José Peseiro cumplió su primer año en el banquillo de la Vinotinto

José Peseiro

El técnico portugués tuvo que lidiar con la pandemia, la falta de pagos, la inestabilidad federativa y el poco tiempo de trabajo en sus primeros 12 meses al frente de la selección.

Caracas. Hace exactamente un año, el portugués José Peseiro ingresó al Salón Costa Esmeralda del hotel Eurobuilding junto con Laureano González, entonces presidente de la FVF, para ser presentado como el nuevo entrenador de la Vinotinto.

El luso llegó al banquillo de la selección venezolana en medio de turbulencias por una división en el seno federativo, una ola de rumores sobre la contratación de un técnico de mayor renombre y una crisis económica de la que la FVF no escapaba. Doce meses después, la inestabilidad se mantiene en Sabana Grande, al igual que los problemas financieros. No obstante, Peseiro parece disfrutar de cierto crédito como seleccionador.

La presentación del “desconocido” entrenador sirvió para despejar dudas sobre su llegada. Muchos periodistas y el para entonces presidente encargado de la FVF Jesús Berardinelli –fallecido el año pasado– daban fe de las conversaciones con el argentino Jorge Sampaoli, quien incluso tenía previsto enviar personal de su confianza a Caracas para visitar instalaciones y conseguir una vivienda ante su inminente llegada como sucesor de Rafael Dudamel al frente del combinado criollo.

Los emisarios de Sampaoli nunca llegaron, pero el que sí arribó de España fue González tras el cumplimiento de la licencia que había tomado como mandamás federativo. El dirigente arribó a la capital junto con José Peseiro y tres días después explicó el porqué de la contratación del ex DT del Sporting de Lisboa.

“Uno se arropa hasta donde la cobija le alcance. Peseiro es el técnico con el mejor curriculum que hemos tenido desde el argentino Pastoriza. Escogimos al técnico que se ajusta a nuestras necesidades, entre ellas la competitiva”, expresó González en aquel momento.

Ese día, el portugués se puso la camiseta nacional, dijo que “Venezuela vivía el mejor momento futbolístico de su historia” y recalcó que su objetivo principal era el de clasificar al Mundial de Qatar 2022, si bien quería contribuir al desarrollo de la disciplina en el país. El estratega tuvo una oferta de la selección de Ghana antes de aceptar la de la Vinotinto.

Agenda antes de la pandemia

Lo primero que hizo Peseiro después de su designación fue regresar a Portugal y luego emprender una gira por Europa para visitar a varios jugadores del combinado. Se reunió con el capitán Tomás Rincón en Italia y con José Salomón Rondón y Roberto Rosales en España, entre otros.

En marzo, Peseiro regresó a Caracas junto con su cuerpo técnico que componen Nuno Presume, su hijo, Vitor Peseiro, y Daniel Correia. Sus asistentes vieron un partido del torneo local en el Estadio Olímpico y después se trasladaron junto con el DT a Margarita para conocer el Centro de Alto Rendimiento de la FVF.

El nativo de Coruche también visitó el Comité Olímpico Venezolano y se reunió en Estados Unidos con algunos vinotintos que militan en la MLS. Cuando llegó la pandemia, el timonel regresó a su casa en Lisboa. Desde allí dio múltiples entrevistas a medios venezolanos, donde repitió su intención de moldear un equipo más ofensivo, pues, a su juicio, “Venezuela nunca irá a un Mundial solo defendiendo”.

Primeros partidos, victoria ante Chile y los impagos

En septiembre, José Peseiro dio su primera convocatoria y en octubre quiso poner en práctica su idea de ataque en el choque contra Colombia por las eliminatorias mundialistas. Sin amistosos, tiempo de trabajo ni conocimiento del grupo, el resultado era previsible. La Vinotinto cayó goleada 3-0 en Barranquilla.

De vuelta a Venezuela, el adiestrador reconoció su “error” al intentar ser osado sin las condiciones ni las horas de vuelo necesarias. En su segundo partido apostó por una oncena más compacta, que ante Paraguay privilegió la faceta defensiva y solo en el segundo tiempo se acordó del arco contrario. Un error defensivo, un penal fallado y un gol anulado se conjugaron para una segunda caída, esta vez 0-1 en Mérida.

Concluida la primera doble fecha, el deseo de Peseiro era regresar a Portugal, pero una llamada telefónica lo persuadió y debió permanecer en el país. Antes de la segunda doble fecha, el DT se reunió con varios técnicos del fútbol venezolano, a los que agradeció el trato y el entusiasmo, aunque difirió de varios conceptos y no estuvo de acuerdo con una supuesta “falta de actitud” de sus jugadores en el comienzo de las clasificatorias.

En noviembre, el europeo dispuso de más entrenamientos antes de la doble jornada y pudo trabajar, sobre todo, el equilibrio y la seguridad defensiva. Contra Brasil, el equipo casi ni pateó a la portería rival, pero atrás se vio mucha mejoría y la Canarinha apenas ganó 1-0.

Al regregar a Caracas, la Vinotinto jugó un muy buen primer tiempo y aprovechó el aporte de Yeferson Soteldo y los jugadores de relevo en el complemento para mantener el choque al alcance y finalmente obtener una victoria 2-1 en el duelo con Chile en el Olímpico. En la rueda de prensa posterior, el luso reconoció que necesita tiempo para plasmar su idea ofensiva en la selección. Por ahora le apunta más al equilibrio y a no quedar expuesto al ser atacado como pasó en el partido contra los cafeteros.

Al margen de los temas deportivos, José Peseiro también tuvo que lidiar en su primer año con la crisis económica de la FVF que se agudizó a tal punto que lo dejó sin cobrar durante casi todo 2020. De hecho, la insolvencia federativa amplifica los rumores con respecto al pago de su sueldo, supuestamente abonado por particulares tras la bancarrota del ente futbolístico.

El portugués ha mostrado paciencia y discreción ante los retrasos. Ha manejado el tema puertas adentro y parece estar cada vez más claro con respecto a las dificultades y a lo que implica dirigir en Venezuela con la situación país actual y la inestabilidad de la FVF.

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