El nuevo año escolar ya es un dolor de cabeza para los padres y representantes, quienes han resentido los últimos aumentos de matrículas y mensualidades de los colegios privados donde cursan estudios sus hijos. Algunos están dispuestos a elevar la queja ante funcionarios locales de la Sundee y la Defensoría del Pueblo.

La Guaira. En medio de una semana de celebración de actos de graduación en los colegios privados del Litoral Central, padres y representantes fueron informados sobre los nuevos costos de matrículas y mensualidades para cursar el próximo año escolar, que están entre 30 y 45 dólares, lo que desató de inmediato las preocupaciones. 

Algunos de los consultados por Crónica.Uno, manifestaron su rechazo a las alzas de matrículas y mensualidades, cuyo incremento se calcula en 150 %.

Con una pandemia que no permitirá, seguramente, la vuelta a clases presenciales en septiembre y las deficiencias diarias de luz e internet, que afectan a estudiantes y profesores, no me parece justo ni adecuado que se incremente la mensualidad de 12 a 30 dólares”, comentó Alicia Sandoval, con dos hijos en bachillerato en el Colegio Juan Álvarez Susan, ubicado en Maiquetía, al oeste de la región.

En el Colegio Rómulo Gallegos de Catia La Mar, los representantes también debieron afrontar un aumento de 25 a 40 dólares por el pago de matrícula del nuevo año escolar. 

En el Rómulo es así, pero hay otros colegios de la zona, como el Gabriela Mistral, cuyos dueños se les voló la chaveta: cobran 50 dólares de mensualidad. Es un abuso y nadie del Sundee o del Ministerio de Educación pone orden”, dijo Marlene Hidalgo, madre de tres niñas promovidas al primero, segundo y tercer grado, respectivamente.

Sin apoyo tecnológico

En la entidad existen 55 planteles de administración privada, entre ellos los subsidiados de la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec), cuyas matrículas son inferiores a las anteriormente referidas.

En estos planteles privados, la mayoría de sus docentes no han sido vacunados contra el COVID-19, además de que tampoco fueron beneficiados con aumentos de sueldos que compensen el alto costo de la vida ni incentivos adicionales para adquirir equipos tecnológicos (celulares, computadoras personales o conexiones inalámbricas a internet) que faciliten la enseñanza en línea. 

Nos cobran una locura en dólares, pero no apoyan a los profesores para garantizar una educación de calidad para nuestros hijos”, se quejó Hildemaro Escobar, quien manifestó que deberá “rebuscarse con algo más” para cancelar los 40 dólares del Colegio María Montessori, en Caraballeda.

Mientras tanto, en la Zona Educativa de La Guaira (dependencia regional del Ministerio de Educación), no emitieron respuesta frente a las alzas de matrícula y mensualidades en los diferentes colegios privados. 

Algunos afectados indicaron que acudirán a las oficinas locales de la Defensoría del Pueblo y de la Superintendencia Nacional de los Derechos Económicos (Sundee), a objeto de que sus reclamos sean escuchados y así obligar a los propietarios de las instituciones educativas a retroceder en las cantidades a cancelar cada mes.

“Hay alguna gente de estos colegios que cree que todo se justifica con la hiperinflación. Tiene que haber gobierno para frenar este abuso, tiene que haber alguien de la Zona Educativa que les diga que no todos tenemos una montaña de dólares”, sostuvo Lisbeth Peña, quien no sabe de dónde obtendrá más dinero para el colegio de sus hijos en Naiguatá.


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