En la concentración los jóvenes estaban preparados con bombas molotov, frascos de vidrios con pintura, cascos y escudos. Durante el enfrentamiento hubo al menos 11 heridos.

Caracas. Aunque la MUD no había convocado ninguna acción de calle para este martes, estudiantes de distintas universidades se concentraron espontáneamente a eso de las 11:00 a. m. en la autopista Petare-Guarenas. Llovió durante varios minutos pero los chamos no despejaron la vía, al contrario, atravesaron en plena vía pública troncos, basura, cauchos, escombros y todo lo que se encontraban para trancar la autopista en ambos sentidos, hasta que en el horizonte de la arteria vial en dirección a Caracas, observaron un grupo de uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que se acercaba.

“Ya la gente no se agrupa para escuchar lo que dice un dirigente, lo que quieren es salir a protestar por los muertos, no solo durante las protestas, sino todos aquellos venezolanos que mueren por la inseguridad, por hambre, en los hospitales. Por eso estamos aquí hoy”, dijo Samuel Díaz, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad Metropolitana (Unimet), desde la autopista.

Los jóvenes atravesaron troncos en la vía pública para evitar el paso de los automóviles.

La mayoría de los alumnos que se encontraban en el lugar eran de la Unimet, aunque algunos también se identificaban con la Católica Andrés Bello, la Santa María, Simón Bolívar y la Universidad Central de Venezuela (UCV). Mientras algunos se sentaban en el asfalto, otros custodiaban las barricadas en cada extremo para evitar que pasaran motos, carros o cualquier vehículo.

Por el hombrillo de la autopista caminaban personas con bolsas de mercado, madres con sus hijos, personas con su uniforme de trabajo. Muchos civiles que prefirieron seguir su camino a pie, aunque estuviera lloviznando. A unos les molestaba que los estudiantes trancaran la vía, y se lo decían a ellos, otros apoyaban a los chamos.

Momento en el que los estudiantes comienzan a trancar la autopista.

Díaz y varios dirigentes del Movimiento Estudiantil conversaron con dos funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que se acercaron hasta la concentración. Durante el diálogo, si bien cada interlocutor daba sus argumentos, no hubo tregua. Los policías se apartaron y los estudiantes retrocedieron. Los militares que estaban a unos 200 metros del lugar, levantaron sus escudos y comenzaron a avanzar hacia la masa de jóvenes.

Aunque algunos retrocedieron, otros sacaron escudos y se defendían de los perdigones. Casi todos estaban preparados para enfrentarse a los milicianos. Muchos con máscaras antigases, cascos, guantes que soportan altas temperaturas, aguantaban en primera fila la embestida de los uniformados.

Los chamos sacaron varias gaveras con botellas convertidas en bombas molotov.

A los GNB no les importó que hubiera mujeres y niños caminando por el hombrillo, de igual manera reprimían a diestra y siniestra, incluso lanzaron varias bombas a las casas de los barrios cercanos.

En menos de 20 minutos los funcionarios hicieron retroceder a los alumnos hasta dentro de la Unimet. Durante ese tiempo los chamos les lanzaron bombas molotov que impactaban en los escudos de los militares y encendía fuego, también les lanzaban piedras y bloques. Aunque no hubo ningún detenido, y aun cuando ya los chamos estaban dentro de las instalaciones de su casa de estudios, los militares siguieron lanzando perdigones y bombas lacrimógenas hacia adentro.

Vidrio de una de las garitas de la Unimet, roto por un impacto de bombas lacrimógena.

El artículo 109 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece “la inviolabilidad del recinto universitario”, este martes los GNB hicieron todo lo contrario. Aunque no ingresaron a las instalaciones, la bombardearon e incluso rompieron con una bomba lacrimógena uno de los vidrios de las garitas de los vigilantes. Esta sería la quinta vez que algún cuerpo de seguridad viola la autonomía universitaria.

Durante los enfrentamientos, hubo al menos 11 jóvenes heridos, informó el presidente del Centro de Estudiantes de la Unimet.

“Debemos saber que todos los días hay que ir a las calles. Que todos los días debemos poner nuestro granito de arena en las calles. No importa si es una hora. Hay que tener resistencia”, fueron las palabras de uno de los jóvenes que le hablaba a un grupo de alumnos en la puerta de la Unimet al final de la jornada.

Fotos: Luis Miguel Cáceres.


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