La pasión por el arte se convirtió en la solución económica de un jubilado del Ministerio de Vivienda y Hábitat

En el Ministerio de Vivienda y Hábitat no dan respuestas a los jubilados. Desde el año 2019 han protestado, entregado documentos, conversado con representantes y la situación no mejora para ellos; al contrario, les quitaron las reivindicaciones que lograron con el tiempo como un almuerzo para los adultos mayores, un seguro y beneficios con la caja de ahorro.

Caracas. La pasión de Florindo Alves siempre fue el arte. Por 37 años diseñó maquetas a diferentes instituciones públicas, entre esas al Ministerio de Vivienda y Hábitat de Venezuela (Minhvi). Lo que nunca se imaginó es que a sus 72 años iba a depender económicamente de este oficio para vivir en vez de disfrutar de su jubilación.

Las artesanías de Florindo están en las vitrinas de diferentes cadenas de librerías. “Hay amigos que se las quieren llevar para el exterior”, aseguró orgulloso. Con el dinero que genera y la ayuda de sus hijos es como le hace frente al salario mínimo que recibe a través de la pensión del Minhvi que no supera los 450.000 bolívares.

Florindo llegó a los 14 años de edad a Venezuela. Formó su familia, se desempeñó como trabajador público y se estabilizó hasta el punto de sentirse venezolano. No se ve en otro país, no quiere irse. Prefiere manifestar, aunque ya es de la tercera edad, para exigir la vejez digna que merece, incluyendo un salario ajustado a la realidad, la garantía de un servicio de salud, y al menos, un seguro que le cubra los gastos funerarios. 

Estamos sin dinero como para pagar un seguro de vida. Yo estoy pagando una cuestión funeraria por si acaso, porque le dije a mi nieto que cuando me muera me mande a cremar y me tire al mar, confesó.

Antes su sueldo le alcanzaba para comer bacalao noruego, que le encantaba. Ahora Florindo “está más flaquito” y con suerte se compra un kilo de cataco. Abundan los ejemplos de cosas que dejó de comprar o comer, pero lo que más le preocupa es que depende de los medicamentos que le manda su nieta desde Perú para atender sus tratamientos del corazón.

Foto: Mariana Sofía García

En el Minhvi no les dan respuestas a los jubilados. Desde el año 2019 han protestado, entregado documentos, conversado con representantes y la situación no mejora para ellos; al contrario, les quitaron las reivindicaciones que habían logrado con el tiempo, como un almuerzo para los adultos mayores, un seguro y beneficios con la caja de ahorro.

Sus peticiones se suman al resto de exigencias que los empleados activos y pensionados de todas las instituciones públicas se han encargado de dar a conocer.

Los pensionados esperan unirse a la lucha que emprendió el sector salud para que su salario sea dolarizado y ronde los 600 dólares mensuales. A mí no me importa que sea en dólares o en bolívares con tal de que me permita vivir dignamente, aclaró Yolanda Vaamonde, abogada y exjefa de una unidad administrativa del instituto.

Algunos de los pensionados del Minhvi insisten en responsabilizar solo a los directivos actuales de la institución. Yo no le echo la culpa al Gobierno de Maduro, yo se la echo a los deficientes, porque en nómina colocaron a un grupo de personas que tienen errores continuamente, expresó el jubilado John Chacín.

Todo trabajador tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, reza el artículo 91 de la Constitución. Según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ovcs) en 2019 se registraron 4.756 protestas de trabajadores que tomaron las calles en defensa del enunciado citado de la Carta Magna.


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