Las lluvias del pasado jueves 22 de septiembre, revivió recuerdos del deslave de 1999 en algunas barriadas de La Guaira y Maiquetía, respectivamente. Los pobladores exigen al gobierno regional acometer, sin más demora, el despeje de los cauces de los 23 ríos principales y 60 quebradas en el Litoral Central.
La Guaira. La onda tropical 39 pudiera derivar en un ciclón, según estimaciones de Protección Civil, y aunque a su paso por el Litoral Central causó daños materiales menores, aún no se declara la alerta preventiva ante la amenaza de nuevas lluvias.
Sin embargo, el aguacero caído durante de la madrugada del jueves 22 de septiembre, acompañados de ventarrones y el aumento en el caudal de una docena de ríos y quebradas, activaron la preocupación de los ciudadanos ante la poca información de las autoridades.
La falta de mantenimiento en la mayoría de las 23 cuencas principales y otras 60 quebradas, así como los aguaceros por varias horas, son directamente proporcionales al recuerdo de la tragedia de 1999, en la que que murieron según cifras de las Cruz Roja Internacional, alrededor de 15.000 personas.
Vivimos una noche de terror, cuando llueve seguido no estamos seguros y las autoridades no lo entienden, que hay que limpiar las quebradas y los ríos”, dijo Clotilde González, quien tuvo que abandonar su casa en el sector La Chivera de La Guaira.
En ese lugar, de terrenos inclinados que colindan con la montaña, la quebrada Mapurite arrastró sedimentos, basura y hasta dos vehículos, tras aumentar el nivel de sus aguas, las cuales alcanzaron también a la avenida Soublette, la principal arteria terrestre de la entidad federal.
En la medida en que los efectivos de Protección Civil, bomberos de La Guaira y la policía regional efectuaban labores de despeje de escombros y resguardo de los pobladores, se multiplicaron las quejas.
No sé qué tanto van a esperar ¿a que ocurra otra desgracia? ¿Cuándo van a admitir que hay que tener las quebradas limpias?, se preguntó Mary Domínguez, al abrazar a su pequeño hijo de dos años de edad.
En los sectores El Rincón y Vilachá, en Maiquetía, también hubo pánico con sus calles anegadas. “No dormimos y temíamos lo peor, como en aquella tragedia”, comentó Imelda Lugo.
El secretario de Seguridad Ciudadana de la gobernación de La Guaira, Andrés Goncalves, informó que un total de seis árboles se desplomaron a raíz de las lluvias entre Maiquetía y Tanaguarena. A la par de ello, indicó que solo hubo afectaciones estructurales en cinco viviendas y que las vías han sido liberadas de rocas, escombros u otros desechos sólidos arrasados por las corrientes.
En zonas del oeste, como El Junko y Chichiriviche, los vecinos reportaron interrupciones en el servicio de luz, que aún no han sido restablecido por la Corporación Eléctrica Nacional.
Igualmente, las lluvias ocasionaron el deslizamientos de tierra, lodo, rocas y arbustos en la carretera entre Macuto y Galipán, en ascenso al Parque Nacional El Ávila.
Sin novedad en Camurí Grande
El secretario de gobierno de La Guaira, Daniel Mata, negó que las lluvias de este jueves 22 desbordaran al río Camurí Grande, en el este del Litoral Central, como se mostró en diversas redes sociales.
Pero, tampoco anunció los trabajos de minimización de riesgos que ha exigido dicha comunidad desde el 28 de agosto de 2021, cuando las aguas superaron el cauce e invadieron las instalaciones del núcleo Litoral de la Universidad Simón Bolívar y el club Camurí Grande.
Esa obra de control de torrentes ha sido recomendada desde el deslave de 1999 por el Instituto de Mecánica de Fluidos de la Universidad Central de Venezuela.
“No hay novedad, pueden venir a disfrutar de La Guaira”, aseguró Mata en un video difundido por redes sociales y sin declarar la alerta preventiva.
Este viernes 23 de septiembre, la nubosidad ha ido desapareciendo en el cielo litoralense, mientras prosigue autorizado el zarpe de embarcaciones en el puerto de La Guaira, al contrario de lo dispuesto por el Instituto Nacional de Espacios Acuáticos en el oriente del país.
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