Comediantes han aprovechado las plataformas web para amenizar a un público agobiado por la pandemia y un país en tragedia.

Caracas. Los días de confinamiento han replanteado dinámicas en el mundo del espectáculo que, si bien son un aliciente para muchos que buscan distensión durante la cuarentena, también es un sector que ha tenido que replantear rutinas en su vínculo con el público.

Emilio Lovera estrenó en Youtube La Radio Cuarentena, un webshow con obvias alusiones a Radio Rochela que evoca al famoso programa que transmitió RCTV. El comediante reunió a un grupo de humoristas que formaron parte de ese espacio, así como de otros similares, para que ahora, desde sus casas, graben sketches sobre diversos temas. La Radio Cuarentena se encuentra en el canal de Emilio Lovera, quien este año estrenó un webshow llamado Cuéntame la vaina.

Humor en cuarentena
Cuéntame la vaina es una reunión con amigos del comediante para contar anécdotas

La gente agradece que estemos generando momentos divertidos. Nosotros hemos desarrollado con la práctica la forma de encontrar un chiste en todo. Pero igual sufrimos, estamos ansiosos, deprimidos o agobiados. La gente agradece que hagamos eso, ver esa cotidianidad y encontrar cómo hacer reír, especialmente ahora, afirma Alejandra Otero, quien en su cuenta en Instagram publica constantemente videos, además de tener junto con su esposo, Jorge Parra conocido como Domingo Mondongo; el podcast Vamos Pelo a Pelo. Otero también forma parte del equipo de La Radio Cuarentena.

“A los venezolanos les encanta un show”

Para George Harris, el humor desde hace años ha ayudado a desmitificar el drama que viven los venezolanos. “Les encanta un show, sentarse con un trago, comerse su tequeño, pasarla bien. En estos meses se ha unificado con otras nacionalidades. El hispano busca reírse. Lo que estamos viviendo no da risa, la gente está muy angustiada, hay nervios y ansiedad, un estado de zozobra porque no se sabe cómo va a terminar. Es algo que nunca hemos vivido. Está la Gripe Española, pero nadie nos contó sobre eso. Los abuelos murieron y no nos dijeron”.

En esa idea coincide Reuben Morales, quien desde Colombia afirma: El humorista es como un gran psicólogo que ayuda a que la vida se lleve de una manera más liviana. Siempre que el mundo esté en crisis vamos a ser necesarios. Es una frase cliché, pero somos como bomberos que van a apagando fuegos emocionales en la sociedad.

Ricardo Del Bufalo define a la risa como una forma de responder ante la estupidez humana o miedo a lo desconocido. “Cuando ocurren estas tragedias, se exacerba la crisis, el dolor de la gente porque perdió un familiar o se enfermó. En este caso, la pandemia tiene que ver con un tema de vernos frágiles, no solo ante el virus sino ante estados que no reaccionan bien ni ejercen su responsabilidad. ¿Cómo reaccionas ante un presidente que dice que es una simple gripe? No puedes demandar, pero lo ridiculizas”.

El también músico acaba de subir a sus redes y canal de Youtube la canción “No pasa nada”, una pieza catártica sobre la cuarentena en un país en el que no hay agua, gasolina y con apagones. “Lo hice a pesar de que se espera que haga reír. Quiero ser sincero y honesto, porque uno conecta más desde la sinceridad, y el humorista se puede sentir mal. Tengo varias ideas cómicas, pero durante el confinamiento, la mayoría de las cosas que se me han ocurrido no lo son. Tengo muchas preocupaciones sobre lo que pueda pasar en el país. Si puedo usar mi voz para alertar sobre eso, lo haré. Hay más caras tristes, pero es un precio que estoy dispuesto a pagar”.

Descarta la idea de que hacer humor en estos días sea banalizar lo que ocurre. Para él, la risa es la mejor manera de enfrentar la gravedad de estos momentos. “Es necesario para no abrumarnos y no estar todo el día pensado que hay una pandemia o una crisis que uno no puede solucionar. Estar de buen humor te mantiene con las defensas altas, las endorfinas y dopaminas que genera la risa bloquean el estrés, y eso es bueno para la salud mental”.

Transformar la ansiedad en humor

Reuben Morales se esfuerza por separar el espacio del trabajo del personal. “Solo hay que tratar de transformar esa pequeña depresión o ansiedad en humor, y no dejarla nada más en la seriedad. Si no, estresamos más a la gente, en vez de relajarse, que es nuestra labor”. 

Recuerda una experiencia que suele asociar a lo que experimenta en estas semanas de confinamiento: He hecho un esfuerzo por mantener la comedia en momentos difíciles, en los que se dice que no puede hacer chiste, pero la gente ha sido agradecida. Como yo fui payaso de hospital, te das cuenta cuando las personas tienen tiempo sin reír, y te dicen que tenían mucho tiempo sin hacerlo. Eso me lo han dicho muchas veces en la cuarentena sobre las risas.

La reinvención. Las redes sociales se han convertido por los momentos en la única forma de mantenerse en contacto con el público. George Harris las considera una bendición. “Como mandadas a hacer por Jesús divino, por la misericordia. Será algo positivo cuando todo esto pase. No sé si vamos a estar toda la vida con un tapaboca, un sanitizer en la mano, pero vamos a tener construidas mejores redes. Quizá no tengamos mucho dinero o shows grandes, pero las redes van a fortalecerse”.

En su caso, él tenía pautados varios programas de su show George a la carta, pero tuvo que suspenderlos por la cuarentena.Entonces le planteé a mi equipo hacer algo tipo podcast para entrevistar a la gente por Zoom y unirlas en un programa. Mi equipo llamó a esas personas que querían apostar por mi trabajo, pero que no habían podido porque las tarifas no lo permitían. Llamamos a esos clientes pequeños y dijeron que sí. Así respondí a la pandemia, con George al aire. Todavía pienso en si hacer un show privado por Zoom. No me gusta hacer cosas chapuceras, como dicen los españoles. Yo que estoy acostumbrado a un show de casi tres horas, desvivido, con música, con videos. No quisiera bajar el nivel y hacer algo como si estuviéramos en una conferencia.

En estos momentos Reuben Morales lleva a cabo en Youtube la parodia política Kurda Konducta, y además, forma parte del equipo de guionista de La Radio Cuarentena

Correción política. En estos momentos, quizá la sensibilidad se exacerba, por lo que algunos chistes pueden ser considerados fuera de lugar, bien sean relacionados con la COVID-19 u otros temas más cotidianos. 

La gente está sensible siempre. Antes de la cuarentena era aburrido que ante cualquier chiste la gente se ofendiera. Yo soy de las que piensa que se puede hacer chiste de lo que sea, solo que hay que tener en cuenta el momento. Estamos en una situación que se presta, pero hay que saber que vivimos una situación delicada porque hay gente que la está pasando mal, muriendo; no es algo banal. Hay que cuidarnos, pero es verdad que la gente se convierte en jueces de doble moral y en críticos de todo. Uno debe seguir haciendo su trabajo, que es hacer reír, pero también con ética.

George Harris recientemente fue cuestionado porque en parte de su rutina hizo un comentario relacionado con la transexualidad. “Hay mucha frustración entre nosotros porque no podemos sacar al gobierno. Como vivimos en Chile, Nicaragua o el Congo, preguntamos las razones por la que nos pasan tantas cosas. Ven a un comediante que se pone una peluca o a otro que dice una cosa, te conviertes en el objetivo, la bestia, el enemigo inhumano, el gay de closet, el transfóbico. Si quieres hacer reír a tu público, debes comprender que en determinado momento dado tu chiste no se va a entender o hay gente que no lo captará, o no quiere captarlo”.

Recuerda además que no es la primera vez que vive la experiencia. “A mí me pasó en Panamá, donde un país completo me agarró arrechera y usaron mi imagen para hacer campaña en contra de los venezolanos. Este año a un señor lo sacaron ebrio de un local en el que yo animaba. Por decir que estaba ebrio y no sé cuánto más, me demandó. Y ahora un niño en Chile editó un show, lo sacó de contexto y da a entender que me burlaba de los niños transgénero. Si lo ves completo, te das cuenta de que no es así. Hice referencia a que si soy papá, y me toca vivir un caso así, no voy a responder como un noruego evolucionado, que entiende sin problema, sino como un venezolano que dice: ‘¡Coño, Gilberto, ¿qué te pasó!’. Ahora resulta que me estoy burlando y hasta salen los artistas. Pero a la media hora te llaman, piden disculpas y borran el tuit”. 

Sobre este tema de herir susceptibilidades, Ricardo del Bufalo se cuida mucho, dice, especialmente de  víctimas, bien sea del virus o de otra cosa. “Este contexto hace que la gente se sienta muy ofendida. Deseo que la gente disfrute y si los hace reflexionar, mucho mejor. Pero sí me cuido bastante de no meterme con nadie”. 


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