En grave riesgo se encuentran más de 300 pacientes con cáncer en el estado, que reciben su tratamiento en el Hospital Oncológico. Exigen a las autoridades la puesta en funcionamiento de estas áreas.
San Cristóbal. Un grupo de pacientes con cáncer protestó este lunes a las afueras del Hospital Oncológico del Táchira, a fin de exigir que el quirófano de ese centro asistencial sea reabierto, pues desde noviembre permanece cerrado.
Con pancartas alusivas a la apertura de dicha área, los pacientes se apostaron en la entrada del Oncológico para demandar, además, la activación de la campana en la que se preparan las quimioterapias, la cual tampoco funciona. Esto deja a pacientes de escasos recursos sin posibilidad de hacerse el tratamiento, ya que, en una clínica, el costo por la aplicación de una quimio es impagable para muchos de ellos, pues ronda los 100 dólares, y el ciclo de radioterapia puede costar en Colombia casi 3000 dólares.
Belinda Quintero, que además de ser paciente es coordinadora de la Fundación Lucha y Vida, indicó que no solo son el quirófano y la campana en el Hospital Oncológico, sino el acelerador lineal que se encuentra inoperativo desde hace varios años en el Hospital Central de San Cristóbal, con el cual muchos pacientes se hacían sus radioterapias.
Hemos venido varias veces para hacer un llamado a la autoridad y no hemos tenido ninguna atención. El señor Freddy Bernal se comprometió con los pacientes oncológicos a restablecer el quirófano, y tampoco”, lamentó.
Anunció que formularán una denuncia ante la Defensoría del Pueblo, dada la situación en la que se encuentran estos pacientes, ya que la demora en recibir sus respectivos tratamientos los pone en riesgo de enfermarse aún más.
Pacientes aseguran que, al momento de verificar la lista de espera, ya llevan más de una treintena por delante, por lo que les preocupa el período que deben aguardar para ser intervenidos, pues a muchos se les ha pasado el tiempo de espera y aún no ven luz.
“Ya a mí se me pasó el tiempo entre las quimios y la cirugía, y tengo 30 pacientes por delante. No puedo esperar más”, dijo Soraya Lovera.
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