La fase inicial de la ayuda humanitaria tiene como prioridad detener más muertes

Defensores de Derechos Humanos y médicos hablaron de cómo debe darse la cooperación internacional para detener la emergencia social. Asistieron al primer foro organizado por Crónica.Uno, en el que participaron líderes y vecinos de varias parroquias capitalinas.

Caracas. Crónica.Uno este viernes 15 de febrero reunió a varios expertos (médicos y representantes de las organizaciones no gubernamentales) para aclarar el panorama frente a la llegada de la Ayuda Humanitaria. Luis Francisco Cabezas, presidente de Convite, quien ejerció como moderador del evento, planteó un panorama claro sobre la emergencia en cifras y hechos recientes: cada semana mueren 14 mujeres por complicaciones en el embarazo; hay un aumento de los suicidios; así como de brotes epidémicos y personas que fallecen por cuadros diarreicos como consecuencia de la contaminación del agua, entre otros.

Una vez expuesto todo lo anterior, Cabezas dio entrada al primer foro del año: “Ayuda Humanitaria ¿Cooperación o injerencia extranjera?”, en el que los doctores Marietta Rea, responsable del Servicio de Cirugía del Complejo Hospitalario El Algodonal, y Jaime Lorenzo, director ejecutivo de Médicos Unidos por Venezuela, explicaron los pasos de este programa de cooperación internacional, el principal: detener más muertes.

Rea, quien reforzó los datos aportados por Cabezas en cuanto a las deficiencias en la asistencia médica hospitalaria —dijo que están llegando muchos pacientes con patologías cancerígenas, incluso menores de edad, con tuberculosis y con VIH-Sida—, habló desde el punto de vista de cómo organizarse para el ingreso de la ayuda humanitaria que, en principio, está dirigida a los pacientes crónicos, a la población con problemas de desnutrición y a las madres con muchos hijos.

Desde su aporte como voluntaria de Cáritas, acotó que las iglesias son un punto clave en la organización y distribución de los insumos que lleguen al país.

Foto: Gleybert Asencio

Por tanto, recomendó que las personas que deseen colaborar deben dirigirse a las organizaciones civiles con trabajo social en la materia. Y más cercano a las comunidades, indicó que los ciudadanos pueden hacer el censo en su zona de las necesidades, requerimientos de medicinas, de tratamientos, de alimentos. También se puede levantar un registro de las personas que necesitan ser operadas.

Gobierno ciego

Venezuela enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes. Esa frase se ha repetido en todos los niveles sociales, económicos y políticos del país, adversos a la política liderada por Nicolás Maduro.

Sucede que para atender esa crisis hace falta el reconocimiento del Estado ante la emergencia, su preocupación y ocupación, cosa que no está ocurriendo.

Esta inacción y negación del gobierno de Maduro no es de ahora, pues hace más de cuatro años que las organizaciones civiles vienen alertando sobre la emergencia, que se evidencia con las muertes como consecuencia de la falta de medicamentos y de alimentos, en el colapso de la infraestructura hospitalaria y el déficit cada vez más acentuado del personal de salud.

Por esta crisis humanitaria, según organizaciones dedicadas a analizar el tema de la migración, los países de América Latina y el Caribe albergan a aproximadamente 2,4 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela, mientras que otras regiones albergan a unos 600.000.

Por esa misma crisis humanitaria, Codevida calcula que hay 300.000 pacientes crónicos en riesgo de morir.

Por esta misma crisis, la pobreza extrema en el país supera 60 % y la escasez de medicamentos, 80 %.

Y aunque para Codevida, y para el resto de las instituciones que conforman la coalición que vela por el derecho a la salud, no es desconocido el tema de la ayuda humanitaria, pues se la plantearon al Gobierno de muchas formas —la llamaron cooperación y asistencia—, fue a partir del pasado 23 de enero cuando la iniciativa cobró fuerza por medio de la creación de una coalición internacional para asistir la entrega de medicamentos, insumos y productos alimenticios a fin de atender las necesidades más inmediatas de la población venezolana. Esto tras la juramentación ante un cabildo abierto del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente encargado de la República.

Las expectativas y las esperanzas no tardaron en aflorar. En el país la mayoría está urgida y esto viene a ser el paliativo.

Frente a los hechos, Francisco Valencia, presidente de Codevida se encuentra en Washington, en la sede de la OEA, el jueves habló precisamente la crisis humanitaria.

 

En sus intervenciones ha dicho que “la ayuda no se debe politizar”, algo en lo que insistieron los doctores Rea y Lorenzo.

“Es importante que esto no se politice y que la sociedad haga su trabajo controlador y tome conciencia”, destacó Rea.

Foto: Gleybert Asencio

En el foro, las interrogantes se marcaron en los rostros de quienes sufren algunas patologías. Casos de familias donde todos están enfermos, por ejemplo, o cuestionamientos como el que surgió desde el puesto de la doctora Ana Carvajal, médico infectólogo del hospital Clínico Universitario de Caracas: “¿cómo se establece la prioridad de quién necesita la ayuda?”.

El doctor Lorenzo habló de tres fases: asistencia, rehabilitación y desarrollo.

Asistencia es lo que va a ocurrir ahora con la llegada de los contenedores y el suministro de alimentos; mientras que la rehabilitación se producirá una vez que se haya revertido lo que causó la emergencia.

Luego, se pasa al desarrollo, que es la parte de reconstrucción global, no solo en materia de salud, sino en general, “pues el Estado ha sido incapaz de solucionar los múltiples problemas que agobian al país”.

Foto: Gleybert Asencio

En este punto en especial, Cabezas enfatizó que para que de la asistencia pueda pasarse al resto de las fases es necesario el reconocimiento de las Naciones Unidas. “Mientras este organismo mantenga su apoyo a Maduro no se va a poder desplegar toda la ayuda”.

Entre los participantes, José Espinoza, presidente de la organización Arcoíris, habló sobre lo que está sucediendo con los 100.000 frascos antirretrovirales que entraron gracias al aporte de Onu-Sida y OPS, luego del trabajo hecho por la Red Gente Positiva.

“Esos medicamentos están retenidos en el galpón robotizado del Ministerio de Salud, lo que pone en riesgo la vida de 77.000 personas con la condición”.

La intervención de Espinoza dio paso a la conclusión final y la que más fue resaltada por los ponentes: en este proceso inédito y crucial para el país, lo importante es mantenerse informado, seguir a las organizaciones dedicadas a velar por los Derechos Humanos y hacer contraloría social. Pues “si algo no queremos volver a ver es esta historia lamentable de muertes y de colapso en todos los niveles”, sentenció Cabezas, quien a eso de las 12:00 m. cerraba el primer foro del año de Crónica.Uno. El evento también contó con la participación del equipo de Sin Mordaza, quienes realizaron una edición de su trabajo “Expresarte” para la ocasión: un mural donde los asistentes escribieron opiniones y sugerencias para ayudar a reconstruir el país.


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