Por quinta vez el TSJ escogerá las autoridades del CNE aludiendo la omisión legislativa por parte de la AN en su tarea de designar a los rectores. Se trata de un plan que para el experto electoral Félix Arroyo busca desmotivar el voto en la población, y asegurar así una victoria comicial para el oficialismo.

Caracas. El pasado 5 de junio la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró a través de un fallo que existía omisión legislativa por parte de la Asamblea Nacional al momento de designar las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), algo que pudiera genera un efecto desmotivacional en las personas a la hora de participar en una elección.

No es la primera vez que ocurre en el país. De hecho, cuando finalmente el TSJ proceda a designar las autoridades electorales, será la quinta vez desde el año 2003 que el máximo tribunal de la República pasa por encima del Parlamento para designar a las personas que dirigirán el ente comicial.

Esto de hecho ya ocurrió en los años 2003, 2005, 2014 y nuevamente en 2016. Los únicos años en los que esto no ocurrió fueron los correspondientes al período legislativo 2006-2010, en el que la AN se encontraba controlada exclusivamente por el chavismo.

Para Félix Arroyo, técnico electoral y consultor de procesos electorales, esto no se trata de una simple casualidad, sino de una intencionalidad para generar dudas sobre cualquier proceso electoral que organice el CNE, y lograr así desmotivar el voto en la población.

“Esto está hecho a propósito, porque se quiere manipular para que la gente no quiera ir a votar porque es lo que en este momento no les conviene. Eso es un error del tamaño del edificio. Los partidos deben convencer a la gente para que vaya a votar, pero creo que será muy difícil”, comentó Arroyo en una entrevista para Crónica.Uno.

En ese sentido, destacó que no es algo nuevo, y que, de hecho, siempre se ha buscado esto como objetivo al momento no solo de designar autoridades del CNE a través del TSJ, sino en la propia forma como las autoridades han actuado en otras elecciones.

“Siempre se ha buscado que la oposición no vote. Desde 2005 ya se estaba vendiendo esa matriz. Por ejemplo, una actitud de 2004 fue no dejar pasar a los rectores de la oposición a la sala de totalización. Resulta que ahí no se totaliza nada, lo que totaliza es un computador que ni está en esa sala. Pero, igual, la gente dijo en ese momento que ahí estaba la trampa. También, luego en su momento se hizo creer que la máquina cambiaba los votos. Eso no es así”, subrayó.

Arroyo insistió en que promover la abstención es la única forma en que una minoría puede ganarle a una mayoría en una elección, al lograr que esta no participe, algo que, dijo, se vio reflejado en 2017 con las elecciones a gobernadores ilegalmente promovidas desde la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

“Para las elecciones de gobernadores la oposición tenía 18 ganadas, pero se empezó a vender que no se debía votar porque el proceso salió por la ANC y eso tuvo éxito. En la mayoría de estados que iban a ganar terminaron perdiendo y, además, se presionó incluso para que los gobernadores se juramentaran ante la ANC”, recordó.

El experto electoral insistió en la importancia de participar en procesos electorales y mencionó lo ocurrido en 2015, año en el que la oposición obtuvo su mayor victoria electoral desde la llegada de Hugo Chávez al poder, en 1998.

“Para el año 2015 los ataques bajaron y la gente fue a votar. Pasó lo que pasó, ganó la oposición. Por eso creo que si no hay un convencimiento de los partidos para que la gente vaya a votar, va a pasar lo mismo que el 20 de mayo de 2018”, manifestó.

Elecciones contra el reloj

En caso de que la sentencia del TSJ que declaró la omisión legislativa busque designar de forma expedita nuevas autoridades del CNE, este no sería el único impedimento para realizar elecciones parlamentarias este año.

Arroyo señaló que, más allá de decir quiénes serían los nuevos rectores, quizás lo más importante que se debe hacer es proceder a comprar las máquinas electorales que se perdieron en el incendio de comienzos de marzo de este año.

“Si quieren hacer elecciones este año, tienen que apurarse, tienen que comprar las máquinas, tienen también que adecuar el Registro Electoral que casi ni se ha tocado en los últimos años y sigue reflejando cosas como que solo hay poco más de 100.000 personas en el exterior. ¿Cómo se depura el Registro si no hay tiempo?”, se preguntó.

En esa línea, condenó algunas propuestas que se han hecho de volver al voto manual, no solo porque representaría un incremento significativo del costo de los procesos electorales, sino también por la poca seguridad que estos ofrecen en comparación con el método electrónico.

“Volver al sistema manual en el CNE es un error. Con el método electrónico se puede revisar todo solo con unos pocos técnicos que conozcan de computación y estadística. En cambio, con el voto manual hay que tener gente en cada mesa porque cada una es un proceso electoral distinto. Volver al voto manual es generar aún más dudas sobre los procesos electorales”, puntualizó.


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