HUC tiene nuevo color en su fachada pero no es capaz de garantizar la dieta de sus pacientes

Ni obreros, ni doctores saben la fecha en que comenzaron a pintar la fachada, sin embargo, aseguran que tienen ya varios meses con ese nuevo color. El año pasado pacientes denunciaron el cierre de varios servicios que hoy siguen sin funcionar.

Caracas. Casi toda la fachada del Hospital Universitario de Caracas (HUC), ubicado dentro del campus de la Universidad Central de Venezuela (UCV), fue pintada de blanco hace unos meses. Los colores azul, rojo y blanco, que caracterizaban la edificación ya no existen, aun cuando toda la Ciudad Universitaria fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. El título que confiere ese organismo impide que se realice cualquier remodelación o arreglo considerable dentro del campus.

El HUC es una edificación de 11 pisos que fácilmente podría ocupar una manzana completa en cualquier calle de la capital. La prominente estructura fue diseñada por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, y vio pasar su época dorada hace varias décadas. A pesar de la nueva capa de pintura externa, la situación económica del país continua haciendo estragos dentro del centro asistencial.

Por ejemplo, los alimentos que reciben los pacientes hospitalizados no cumplen con la dieta necesaria según cada patología. Todos los internos comen lo mismo, no importa si es un enfermo renal, un niño, o una paciente de ginecología.

Esta zona del hospital tenía colores azules y rojo.

Aún se observan algunas zonas de la fachada que tienen el color rojo de otrora, pero que en algún momento serán cubiertas por la pintura blanca. A otras se les nota por debajo del nuevo color el azul que tenían antes, lo que indica que podrían pasarle varias manos más de pintura.

“La prioridad deberían ser insumos y comida de los pacientes, pero no, es pintar”, comentó la jefa del Departamento de Pediatría, Mirna García.

El año pasado hubo más de seis protestas en ese hospital por parte de pacientes y trabajadores por distintas razones. Los hospitalizados se quejaban de la escasez de insumos médicos y medicinas, y los obreros de los sueldos paupérrimos, también demandaban una nueva discusión de la contratación colectiva.

Algunas zonas de la fachada que tienen el color rojo de antes.

Este año el panorama en ese centro de salud es igual o peor. Los pacientes deben llevar hasta el agua potable que van a consumir, y los obreros aún cobran salario mínimo o menos que eso.

Ni trabajadores, ni doctores, saben dónde fue aprobado el dinero para renovar la fachada del Clínico. Poco a poco, varios trabajadores aplicaron la pintura en las paredes de afuera, pero puertas adentro incluso hay baños de servicios, como el de Cardiología, que no sirven.

Así era el color de la fachada a mediados del año pasado.

Fotos: Luis Miguel Cáceres


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