La selección venezolana perdió por la mínima contra el combinado nórdico en el tercer amistoso tras el cierre de las eliminatorias mundialistas. El equipo de Pékerman se mostró impreciso y sin ideas en un discretísimo partido celebrado en el estadio Admira Wacker.

Caracas. La Vinotinto cayó 1-0 ante Islandia, en un discretísimo partido amistoso celebrado en el estadio Admira Wacker de Viena.

La selección venezolana mostró una imagen gris en el tercer amistoso tras el cierre de las eliminatorias al Mundial Qatar 2022. En junio, el combinado criollo derrotó por la mínima a Malta y Arabia Saudita.

Esta vez, el equipo de Pékerman presentó un rendimiento inferior al de la pasada Fecha FIFA, si bien el rival no era precisamente de los más exigentes –63 del ranking mundial, Venezuela está en la casilla 56– y tampoco se puede decir que superó abiertamente en el trámite a la Vinotinto.

De hecho, el único tanto del compromiso llegó desde el punto penal al minuto 87 por intermedio de Isak Bergmann tras una falta de Erickson Gallardo.

Solo dos ocasiones

De entrada, Venezuela salió con un esquema 3-4-3, que no sufrió ni un solo tiro al arco de Islandia en la etapa inicial, pero tampoco inquietó a los nórdicos. Graterol, Ferraresi, Mejía, Makoun; Murillo, Cumana, Rincón, Larotonda; Savarino, Soteldo y Rondón fueron los elegidos por el seleccionador.

Un error del portero islandés Rúnnarsson propició una de las apenas dos acciones de importancia de los venezolanos en todo el partido. En una salida desde el fondo, el meta dejó servido el balón a Salomón Rondón, pero el goleador remató apenas desviado al palo derecho.

El resto del primer tiempo pasó entre pelotazos, balones regalados entre las dos oncenas, faltas, interrupciones y mucho juego en la mitad del campo. No hubo ideas, precisión ni alguna individualidad. De Soteldo solo se supo cuando recibió amarilla por protestar y Savarino desapareció.

El complemento fue muy parecido, pero Islandia se mostró un poco más agresiva. Se jugó más en campo criollo y los islandeses por fin patearon al arco de Graterol. Ante la inoperancia y la desconexión entre los mediocampistas y los atacantes, Pékerman movió el banquillo.

Y la otra acción digna de mencionar, casi única jugada colectiva que produjo la Vinotinto en los 90 minutos, llegó en una combinación entre dos ingresados. José “Brujo” Martínez vio un claro y habilitó al espacio a Josef Martínez, quien remató en el área no suficientemente cruzado para batir Rúnnarson.

Después, cuando el 0-0 era casi un hecho, Gallardo metió la pierna con imprudencia al salir y propició un penal innecesario que Bergmann cambió por gol.

El 1-0 fue generoso, en un partido flojísimo que se jugó lejos de los dos arcos y mostró a una Vinotinto errática, sin circuito de juego y sin la fórmula para inquietar al rival. El martes, los venezolanos tienen mucho por mejorar contra Emiratos Árabes Unidos.

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