Desde que secuestraron a un empleado, en diciembre, tomaron medidas extremas como bajar la santamaría en horas de la tarde y cerrar la reja. Contrataron un transporte para empleados y músicos.
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Caracas. Desde que gobierno del hampa tocó la puerta de la Iglesia Las Acacias, en plena avenida Rooselvelt de El Cementerio, comenzaron a bajar la santamaría tempranito y a disminuir sus horarios de atención.
Como medida extrema, el pastor Samuel Olson, pidió que después de las 7:00 pm no hubiera nadie dentro de las instalaciones, por seguridad de todos, según comentó uno de los trabajadores bajo anonimato. Los vigilantes pasan por las oficinas para verificar que no quede nadie y en caso de que vean a un arriesgado le dan la orden de desalojo.
También bajaron el horario de las actividades, como por ejemplo los estudios bíblicos, pues ahora las clases solo duran una hora, cuando antes eran de 6:00 pm a 8:00 pm; si pueden iniciar a las 5:30 pm mucho mejor.
Y luego de que en diciembre del año pasado secuestraran a uno de los empleados, mientras estacionaba su carro en horas de la mañana, el personal de seguridad baja la santamaría en las tardes, cierra la reja y está atento de quién entra y sale.
“Lo encañonaron y se lo llevaron hasta la carretera Panamericana, allá lo soltaron y lo tuvieron que ir a buscar porque se llevaron el carro”, sostuvo un testigo del hecho, quien quiso mantener su nombre en resguardo por seguridad.
Camionetas para todo el mundo
Los domingos se realizan los servicios o “cultos”, que resaltan por la banda musical y cantores, justamente los más afectados con la delincuencia. Por eso ensayan hasta las 8:00 pm, cuando antes terminaban a las 9:00 pm.
Para evitar que sean víctimas del hampa cuando salen, la iglesia contrató el servicio de una camioneta que espera a los músicos y trabajadores desde las 7:30 pm y los lleva hasta Plaza Venezuela, de acuerdo con fuentes internas. Esta medida también se repite los días martes, pues tienen un culto a las 6:00 pm.
A pesar de las múltiples medidas de seguridad que han tomado, como los típicos consejos que les dan los vigilantes de no sacar los celulares en la entrada, no todos se salvan. El domingo de Resurrección, luego de culminar una obra de teatro en conmemoración a la Semana Santa, a una de las espectadoras la robaron en toda la entrada.
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Fotos: Cheché Díaz
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