Las casas en Llano Alto quedaron en el aire al hundirse parte del terreno por las fuertes lluvias

Llano Alto

En total hay nueve casas afectadas en el sector Llano Alto, ubicado en el kilómetro 11 de la carretera Petare-Guarenas, adyacente al matadero de pollo Galipán. Han pasado ocho días desde que los vecinos de este sector vieron cómo la tierra hizo un remolino y se abrió un hueco, debido a que estas viviendas están construidas encima de un túnel por donde pasa el río Guaire.

Caracas. Gregorio, Gregorio. Salte que las casas se están cayendo, escuchó José Gregorio López mientras se hacía una arepa. La lluvia de esa tarde del 23 de junio era muy fuerte y constante en el sector Llano Alto del estado Miranda. En eso, su vivienda se tambaleó como un acordeón, y él podía oír el movimiento de la tierra. Salió corriendo de la cocina y enseguida se puso a sacar las cosas que consideró más importantes.

Leonardo Quintero, el vecino que le avisó a José Gregorio, vio cómo un hueco de unos cinco metros que estaba en el piso de una de las habitaciones de su casa —que habían rellenado en enero como una solución momentánea— ahora tenía muchísimos metros de profundidad. Y, en la parte de atrás, la base de su casa había quedado en el aire.

El miedo se apoderó de estos dos vecinos que trataban de sacar las cosas lo más rápido que podían. Muchos durmieron en la calle ese día porque tenían miedo de que el terreno terminara de ceder y quedaran atrapados entre la tierra y las casas.

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El hueco que habían rellenado en enero y por donde se ve el talud. Foto: Gleybert Asencio

En total hay nueve casas afectadas en el sector Llano Alto, ubicado en el kilómetro 11 de la carretera Petare-Guarenas, adyacente al matadero de pollo Galipán. Han pasado ocho días desde que los vecinos de este sector vieron cómo la tierra hizo un remolino y se abrió un hueco debido a que estas viviendas están construidas encima de un túnel por donde pasa una parte del río Guaire, que suele crecer mucho con las lluvias y tiene años sin mantenimiento.

En las entradas de las casas afectadas hay bolsas apiladas que están llenas de cosas que las personas han ido recogiendo. Tienen ropa, zapatos, almohadas, libros y aparatos eléctricos. José Gregorio ya sacó casi todo. Ese miércoles en la tarde —cuando su vivienda colapsó— los vecinos le decían que no se metiera a su casa porque era muy peligroso, pero él seguía sacando los colchones, la nevera y hasta el lavaplatos.

Encima de este terreno que cedió hay tres casas que están en riesgo de caerse. Foto: Gleybert Asencio

Son 20 años viviendo en una casa que construí yo mismo, contó José Gregorio, y con la voz quebrada añadió que ese era su refugio. Un lugar al que llegaba y se ponía ropa cómoda. Un espacio en el que nadie lo fastidiaba y que compartía con sus tres hijos. Ahora se tuvo que ir “arrimado” a una casa en Santa Teresa y dos de sus hijos se fueron al oriente del país.

No sé cómo voy a hacer. Estoy viviendo en un galpón porque trabajo para una distribuidora, pero no les he querido decir a los portugueses por esto que estoy pasando, dijo el señor Leonardo Quintero mientras veía parte de sus cosas metidas en unas cajas.

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Leonardo Quintero frente a su casa. Foto: Gleybert Asencio

Son 17 adultos y seis niños los que están afectados por el talud que dejó el terreno muy débil y que quebró las aceras de la comunidad en Llano Alto. Los vecinos contaron que, desde el 23 de junio, solo han ido funcionarios de Protección Civil (PC) y los bomberos del estado Miranda para hacer inspecciones en el área y les han dicho que deben desalojar las viviendas porque en cualquier momento van a ceder.

Queremos respuestas. Que vengan ingenieros de verdad a evaluar el área. Hay tres casas que lamentablemente están muy afectadas, pero queremos salvar las que quedan. No puede ser que haya presupuesto para unas fulanas elecciones y no para la comunidad, denunció la vecina Kianzi Garnica.

Foto: Gleybert Asencio

En Llano Alto hay opiniones encontradas con respecto a la gestión del Consejo Comunal ante esta problemática. Por una parte, los habitantes señalaron que se le ha dado más importancia a la jornada electoral prevista para noviembre, mientras que los voceros de esta comuna sostienen que su petición es que se les dote de materiales como arena o piedras y maquinarias para que entre los mismos miembros de la comunidad puedan solucionar este problema.

Las lluvias del 24 y el 25 de junio pusieron a los vecinos aún más nerviosos. Las casas comenzaron a agrietarse y a tambalearse con la brisa. Se tiene previsto que para el 1° de julio los funcionarios de Protección Civil lleven la minuta con el caso, pero los vecinos dejaron muy claro que no quieren ser trasladados a un refugio, sino que se les dé respuesta a su denuncia.

Estamos desesperados porque durante todos estos días hemos estado sacando nuestras cosas. Pidiendo permiso para dormir en casa de conocidos, pidiendo que nos den una comida al día porque no tenemos nada, agregó José Gregorio.

El túnel por donde debe pasar el río Guaire está bastante deteriorado. Tiene grietas en la entrada y en el medio. Los vecinos cuentan que siempre que llueve con mucha intensidad pueden ver cómo el agua no corre por el canal sino que se desborda por los lados y esa filtración fue afectando toda la calle, casas y construcciones que están en la parte de arriba.

Muchos sectores de la Gran Caracas han sufrido graves daños por las lluvias debido a la falta de mantenimiento en los sistemas de drenaje. En sectores como Santo Niño, en Petare, las casas que están construidas encima de un terreno afectado han ido colapsando desde el año 2019 por las fuertes lluvias. Igualmente, en Macarao hubo inundaciones durante la semana del 24 de junio y el agua llegó a cubrir la mitad de los vehículos.

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Foto: Gleybert Asencio

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