El Observatorio Venezolano de Finanzas calcula que el rubro de servicios fue el que más aumentó de precios en el último mes. La tasa interanual de 429 % mantiene a Venezuela entre las inflaciones más elevadas del mundo.

Caracas. Los aumentos abruptos de precios son el gran dolor de cabeza económico de las personas en Venezuela y las cifras de inflación del primer semestre del año son una muestra de ese flagelo. 

En junio, el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) calcula que la tasa mensual de inflación fue de 8,5 % (mayor que la de mayo) y la acumulada desde enero se aceleró a 100,8 %

La inflación interanual, que mide los precios de junio de 2022 a junio de 2023, se desaceleró a 429 %, pero se mantiene en la lista de países con la tasa anualizada más alta del mundo.

Esto indica que el proceso inflacionario persiste a pesar de los esfuerzos por anclar el tipo de cambio, explica el OVF, organización integrada por exdiputados opositores y economistas.

En los últimos años, y con mayor “éxito” en el primer semestre de 2022, el gobierno de Nicolás Maduro se apalancó en la “estabilidad” del precio del dólar como estrategia para contener el alza de precios en el país. 

Esa estrategia continuó en 2023 con las intervenciones cambiarias del Banco Central de Venezuela (BCV) que han mantenido “a raya” el tipo de cambio, que aumentó más de 50 % entre enero y junio, con una venta de al menos $2156 millones a la banca. 

Si hay inflación, el tipo de cambio va a subir. Tenemos un proceso inflacionario enorme y el dólar no se salva de esto. Hay que abatir la inflación para poder tener estabilidad cambiaria”, dijo a sugiere que la expansión monetaria por parte del BCV genera presión sobre el tipo de cambio y, por ende, sobre los precios, dijo a Crónica.Uno el economista Hermes Pérez.

Pérez sostiene que la inflación en Venezuela es de índole monetaria, debido a la excesiva emisión de dinero por parte del BCV para cubrir los gastos del Gobierno, algo que prohíbe la Constitución y la Ley del BCV.

De hecho, el OVF agrega en su último reporte que, mientras el dólar aumentó 6,5 % su precio en junio, la base monetaria lo hizo un 12,4 %.

Esto sugiere que la expansión monetaria por parte del BCV genera presión sobre el tipo de cambio y, por ende, sobre los precios, dice el OVF, y agrega que las expectativas de una devaluación futura del bolívar hacen que personas y empresas busquen deshacerse de la moneda nacional lo más rápido posible. 

Distribuido por rubros, el de servicios fue el que más aumentó de precios en junio, con una inflación de 19,5 %, seguido por transporte (9,1 %), esparcimiento (9 %) y restaurantes y hoteles (8,7 %).

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