A cinco días de la fuga de oxígeno que se registró en el hospital del IVSS San José de Maracay, y que habría ocasionado la muerte de varios pacientes recluidos por COVID-19, los familiares denuncian negligencia hospitalaria y exigen explicaciones de lo ocurrido a las autoridades de salud aragüeñas.
Maracay. “Dos días antes de morir mi tía nos pidió que las sacáramos de allí. A ella se le extravió un bolso de medicamentos y como médico notó muchas irregularidades y así me lo hizo saber. Allí no les pasan el tratamiento a la hora”. Así lo cuenta Marianny Valera, sobrina de la doctora Norma Valera, una de las pacientes con COVID-19 ingresada en el hospital del IVSS San José de Maracay y que falleció el pasado viernes 1 de octubre, horas después de que su esposo, Juan José Torres, también muriera tras registrarse una fuga de oxígeno desde el mediodía del jueves 30 de septiembre. Hasta el momento, las autoridades sanitarias del estado Aragua no han ofrecido un balance oficial de víctimas.
Además de Valera, varios familiares de pacientes aseguran que dentro de la sala COVID-19 del mismo hospital ocurren irregularidades, como el cobro por atención de los enfermos y la desaparición de medicamentos e insumos que compran para el tratamiento requerido.
La joven, aún compungida por la muerte de sus tíos, contó a Crónica.Uno cómo la doctora Valera, médico en el hospital de Cagua y quien llevaba 16 días hospitalizada, presentaba mejoría en su estado al punto que sus familiares habían gestionado sacarla del IVSS para continuar con el tratamiento con un médico particular.
″Allí hay mucha indolencia y no les suministran los tratamientos a tiempo, aún cuando todos los medicamentos se compraban″, contó.
Valera explicó que ″sólo en contadas ocasiones″ el hospital les suministraba solución fisiológica, un antibiótico o un retroviral y que la ayuda que le solicitaron al director del hospital y a la sala situacional de COVID-19 de Corposalud, les fue negada.
También denunció que es falso que la atención de los pacientes con COVID-19 en ese hospital es gratuita. No solo porque los familiares deben asumir todos sus gastos en medicamentos e insumos, sino que también deben pagarle a las enfermeras para que los atiendan.
″La jefa de enfermeras, María Castro, nos dijo que no teníamos que pagarle a nadie dentro del seguro, pero allí cobran 40 dólares por guardia. Eso es un negocio. Al punto que mi tío fallece el jueves a las 6:00 de la tarde y una hora después me llamaron del servicio funerario para darme las tarifas″, denunció.
La joven no se explica cómo si en ese momento ninguna autoridad hospitalaria les había informado sobre lo ocurrido, y mucho menos sobre el fallecimiento de varios pacientes, ya la funeraria los estaba contactando para ofrecer sus servicios.
″¿Quién les suministró a la funeraria nuestros teléfonos?, ¿Cómo se explica que a la medianoche aún nadie nos diera la cara y la funeraria ya nos estaba cobrando 550 $ por la cremación en San Joaquín en Carabobo?″ se preguntó.
Nadie se ha hecho cargo
Hasta la fecha, aseguran, ninguna autoridad sanitaria de la entidad ha informado las causas de la contingencia a los familiares de los fallecidos.
La noche del jueves 30 de septiembre, en medio de la angustia e incertidumbre, parientes de los enfermos se aferraban a las rejas de la entrada del Seguro Social gritando y exigiendo respuestas. De ese momento quedaron registros audiovisuales
″¿Queremos saber por qué no nos dijeron que había una falla de oxígeno? ¡Queremos respuesta de cómo una persona que saturaba por encima de 95, en una hora nos dicen que murió!″, se oye a un familiar en airado reclamo al doctor Benito Aguilera, director del IVSS en Maracay, en el único momento en que tuvo un contacto con los familiares en medio de la situación.
Algunos familiares clamaban respuestas. Como José Gregorio Ortiz, quien detrás de unas rejas lloraba y pedía que salvaran a su padre, Carlos Ortiz, quien falleció la noche del jueves 30 de septiembre.
Para Elizabeth Cuevas, lo ocurrido con sus familiares amerita una explicación oficial y la determinación de responsabilidades ante lo califica como negligencia hospitalaria, pues explicó que días atrás habían notado que algo no estaba bien, aún cuando los médicos y enfermeras aseguraban que el problema se estaba solucionando.
″De repente comenzaron a llamar a algunos familiares y tuvimos mucho miedo″, añadió quien también es familiar directo del matrimonio Valera.
″Necesitamos y merecemos que esto se aclare y aunque estamos muy dolidos, no queremos que esto quede impune. Lo que pasó es una catástrofe. Son más de 15 familias que estamos pasando por esta situación, a quienes les pido que no tengan miedo en denunciar. Nosotros no lo tenemos″, exhortó Cuervas.
La familiar afectada negó que las autoridades de Corposalud o del IVSS se hayan hecho cargo de algún tipo de indemnización o de cubrir siquiera los gastos funerarios. Sí confirmó que una de las sobrinas del matrimonio Valera recibió un mensaje telefónico, aparentemente del Cicpc, en donde le solicitaban que se pusiera en contacto con el cuerpo policial detectivesco.
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