La subida del dólar en la última semana derivó en una escalada sin precedentes en el costo de los productos como harina de maíz y huevos. Compradores recorren el bulevar 5 de julio de Barcelona en busca de ofertas, pero se van con las manos vacías

Barcelona. El efecto búmeran, derivado por el incremento en el precio del dólar en la última semana, se hizo sentir con la fuerza de un tsunami en los comercios ubicados a lo largo del bulevar 5 de julio de la ciudad de Barcelona.

“Se volvieron locos los turcos”. Así catalogó el transportista Cristóbal Medina el alza en los precios de los alimentos y productos de aseo e higiene personal que realizaron los comerciantes originarios del medio oriente, asentados en el céntrico paseo de la capital de Anzoátegui.

Medina asegura que a diferencia de los llamados “turcos”, los comerciantes asiáticos y las cadenas de hipertiendas aún conservan precios un poco más accesibles.

En recorrido por varios negocios, el equipo de Crónica.Uno constató que los costos se incrementaron a razón de 100 % en apenas días. Una bolsa de detergente importado, que el sábado pasado costaba 22.000 bolívares, este miércoles era expendida en 42.000, al igual que la harina de maíz precocida que de 13.500 bolívares, pasó a venderse entre 19.000 y 21.000 bolívares, dependiendo de cuál de las dos marcas reconocidas se prefiera.

En medio del incandescente sol y una temperatura que ronda los 40 grados, Nelly Rebolledo aprovechó la hora del almuerzo para “darse una vuelta” por varios establecimientos y comparar precios; el resultado de su inspección fue la compra apenas dos plátanos que aprovechó que estaban en oferta.

Esto está horrible, el dólar subió y esta gente incrementó los precios a mansalva. He dado vueltas por todo este bulevar y lo único que llevo son estos dos plátanos porque todo se puso incomprable, hasta la carne que la semana pasada estaba accesible hoy la tienen en 55 [Bs. 55.000] el kilo, ahora sí es verdad que no sé qué voy a poner en la mesa porque con estos precios dudo que vuelva a tener un almuerzo decente, dijo.

La llegada de los llamados “productos brasileños” significó ver nuevamente en los anaqueles de los comercios de Anzoátegui, después de un largo tiempo, presentaciones de productos como: mantequilla, salsas de tomate, pastas y arroz en empaques de 250 gramos.

Marcas nacionales, especialmente distribuidoras de aceite, mantequilla, salsas de tomate y granos, en los últimos meses introdujeron esa opción en el mercado y para los anzoatiguenses se habían convertido en una alternativa económica frente a los precios que exhiben sus similares presentados en envases de 500 gramos y hasta un kilo.

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Ese respiro parece nuevamente desvanecerse. Las presentaciones pequeñas también sufrieron el incremento de precios y ahora una mantequilla de una reconocida marca nacional, que al momento de su aparición se cotizaba entre Bs. 10.000 y Bs. 12.000, en dos semanas su costo se elevó hasta los Bs. 18.000, su par brasileña que era vendida en 6000, hoy se expende en 14.000.

Hasta la harina de maíz precocida artesanal, una variante barata frente a los precios de la harina de maíz comercial, se incrementó de precio hasta en 140 % al pasar de 5000 a 12.500 el kilogramo.

Voy a tener que volver a comer arepa con queso solo porque hasta la mantequilla pequeñita de Mavesa que el domingo constaba 12.000 hoy vi que ya la están vendiendo en 18.000 bolívares y la brasileña pasó de 7000 a 14.000 bolívares. Cómo uno lucha contra la crisis así, yo estaba haciendo unos trabajos y con las cuentas que saqué sabía que podía hacer un mercadito, no como los de antes, pero mejor que a principios de año, todo eso se pulverizó esta semana con este aumento loco, sostiene el soldador Luis Velázquez.

Todo reducido

María Misiel y Jennifer Rondón se encontraban frente a un establecimiento sacando cuentas de lo que habían gastado durante su visita al bulevar, al momento de sumar determinaron que, en comparación con una compra que realizaron el pasado domingo, habían gastado la misma cantidad de dinero pero esta vez solo llevaban la mitad de productos.

Mi compra se redujo a la mitad, ya los precios no cambian en días sino en minutos. A las 10 de la mañana vimos medio kilo de pasta en 10.000 bolívares y ahorita la volvimos a ver en 12.000, esto es un abuso. Los comerciantes están haciendo desastre con nosotros, aquí ya no sabemos a quién acudir y no podemos llamar al Gobierno porque la mayoría de estos negocios los cuidan los militares, refiere Misiel.

Rondón asegura que el festival de precios es una total locura: el domingo pasado un cartón de huevos se vendía en 46.000  y el miércoles se expendía en 64.000, hasta el queso, sostiene, se incrementó de forma descontrolada. La semana pasada el kilogramo podía conseguirse hasta en 20.000 bolívares, el miércoles sobrepasaba los 40.000.

“Uno se entera de cosas, por ahí nos dijeron que el Gobierno quiere aumentar el sueldo en 70.000 bolívares. Eso significará que los precios seguirán aumentando y si el dólar sigue subiendo ahora sí es verdad que nos vamos a morir de hambre”.

Ambas aseguraron que la única entrada de dinero que tienen es a raíz del funcionamiento de pequeños negocios informales que hay en sus residencias, como la venta de tetas (helados), cigarrillos y otros, ingresos que mermarán ahora.

Los precios se incrementaron en más del 100% en la última semana / Foto: José Camacho

Del otro lado de la acera, el gremio de comerciantes asegura que los precios no son incrementados por gusto. Sostienen que la mayoría de sus productos son importados y el aumento en el valor de la moneda estadounidense los afecta porque los proveedores también incrementan sus costos de venta.

“Esto es una cadena viciosa, qué podemos hacer nosotros entonces, incrementar los precios para continuar abiertos”, dijo uno de los comerciantes, que prefirió no identificarse.

La dolarización de facto también llegó al bulevar y en las puertas de los negocios comenzaron a proliferar carteles en los que se indican que estos aceptan divisas, inclusive por precios más elevados a los señalados en la cotización diaria.

Rebolledo indicó que la única opción que le queda sería la de comprar dos canillas que en pleno bulevar se consiguen entre 2500 y 4000 bolívares.


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