Precio de la carne de cerdo se dispara hasta Bs. S. 1690

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Mientras la carne de res a precios subsidiado escasea, las vísceras de res se ofrecen entre 390 y 535 bolívares soberanos en el Mercado Municipal de Quinta Crespo.

Caracas. Una pareja entra al supermercado. Ambos se dirigen a las neveras con carne y echan un vistazo a las bandejas preparadas con anticipación. La gama de pescado enlista bandejas de lisa, de atún y otras especies, pero nada les resulta adecuado y se dirigen hacia la nevera de las carnes rojas. Solo consiguen cortes de cochino y después de tanto buscar, la decepción es inmediata: “Es una locura lo que estamos viviendo. Todas las bandejas cuestan más de 300 bolívares soberanos”, comentan.

Ricardo y Gloria (nombres ficticios) estaban buscando carne para acompañar el arroz, la pasta o arepas de los desayunos y almuerzos familiares —tienen dos hijos—, pero los precios superan, por mucho, su presupuesto. Ya no se puede. No se puede. El presupuesto [para esta compra] son 450 bolívares soberanos y no nos alcanza para nada, señala Ricardo, quien se dedica a la recolección de desechos sólidos y gana 1980 bolívares soberanos mensuales.

La situación es que, frente a la escasez de carne de res, en los supermercados la oferta de carne de cochino (trasero de cerdo, solomo de cerdo y asado en tiras) se ubica entre 840 y 925 bolívares soberanos por kilo. Lo cual resulta prácticamente inaccesible para un asalariado, que devenga 495 bolívares semanales y que poco a poco se queda sin opciones en el terreno de la hiperinflación.

Asimismo, en el Mercado Municipal de Quinta Crespo, el pernil tuvo un aumento de 109 % en dos semanas, pues se ofrecía a 620 bolívares y ahora cuesta Bs. S. 1300. La chuleta ahumada oscila entre 1440 y 1690 bolívares.   

Mientras tanto, los oferta de carne de res a precio subsidiado está paralizada desde el sábado y solo se ofrece lengua, panza, bofe, bisteck de hígado, riñonada, rabo, patas y corazón entre 390 y 535 bolívares soberanos por kilo.

Frente a esto, Ricardo asegura que las cajas Clap representan una oportunidad “para medio comer”, pues su salario se vuelve sal y agua ante el precio de la canasta alimentaria, calculada en Bs. S. 12.211,55.

Fotos: Reymar Reyes Moncayo


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