2800 jubilados del complejo petroquímico esperan desde el año pasado la cancelación de lo correspondiente al fondo de pensiones, que es manejado en divisas.

Valencia. Jorge Rodríguez, jubilado de la Petroquímica de Venezuela (Pequiven), ansiaba hace seis meses recibir el pago del Fondo de Pensiones de la empresa estatal para poder comprar un par de cauchos para su vehículo.

Rodríguez trabajó 32 años en Pequiven y esperaba, durante su retiro, gozar oportunamente de los beneficios por los cuales canceló durante los años de trabajo. No obstante, esto no ha podido materializarse debido a que desde 2015 hay retrasos en la cancelación del Fondo de Pensiones. Asimismo, lamentó que el salario que perciben no es suficiente para cubrir las necesidades básicas de alimentación, pago de medicinas y servicios.

Recibimos 335.000 bolívares mensuales que no alcanzan para hacer un mercado. Yo esperaba hace seis meses el pago del Fondo de Pensiones para comprar unos cauchos, pero ahorita si me dan 6 u 8 millones de bolívares no alcanza para nada por la inflación, apuntó Rodríguez, quien es uno de los 2800 afectados del complejo petroquímico ubicado en Morón.

Durante una acción de protesta llevada a cabo en la sede corporativa de Pequiven  en Valencia, acompañado por un grupo de manifestantes, dijo que piden conocer el estatus de los intereses de este fondo, que es manejado en divisas.

Anteriormente, a sus correos electrónicos recibían la información trimestralmente de la disponibilidad que contaba el Fondo de Pensiones. Sin embargo desde 2015 no reciben la información.

Otra inconformidad que mantienen los jubilados es que cuando acuden al Complejo Morón para realizar trámites administrativos, tal como renovación de la Fe de Vida o entrega de facturas por medicamentos, son maltratados por el personal. Además, los reembolsos médicos son cancelados pasados dos meses de la fecha de entrega.

Los afectados claman la cancelación del Fondo de Pensiones correspondiente al 2016 y que alternamente se calcule lo que corresponde a 2017, pues la inflación no da tregua y minimiza el poder adquisitivo.

Foto: Cortesía


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