, pero mantienen siempre presenta una esperanza. Que ninguno de estos casos quede archivado.
Desde el día en que Pineda decidió abandonar el país por cuestiones de salud, el grupo de familiares no ha acudido a la Fiscalía del Ministerio Público, ni tienen abogado, manifestaron cuatro de las más acuciosas de este grupo, entre ellas, Miletza, quien mantiene informado a todas las familias.
Se dan fuerza entre ellas para seguir adelante y resguardar ese ánimo que les insufló Pineda. También valoran el apoyo de la doctora Lucía Quintero, hoy presidenta del Colegio de Abogados del estado Barinas, quien las acompañó desde el principio.
Siempre recuerdan las diversas actividades realizadas cuando Pineda estuvo al frente de esta lucha.
Como en 2010, cuando se encadenaron en la Fiscalía del Ministerio Público de Barinas. Esa acción se tradujo en la designación de un fiscal que no logró resolver ni uno solo de los casos.
Tengo cuatro años sin ir a la Fiscalía, aún guardo la esperanza de que mi hermano esté bien, que las preguntas de mis hijos tengan respuesta”, dice Miletza Sosa, quien aboga para que el Estado les ofrezca ayuda profesional para soportar el dolor de estos años.
Las publicaciones en medios de comunicación, nacionales e internacionales fueron múltiples, así como las protestas y marchas ante distintas instituciones y organismos del Estado en la capital de la República.
En la página de Facebook de la organización Comité Paz y Vida por los DDHH, aparecen las pancartas con las fotos de cada una de las víctimas, las cuales eran desplegadas en cada toma que se realizaba.
¿Dónde están?
Rodolfo Meléndez Sosa fue secuestrado el 20 de septiembre de 2008, a la edad de 31 años, en Barrancas, Municipio Cruz Paredes. El día de su secuestro fueron interceptados por dos vehículos en una alcabala improvisada. La última gestión en la Fiscalía fue pedir el allanamiento de unos predios, acción que nunca se ejecutó.
Una acción similar solicitó Migdalia Soler, hermana de Arnaldo Javier Vivas Soler, desaparecido el 02 de febrero de 2009.
Seguimos esperando respuestas sobre la desaparición forzosa de él, de verdad quisiéramos que nos prestaran la colaboración”, dijo.
A Rosa Briceño, madre de Alfonso Briceño, secuestrado a la edad de 20 años, un 29 de enero de 2010, se le quiebra la voz al recordar a su hijo. Fue visto por última vez cuando llevó el carro de su madre al mecánico. Meses después, le dejaron los zapatos de Alfonso en la entrada de su casa.
No creo tener palabras para expresar tanto dolor, tanta impunidad, tanta impotencia. No creo que nadie que lo haya experimentado en carne propia pueda decir cómo una madre sufre la desaparición de un hijo, duele tanto silencio. Duele, duele mucho y solo te preguntas, por qué yo”, contó.
Aida de Carrillo es la madre de Daniel Enrique Martínez, otro joven desaparecido el 04 de marzo de 2010 a la edad de 20 años, la impotencia y el dolor siempre están presente en sus ojos. Solo le pide a Dios que algún día pueda saber qué pasó con su hijo.
Olga Zambrano, hermana de Pedro Antonio Zambrano Sánchez, raptado hace 17 años, un 09 de septiembre de 2006 en su finca La Victoria, Caño Oso, inmediaciones de los municipios de Pedraza y Antonio José de Sucre, dijo que su caso está señalado con el número de expediente N° 06-f3-01173-06.
Los secuestradores pidieron rescate en dos oportunidades. También enviaron dos pruebas de vida, un video; seguidamente, la falange de uno de sus dedos.
“La familia, especialmente sus padres nonagenarios, mantienen la esperanza de que las autoridades competentes puedan dar respuesta, para conseguir la paz y tranquilidad. Seguimos con ganas de sumar fuerzas”, cuenta Zambrano quien no ha ido a la Fiscalía, dejó de hacerlo desde hace 10 años, no cuentan con abogado.
Los números hablan
Sosa dice que gracias a la lucha de Pineda se paralizó el secuestro en el estado Barinas.
“Él evitó este sufrimiento a otras familias, él (Pineda) tuvo el guáramo de motivarnos y no lo dejamos solo. Yo quiero que mis hijos vean que mi lucha no fue en vano”, dijo.
Mientras exista una voz que hable de ellos, siempre seguirá viva la esperanza de encontrarlos. Entre 2006 y 2010 ocurrieron una serie de hechos que mantienen el alma en vilo a docenas de familias.
Los casos ocurrieron en los municipios Barinas, Pedraza, Obispos, Antonio José de Sucre, Cruz Paredes, Ezequiel Zamora, los que pudo documentar la ONG’S.
En 2009 se contaron un total de 21 secuestros y en 2010 alrededor de 41. De estos, un total de 28 desaparecidos. Las edades de las víctimas figuran entre los 17 y 62 años.
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