La meta en Barinas es traducir el mundo de la basura a través de la fotografía para mejorar el entorno

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Un taller de formación fotográfica sirvió de base para que nueve participantes aprendieran a ver la basura de manera contextual y sirviera para concientizar en la mejora del entorno donde se desenvuelven.

Barinas. La basura que se amontona en algunas calles y avenidas de Barinas se convirtió en una imagen contextual para entender la realidad más allá de lo trivial. Ese fue el objetivo del taller de fotografía que se realizó en los espacios del Museo Ordures de Los Llanos, en la capital del estado llanero, con la colaboración de la Alianza Francesa.

Más allá del enfoque de los lentes y encuadres, la meta era trascender a perspectivas que concienticen a la ciudadanía y a las autoridades para que se ubiquen desperdicios en un lugar adecuado.

La actividad formativa se realizó a finales de septiembre y estuvo a cargo del fotógrafo profesional Álvaro Hernández, que ha trabajado en medios como El Nacional, Últimas Noticias y que, en los últimos años, ha desarrollado estilo y esfuerzo por entender la realidad de contexto a través de su lente.

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Álvaro Hernández y el profesor Jackson Niño fueron los artífices de la exposición en el Museo Ordures de Los Llanos. Foto: Briceida Morales.

Se trató de un conjunto de talleres que permitió a los participantes precisar su realidad: un ciudadano con deberes y derechos, en consonancia con los valores de justicia, tolerancia y responsabilidad ciudadana”, explicó Hernández.

Por el principio

Irlanda Gutiérrez, directora de la Alianza Francesa de Barinas, indicó que las conversaciones iniciaron a principios de este año, cuando entre otros puntos se habló sobre la posibilidad de fusionar algunas actividades en la comunidad; el ambiente y la basura no podía dejarse de lado, por supuesto.

También concientizar sobre lo bonito dentro del caos. Conversé con Álvaro Hernández y se ha hecho la presentación formal. Un concepto que no es fácil de lograr”, mencionó Gutiérrez, también presente en la inauguración de esta exposición.

Álvaro Hernández se enteró por medio del profesor Jackson Niño, egresado de la Universidad de Pamplona, profesor de Artes Plásticas y director del Museo de Los Llanos, del interés de algunos jóvenes de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes)- Barinas en aprender fotografía.

“Me pareció que era importante, pero no para enseñarles una fotografía academicista y esteticista, sino una visión desde un ángulo puramente social. Que pudieran aprender a expresarse. Utilizar la palabra escrita como elemento de construcción visual, pues el taller es contextual”.

El taller no incluyó un proceso de selección previa, la mayoría solo conocía de fotografía “desde lo frívolo, básicamente por lo que publicaban en las redes sociales”.

El método empleado fue el mismo que ha usado con los niños que comienzan a adentrarse en este mundo, y el resultado fue magnífico. “Todos entendieron el mensaje y lo interpretaron”.

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La Alianza Francesa Barinas colaboró en la formación de los participantes del taller de fotografía. Foto: Briceida Morales.
¿Qué se espera de lo aprendido?
  • Mostrar la utilidad humanizadora de la fotografía digital para compartir la experiencia humana.
  • Generar estímulos para formar una inteligencia visual y pedagogía en la construcción de métodos de convivencia.
  • Crear conciencia del respeto y la responsabilidad ciudadana con los demás y con el entorno.

“Es decir, la fotografía fue empleada como herramienta de expresión personal, de incuantificable beneficio educativo en la formación de valores de coexistencia, para permitir conectarse con los lugares que se frecuentan, con el uso del dispositivo digital para preguntarse: ¿Qué hago por mi entorno y cómo puedo mejorarlo?”, inquirió Hernández

Dice que, al hacerlo como una práctica social, el participante genera una serie de signos y significantes a partir de expectativas individuales y grupales que le ayudan a entender el respeto, el compañerismo y la solidaridad para darle coordenadas al espíritu.

Los nueve participantes del taller tradujeron el caos en piezas de la exposición Ordures: más allá de lo feo.

El taller se realizó en medio del fragor de la batalla de la sociedad civil organizada contra la imposición de parte de la alcaldía del municipio de contratar la empresa Fospuca para que se encargara del servicio del aseo urbano. Hubo un final feliz: la presión ciudadana logró que se rescindiera el contrato.


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